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Custodio: “Hay gente que no leía desde la escuela y se han aficionado a mis libros”

Custodio: “Hay gente que no leía desde la escuela y se han aficionado a mis libros”

Custodio ha venido para quedarse. Su volumen Andalucía negra (Temas de Hoy, 2025) incluye las novelas Granada oscura, El mar de los olivos y El triángulo del sur, una trilogía autopublicada que arrasó en ventas y que llegó a ganarle una aparición en La revuelta de David Broncano. A partir de ahí su teléfono no ha dejado de sonar, ni el propio Custodio Pérez de escribir. Concebidas tras una jornada de recogida de aceitunas en su Andalucía natal, sus novelas iniciales laten a ritmo de folletín y hablan de la despoblación, de grupos musicales locales, del clásico callejón de los bares o de la rivalidad entre cuerpos policiales. Como él mismo confiesa con humildad, su trabajo es pasión, pero también una puerta de entrada para lectores adultos. Y, qué diablos, los fans de La Torre Oscura nos reconocemos entre nosotros.

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—¿Te está dando algo de vértigo toda esta situación?

—Sí, bueno, ya estoy empezando a asimilarlo un poco. Cuando salí del programa algunos se echaron fotos conmigo, pero cuando lo echaron y yo salí, el móvil empezó a sonar y no paró.

—Para vértigo, la propia Andalucia negra, porque van las tres historias a toda velocidad. Javier Castillo dice que los giros son un 2%, pero luego el resto de la novela, el 98%.

—Sí, la verdad que sí.

—¿Los planificas o dejas que surja?

—Yo lo planifico, yo cuando voy a escribir una novela primero tengo que pensar el final: este va a ser el malo y la novela va a acabar aquí. Y después pienso cómo voy a llegar, dándole vueltas para no ponérselo al lector demasiado fácil.

—Hay un aspecto muy destacable de las tres novelas, esa playlist donde incluso te permites introducir grupos locales.

"Yo antes de ser escritor era organizador de eventos, uno de ellos un festival en mi pueblo"

—Soy muy, muy melómano, y además la mayoría de los grupos locales son amigos, son grupos que yo mismo he conocido. Yo antes de ser escritor era organizador de eventos, uno de ellos un festival en mi pueblo, tan diverso como los grupos que incluyo en mis libros, y que iban desde rock, rap, DJs, de todo, y para bandas emergentes. Y también hay que tener en cuenta que yo vengo de Pegalajar, que es la cuna del festival Charca Rock.

—Hay una cosa, y esto es un halago, y es que las tres novelas (2:21) me recuerdan más a un folletín por entregas que a una propia novela negra.

—Sí, a mí me nace así. Cuando me pongo a escribir, mi mujer muchas veces me dice que por qué no escribo un libro más largo. Ahora mismo no me sale. Pero aparte tiene su parte muy buena, pues incluso antes de ser famoso me llegaban amigos que no leían y que sí se han leído mis libros. Uno empezó por mis libros, y de mis libros pasó a Stephen King. También me ha escrito gente que no leía desde la escuela o desde el instituto y se han aficionado a mis libros.

—Una puerta de entrada.

—Claro, luego hay gente que le gustan los detalles. Pues para esa gente no es mi libro.

—¿Y tú planeaste la trilogía completa? Porque vas entretejiendo personajes según avanza y vas mezclándolos.

"Fue todo casual. Yo escribí mi primer libro en Granada. Y cuando lo publiqué, pensé que no me podía quedar ahí"

—Fue todo casual. Yo escribí mi primer libro en Granada. Y cuando lo publiqué, pensé que no me podía quedar ahí. Entonces me puse con el de Jaén. Pero cuando escribí el de Jaén, yo tenía ya la espinita de que tenían que ser más. Y llegó el cierre de la trilogía. Además los conecté todos los libros, los conecté para matar a todos los que quería seguir matando (Ríe).

—¿Algún deseo oculto hay a la hora de matar gente?

—No, yo digo como la mayoría de los escritores de novela negra, que nuestra manera de matar es en los libros.

—Te tengo que preguntar también por las escenas de sexo, que creo que disfrutas bastante.

—La verdad es que sí, y además son escenas que me gusta escribir. Habrás notado una evolución de un libro a otro. En los que voy escribiendo ahora ya he ido un paso más allá y le he puesto bandas sonoras a esas escenas, y te vas metiendo más en el ambiente todavía con la frase de tal canción. Me expreso a partir de la música.

—Stephen King lo hace mucho.

"Mi libro favorito de Stephen King es la saga La Torre Oscura, que para mí es lo mejor que ha escrito en la vida"

—Es uno de mis ídolos y he aprendido muchas cosas de él. Mi libro favorito suyo es la saga La Torre Oscura, que para mí es lo mejor que ha escrito en la vida. La escena en la que lo atropellan, cosa que le pasó a él mismo, y está sonando el “Crazy Train” de Ozzy Osbourne es una pasada.

—O sea, que te vas a meter tú mismo en algún libro dentro de poco, ¿no?

—Sí, ya estoy en uno, pero todavía está por publicar.

—¿Sientes que has evolucionado desde estos primeros libros hasta los que estás escribiendo ahora?

—Siento que he evolucionado mucho, he aprendido mucho tanto de las críticas constructivas de mis lectores como de amigos escritores que me dan consejos. Voy aprendiendo, probando nuevas técnicas. Al ser mi novela en Andalucía, ya mismo me voy a quedar sin provincias (Ríe).

—Veo que te sigue ilusionando y no te impone mucho.

—No, todo lo contrario, porque al ser mi novela en Andalucía, ya mismo me voy a quedar sin provincias. No sé si voy a coger por Extremadura o por otro lado. O si voy a hacer otra cosa. Si tú empiezas, por ejemplo, con las provincias de España, empieza una saga sin fin.

—Pero hay algo propio, algo cultural, algo que nace de ahí.

—Claro, porque en la novela me expreso con nuestra forma de hablar, nuestras cosas, nuestro humor. Si yo voy a Galicia, yo no voy a saber expresar eso, y en Madrid tampoco lo voy a saber expresar.

—El cuerpo te pide un poco Iker Jiménez, un poco leyenda urbana andaluza…

"Llegaba la primavera y si se suicidaba a alguien, se decía que ya mismo se iba a suicidar otro en el pueblo de al lado"

—Sí, la verdad es que eso es muy curioso, pero luego en el tema de lo paranormal soy muy miedoso. Cuando escribí la segunda novela era muy reticente con ese tema. Pero resulta que a partir de todo esto me han ido llamando a muchos podcast (Ríe). Pero el triángulo de los suicidios es real, y cuando yo era pequeño, en mi pueblo era una cosa asumida. Llegaba la primavera y si se suicidaba a alguien, se decía que ya mismo se iba a suicidar otro en el pueblo de al lado. Y así era. Si te vas a los vórtices de ese triángulo, Alcalá la Real, Priego de Córdoba e Iznájar, está todo más normalizado. Es muy extraño, porque mira, me invitaron a un podcast con un científico y una chica experta en lo paranormal. Cuando yo hablé, al científico le tuvieron que cortar el micro. Y cuando habló la chica del tema paranormal, cuando empezó a decir que mientras se estaba maquillando le estaba hablando un fantasma, el científico quiso a saltar a la mesa para pegarle. Son zonas rurales, con poca expectativa a la hora de trabajar, pueblos pequeños. Y lo achacan a eso, pero no hay un rigor científico ni un estudio que le dé veracidad.

—En las tres novelas de Andalucía negra se habla de la poca austeridad de la iglesia, de la dualidad de cuerpos policiales, que es una movida muy española.

—Sí, claro. Esa es la cosa. Es complicado hacer una novela con crítica social. Pero siempre de buen rollo, que a nadie le siente mal, porque a mí no me gusta eso.

—No escribes para eso, ¿no?

—Escribo para entretener a la gente.

—¿Hay algún proyecto futuro que manejes y puedas contar?

—Tengo la saga Andalucía negra parte 2, que va a ser en Almería, Cádiz, Málaga y Juviles, que es el pueblo con más riesgo de despoblación en Granada. Y luego aparte tengo por ahí una novela de fantasía juvenil, que no sé lo que pasará con ella, pero ahí está escrita.

—¿Influencias de La Torre Oscura, quizás?

—No, son más influencias de Dragon Ball con los típicos juegos de RPG de Dragon Quest, Final Fantasy y ese estilo, pero para todos los públicos.

—Realmente tú has roto estereotipos de lo que entendemos como un escritor.

"Yo no tengo ninguna carrera, yo tengo mi FP de carpintería. Pero sí me gusta escribir"

—Me impone mucho. Yo siempre me he defendido porque a mí me gusta escribir. Yo no tengo ninguna carrera, yo tengo mi FP de carpintería. Pero sí me gusta escribir, ¿por qué no voy a escribir? Estamos acostumbrados a ver un escritor que es periodista, que es filólogo, que es maestro, pero ¿por qué no voy a escribir yo?

—¿No temes que te miren un poco mal?

—Sí, eso ya lo hacen algunos y la verdad es que me da igual.

—Igual me aventuro, pero tú tratas de romper estereotipos, y eso lo cuentas también en la novela policial. Una poli que escucha a Sabina, la Guardia Civil y la Policía a través de los piques entre un agente aficionado al heavy metal y otro metalero.

—Claro. Hay mucha gente que ve a un policía y piensa que “ya viene este aquí que a multarme”. Pero es una persona como tú, que le puede gustar la misma música que tú, solo que su trabajo es ese.

—¿Qué tienes en tu mesilla de lectura ahora mismo?

—Es que estoy leyendo un libro del Club de Lectura, justo acabé Soy rico y soy famoso, de Garbi Zuzunaga, y también Han cantado bingo, de Lana Corujo. El primero es de un escritor que saca su primer libro y resulta que se hace millonario, el escritor más vendido del mundo. Es una crítica con humor negro a lo que tenemos que luchar para dar visibilidad a nuestro libro.

—Entiendo que has venido para quedarte.

—Sí, la verdad es que sí. Yo he venido para intentar quedarme y para intentar que mi libro llegue a todos los lectores

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