Inicio > Libros > Narrativa > De ficciones creativas

De ficciones creativas

De ficciones creativas

Tengo reciente la lectura de cuatro libros de ficción: tres novelas —Personajes de invierno; Nosotras, el hombre, y Café Jazz El destripador y uno de cuentos —Posibilidad de los mundos— que me han parecido interesantes por su variada disposición temática y estructural y por sus distintos planteamientos ambientales y psicológicos.

Personajes de invierno, de Juana Vázquez (Badajoz, 1951), también poeta y ensayista, es una novela que tiene como escenario fundamental un espacio físico, el bar Murgo, en el que Virginia, superviviente de un desastroso divorcio, que  vive entre los recuerdos de sus conversaciones con la madre y la memoria de su padre y de su exmarido, se sentirá atraída por Thays, un peculiar personaje que, como iremos conociendo, ha huido de los Países Bajos para buscar lejos de allí el mejor modo posible de pasar inadvertido, aunque sobre él pesarán también continuamente los recuerdos de su madre, de su pequeña hermana Annette y de su relación con Maartje.

"La trama, digamos, amorosa tiene un final abrupto, sorprendente"

Los dos personajes centrales están excelentemente redondeados: en el caso de Virginia con su depresión como consecuencia del matrimonio y el divorcio con el feroz marido, y en el de Thays con el desequilibrio psicológico que proviene de aquella madre explotadora de Annette y de su relación con Maartje, de la que acabaremos conociendo el terrible final. Así, la relación entre Virginia y Thays, marcada por la atracción y el rechazo, está bien conseguida, como lo está el ambiente del local, con bebidas, pinchos, juego —el del ajedrez tiene un papel muy importante— que se ve animado por otros personajes, camareros, fotógrafos y clientes: Manuel, Aparicio, Antonio, Pepe, Pedro, la señora Juliana, la señora Matilde… componiendo una coral que anima intensamente la progresiva fascinación de Virginia por Thays y el desarrollo de su complicada y misteriosa relación. Y la narración se desarrolla con habilidad, alternando diálogos limpios, exentos de explicaciones interpuestas, con reflexiones en primera persona o narraciones objetivas de personajes y sucesos, en una mezcla descriptiva bien lograda. La trama, digamos, amorosa tiene un final abrupto, sorprendente.

Nosotras, el hombre, de la supuesta escritora norteamericana de origen español Lorea Wanstead Lluna (Oregón, 1978) fue publicada por Eolas ediciones en 2019 y es un singular ejemplo de lo que podría denominarse “nueva ficción científica”.

"Un novela que muestra que el género distópico sigue gozando de buena salud"

En ella, el terrícola Brandan, en un viaje a Titán, esa luna de Saturno que al parecer tiene mucha semejanza con la Tierra, es abducido a un lejano planeta —que él acabará denominando Cielo— habitado solamente por mujeres, que tienen a jóvenes robots como compañeros sexuales pero que secuestran a cuantos humanos masculinos pueden —y a quienes denominan “papás”— para, además de extraerles esperma —con objeto de conseguir los cigotos necesarios para mantener su condición biológica en perfecto estado y vivir indefinidamente— se dedican a practicar con ellos las relaciones sexuales hasta el punto de hacerlos pensar que se trata de las huríes  sobrenaturales de la tradición religiosa musulmana. En realidad, tales mujeres puede que sean “la última mutación del ser humano”, una vez extinto el género masculino, las neuronas de cuyos desaparecidos miembros se conservan en un llamado “Parque de las Almas”. A lo largo de la trama conoceremos la obsesión de Brandan, el protagonista, por encontrar a un hermano gemelo perdido, así como sus relaciones sucesivas con dos preciosas mujeres de las que habitan en el planeta —Alfa y Angélica—, mediante charlas de indudable raíz quijotesca con un pequeño vehículo robot de muy buen sentido llamado Pulgarcito. Y en conversación con el robot Pulgarcito, Angélica —que en cierto modo reproduce la figura de un personaje de El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa— le dice: “Nosotras somos el hombre. Y nosotras somos el futuro del Universo. La mutación acabó con la telomerasa masculina…”.

Un novela que muestra que el género distópico sigue gozando de buena salud. 

Café Jazz El destripador, de Luis Artigue (León, 1974), tiene ilustraciones de Ángel de la Calle. Artigue, poeta y novelista, que publicó en 2018 una sorprendente novela fantástica (Donde siempre es medianoche), presenta ahora otra en la que su afición al jazz cristaliza en la composición de la vida de Miles Davis organizada de un modo peculiar, donde lo fantástico tampoco está ausente, en una sugestiva hibridación de géneros.

"Una fusión de tiempos e identidades que sorprende al lector, y con un final abierto a una desasosegante contingencia"

El nudo dramático más denso de la novela está en los años de formación de Miles Davis y en su relación con Charlie Bird Parker. El mundo del jazz aparece estupendamente evocado, a través de sólidos diálogos y sugerentes  panorámicas, lo que demuestra lo bien que lo conoce el autor, y la presión de la droga, con la presencia de un curioso exorcista —el padre James— y de un infame y cruel agente artístico —Vito Larocca— se conjugan con sutileza para enlazar el mundo de Davis y sus amores ocasionales con Juliette Greco, con el de la Francia cien años anterior —donde se mueven Baudelaire, Balzac, Courbet, Gérard de Nerval (el “Club del Hada Verde”, la famosa absenta…), un tabernero, su hija y una “santa con sífilis”— y hasta para incrustar en el entonces drogadicto Davis una de tales identidades, venida de aquella época… En resumen, una novela en la que, con notable naturalidad y una recreación ambiental marcada por diferentes épocas —de 1848 a 1867; de 1944 a 1953— se muestran los datos sobresalientes de las biografías de personajes conocidos en la literatura y en la música,  en una fusión de tiempos e identidades que sorprende al lector, y con un final abierto a una desasosegante contingencia.

Posibilidad de los mundos, de Claudia Cabrera Espinosa (Ciudad de México, 1984) escritora y traductora, fue publicado por la Editorial Universidad de Guadalajara en 2019 tras ganar el premio Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco. El libro reúne cinco cuentos marcados en la ambientación por escenarios denominados Provincia, Capital, Interior… en los que el mundo natural y el urbano están relacionados con sutil ironía. En el primero, “Opacidades”, asistimos al declive de un anciano que vive en soledad, mientras ve surgir a su alrededor insectos de diverso tipo, como polillas u hormigas, y  otros animales —babosas y roedores—, lo que lo conduce a una  extrañeza que pudiéramos calificar de fantasmal.

"Un escogido conjunto de cuentos que muestra la pericia de la autora y su voluntad de encontrar nuevos matices y campos expresivos"

El segundo cuento, “Lo que se ha roto”, narra la convivencia de una pareja en un diminuto apartamento en el que tanto él como ella se sienten tan agobiados y lejanos el uno del otro que solamente el cuarto de baño les permite a cada uno la sensación de libertad e independencia, hasta que un descomunal aguacero inunde la ciudad e incida en su vida en común…

Desde la mirada de un niño, “De manatíes y sirenas” describe la visita dominical de la familia a un “parque natural” en el que se han aclimatado diversas especies y donde hay algún animal intruso, cuyo descubrimiento por parte del protagonista  determinará ciertas novedades en la excursión…

En “Vías rápidas“, la mirada de la autora, hasta ahora cercana a lo habitual, se proyectará desde cierta perspectiva distópica, en la que los hologramas conforman los parajes recorridos desde los medios de transporte, los  poseedores de vehículos propios contratan gente que los acompañe como copilotos en las horas punta, y asistimos al desarrollo de una cita entre Julia, el personaje central, e Israel, un chico con “ojos delineados, rostro pintado de blanco y cabello alborotado”…

El último cuento, “La lucha”, describe el dramático intento de la protagonista, una joven cuyo embarazo le plantea problemas laborales, para eliminar a un mosquito hembra que se ha instalado en su intimidad doméstica y que, además de picarla, resiste todas las formas de rechazo.

Un escogido conjunto de cuentos que muestra la  pericia de la autora y su voluntad de encontrar nuevos matices y campos expresivos.

En fin, un pequeño conjunto de libros que muestra la actual creatividad en la ficción literaria en lengua española, sobre todo si tenemos en cuenta que ninguno de ellos forma parte a los catálogos de las editoriales más conocidas.

—————————————

Autora: Juana Vázquez. Título: Personajes de invierno. Editorial: Sapere Aude. Venta: Amazon

Autora: Lorea Wanstead Lluna. Título: Nosotras, el hombre. Editorial: Eolas. Venta: Amazon

Autor: Luis Artigue. Título: Café Jazz El destripador. Editorial: Pez de Plata. Venta: Amazon

Autora: Claudia Cabrera Espinosa. Título: Posibilidad de los mundos. Editorial: Universidad de Guadalajara.

5/5 (4 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios