Quien se haya preguntado si la Merda d’artista de Piero Manzoni es solo eso o una genialidad, necesita este ensayo de Laura Revuelta. Se llama Arte parece, plátano es, pero en él sí es oro todo lo que reluce, desde el título a la cubierta y las tripas. Para resumir lo que abarca, nada mejor que acudir al propio texto. Por un lado, la última frase: «Continuemos a lo nuestro: a seguir agitando el avispero». Por otro: «El arte, en mi opinión, debería ser un poco como el teatro griego, donde las cosas más terribles (y hay muchas en esta sociedad) salen a escena». La suma de ambas citas define el libro, donde la crítica y periodista cultural expone, agita y mete el dedo en la llaga de todo lo que llevamos de siglo más lo que arrastramos del pasado. Con mucho arte —había que decirlo— y con lo que, como dijo Wilde, hay que blandir cuando dices verdades para que nadie te mate: humor.
Por el ensayo desfila el arte que ni pintado, de los «ismos» a los NFT, de la mano de la cancelación, el género, la de(s)colonización, el ecologismo, los sintecho y —cómo no— la IA: «Queda visto para sentencia que solo al ser humano se le ocurre inventar una forma de inteligencia que imita la suya propia y que a su vez quiere acabar con ella». Lo atraviesa Duchamp de cabo a rabo, y no faltan Picasso, Warhol o Banksy (ni Cattelan, claro), pero tampoco Louise Bourgeois, Dora Maar, María Gimeno o Yayoi Kusama. Revuelta maneja datos y anécdotas en rápida sucesión, y no menos cifras a golpe de mazo, a menudo obscenas, pues, en este mundo que nos va quedando, el mercado fagocita toda (supuesta) revolución artística, la protesta social queda burlada por un sistema que la explota, y el arte contra el cambio climático pierde fuelle cuando contamina. Frente a esto y mucho más, Revuelta expone y analiza. «Al final», dice, «lo que cuenta, lo que vale, es el propósito original: decorar o trascender. He aquí el ser o no ser del arte».
Sus 21 claves para entender el arte del siglo XXI exprimen el tema sobre una mesa de disección bien iluminada. Sin dejar víscera por remover, se mueve con lucidez entre los que le hacen ascos a lo contemporáneo sin ver más allá de la boutade y los que lo adoran en el altar de lo sagrado y tratan al público de tonto. El objetivo: que «¡ENTENDAMOS!». Teniendo en cuenta cómo está el patio, es una auténtica revuelta —valga el chiste fácil—, porque ¿qué hay más revolucionario hoy en día que huir de la polarización? De modo que, pasen y lean, que este libro no podría haberlo escrito un niño de tres años ni está para hacer juego con el sofá.
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Autor: Laura Revuelta. Título: Arte parece, plátano es. Editorial: Taurus. Venta: Todos tus libros.
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