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El formol de la melancolía, de Gustavo Yuste

El formol de la melancolía, de Gustavo Yuste

Gustavo Yuste es un poeta, narrador y periodista nacido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, en 1992. Es Lic. en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires, periodista cultural y escritor. Colaboró para distintos medios como El Ciudadano (Chile), Revista Noticias, Perfil, Am750, Revista Kamchatka, el blog de Eterna Cadencia y es cofundador de la revista digital La Primera Piedra. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía, La felicidad no es un lugar (Santos Locos, 2019/ Liliputienses 2023), Electricidad (Sudestada), Accidentes del ánimo (Santos Locos) y El formol de la melancolía. En 2019 publicó su primera novela Personas que lloran en sus cumpleaños (Paisanita), en 2020 el diario de viaje El viento trae noticias. Postales desde Cuba (Entre Ríos), con edición en Argentina y España, y en 2021 el libro apto para todo público La fidelidad de los gatos (Mágicas naranjas). Turistas perdidos (Ediciones B, 2023) es su segunda novela publicada. En 2017 fue seleccionado en la Bienal Arte Joven Buenos Aires dentro de la categoría Escritores. Actualmente coordina talleres de escritura y lectura de poesía. Presentamos una selección de poemas de El formol de la melancolía (Santos Locos, 2023), su último libro de poemas publicado, en el que el autor, como nos viene demostrando con los anteriores, utiliza escenas e imágenes del día a día para imprimirles un carácter universal, atravesando temas como el amor, la familia, las mudanzas, la vida en la ciudad y en definitiva los vínculos emocionales y sus modificaciones en nuestra época, reflejando en el papel historias cotidianas que, como los muertos que todos guardamos en algún armario, quedan conservadas en formol en estas páginas y en nuestra memoria.

******

Podría estar pasando ahora

Un avión aterriza en medio de la oscuridad

aunque nadie lo estaba esperando.

Un animal corre por un campo tan extenso

que no parece perimetrado.

Una persona olvida por primera vez

un nombre que sabía de memoria.

Varias naranjas crecen en la misma rama

como si no quisieran estar solas.

Una idea importante se pierde en mi cabeza

igual que un turista confiado.

Un adolescente usa la ropa holgada

de su padre muerto

para volver a asistir al colegio.

Todos coinciden, aunque nadie lo dice,

en que parece una persona

que perdió demasiado peso de golpe.

Un avión despega en plena luz del día

aunque nadie lo despide.

Un animal duerme en un campo tan extenso

que no parece perimetrado.

Una persona olvida por quinta vez

un nombre que sabía de memoria.

Varias naranjas caen de la misma rama

como si no quisieran estar solas.

Una idea no demasiado importante

entra en mi cabeza como un conquistador.

Un adolescente nombra a su padre muerto

y se da cuenta de que le está cambiando la voz.

Un avión coincide por un microsegundo

en la misma línea recta

que el animal en un campo tan extenso

que no parece perimetrado.

Una persona se acuerda por primera vez

el nombre que creía olvidado

gracias al color de las naranjas

que comparten un plato

como si no quisieran estar solas.

Una idea que parecía importante

ahora no cumple las expectativas

igual que un adolescente

no rellena la ropa de su padre muerto
aunque lo intente.

***

Ilusionismo

I

Con la cara y el temple de un profesional,

mi padre se preparó para hacer su gran truco

ante la audiencia reducida de su familia:

Ahora me ven, 

ahora ya no me ven. 

 

II

También contorsionista,

sabe hacer los movimientos precisos

para entrar en los sueños.

 

III

Baraja y da de nuevo.

Me hace sacar un naipe y lo adivina

sin hacerme preguntas.

La comunicación entre nosotros

siempre se caracterizó por la austeridad.

 

IV

Este espectáculo melancólico

sólo se puede llevar a cabo

porque yo soy el voluntario

entre el público.

***

Ilusionismo VI: tres síntomas silenciosos

I

Daltonismo emocional:

todo lo colorido se ve gris

por culpa de la nostalgia.

¿Cuánto tiempo se puede regar

una planta de plástico por error?

 

II

Tristeza anacrónica:

el ruido que hace la púa sobre el vinilo

se parece al de una carta

escrita con violencia.

 

III

Dislexia corporal:

mis manos hacen gestos en falso,

esperan abiertas a que vuelva
lo que ellas mismas enterraron.

***

El formol de la melancolía

“Allí cayó la muerte, y allí está ahora, quieta
como un agua de pozo”

Circe Maia

I

El avión despega a una velocidad

mucho mayor de lo que esperaba.

Esa ciudad en la que pasé

los mejores y peores

momentos de mi vida

ahora es una maqueta inerte

que luce impoluta

gracias al formol de la melancolía.

 

II

Repasando los apuntes

escritos a mano y a las apuradas

de nuestra historia en común,

compruebo que los momentos amargos

se pudrieron con la rapidez

de una fruta caída en medio de la calle.

 

Las escenas felices,

por el contrario,

permanecen intactas

gracias al formol de la melancolía.

 

III

Al igual que los álbumes familiares

o la ropa de los muertos

que no nos atrevemos a ordenar,

tu recuerdo no se actualiza

ni se deforma con el paso del tiempo,

se conserva embalsamado

gracias al formol de la melancolía.

 

IV

Cada vez es más notorio

el correr de los años:

todos los días, algo nuevo

me hace notar que envejezco

y mi propia imagen

no es más que temporaria.

 

En mi memoria, en cambio,

el cuerpo de mi padre se mantiene a la perfección
gracias al formol de la melancolía.

***

Detalles

Un almuerzo familiar en el patio

es una forma de mirar al mundo:

una mesa abundante y estática

que hace de contrapeso de esas nubes

que se mueven a toda velocidad por el cielo.

Una lagartija verde se esconde detrás

de una salida de aire plateada

al mismo tiempo que alguien dice

La enfermedad se complicó.

 

Las etiquetas de las gaseosas,

antes coloridas, ahora parecen insultantes.

Los restos sobre la fuente

ya no esconden su utilidad

para futuras comidas.

Un celular vibra como un grillo

que fue descubierto entre las plantas

aunque nadie piensa en responder.

Como chicos andando en bicicleta

sobre el rastro de las ruedas de una 4×4,

las gotas de transpiración producto del sol del mediodía

parecen aprovechar el imperceptible surco

que trazaron las lágrimas.

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Autor: Gustavo Yuste. Título: El formol de la melancolía. Editorial: Santos locos poesía.

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