Dictablanda. El comité revolucionario del Pacto de San Sebastián fija la fecha del 15 de diciembre de 1930 para poner fin a la monarquía de Alfonso XIII. Sin embargo, el capitán Fermín Galán adelanta tres días la sublevación en la guarnición de Jaca. Temen quedar aislados por la nieve. Proclaman la República y se dirigen a Huesca, donde son derrotados por las fuerzas gubernamentales el 13 de diciembre. Al día siguiente, los capitanes Galán y García Hernández son condenados a muerte y fusilados.
Desde el aeródromo lanzan por telégrafo un llamamiento a la rebelión, pero el resto del ejército, al igual que la población, permanece indiferente. El golpe fracasa. Ramón Franco y otros conjurados huyen: primero a Portugal y después a Francia. En la aventura lo acompaña Pablo Rada, quien ya había sido su compañero en el histórico vuelo del Plus Ultra en 1926, travesía en la que recorrieron 10.000 km entre Palos de la Frontera y Buenos Aires, cosechando fama y gloria internacional.
Gracias a pasaportes uruguayos, obtenidos tras dicha hazaña, y a las 2.000 pesetas enviadas por Francisco Franco, Ramón y Rada logran llegar a Amberes. Desde allí, entran en contacto con la oposición republicana española de Francia y Bélgica, particularmente con los anarcosindicalistas y con Francesc Macià.
En 1931, tras la proclamación de la República, ambos fueron indultados y regresaron a España para implicarse activamente en la vida política. Ramón Franco fue nombrado director general de la Aeronáutica Militar y se presentó a las elecciones constituyentes por el Partido Republicano Revolucionario (PRR), junto a Blas Infante en Sevilla, y como independiente federalista en Barcelona.
Durante la campaña electoral, Ramón utiliza el aeródromo de Tablada como base de operaciones. En un mitin en Lora del Río, el 24 de junio, el escenario se desploma y resulta herido. Se habla de un posible atentado. En la base aérea se realiza durante esos días una importante concentración de aviones provenientes del Protectorado. El día 27, el ministro de la Gobernación, Miguel Maura, manda al general Sanjurjo, entonces director general de la Guardia Civil, que acusa a los oficiales de preparar una rebelión contra la República. Se incautan seiscientas bombas. Ramón Franco evita la detención por su condición de aforado; Blas Infante niega cualquier intención golpista, sugiriendo que se exageraba para desacreditar la campaña del partido, en la que también participaban Rada y el anarquista Pedro Vallina. Una investigación reciente respalda la teoría del notario andalucista.
Franco se dio de baja en el Ejército y se centró en la política. En las elecciones del 28 de junio de 1931 fue elegido diputado, tanto por Sevilla como por Barcelona, optando finalmente por el escaño de Barcelona e integrándose en el grupo parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). En un mitin llegó a declararse partidario de una “Federación de Repúblicas Ibéricas”. Más tarde, Alejandro Lerroux lo nombra agregado aeronáutico en Washington, dicen que para evitar que su espíritu aventurero siguiese enredando la política nacional.
Según Paul Preston, Ramón Franco comentó a Francisco Guarner lo siguiente sobre su hermano: “Mira, Guarner, Paco por ambición sería capaz de asesinar a nuestra madre y por presunción mataría a nuestro padre”. Sin embargo, al estallar la guerra, Ramón se une a los nacionales, quizás obligado por los lazos familiares, puede que también impresionado por el asesinato de Ruiz de Alda, compañero del Plus Ultra, en la cárcel Modelo. Su hermano lo nombró jefe de la base de hidroaviones de Pollensa, en Mallorca, donde perdió la vida en una misión en octubre de 1938, posiblemente mientras se disponía a bombardear Barcelona durante la despedida a las Brigadas Internacionales.


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