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El pudor de ubicar una novela

El pudor de ubicar una novela

La última novela de Joaquín Berges, Ganas de vivir (Tusquets), tiene como protagonista a una familia que posee una empresa de pompas fúnebres y que, de tanta proximidad con la muerte, tiene una curiosa forma de valorar la vida. Pero la auténtica protagonista de la novela tal vez sea la ciudad donde transcurren los hechos: Zaragoza.

En este making of, Joaquín Berges cuenta por qué ha tardado tanto en ambientar una novela en su ciudad natal.

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Cuando comencé a escribir, hace ya muchos años, no ubicaba la acción narrativa en ningún lugar concreto. Mis tres primeras novelas (El club de los estrellados, Vive como puedas y Un estado del malestar) no incluyen nombres de calles, plazas, parques, ni por supuesto el de ríos, bosques, montes o ciudades. Pueden haber sucedido en Málaga, en Cuenca o en Santander, porque tampoco hay ninguna señal marítima o montañera que las sitúe en ningún punto concreto de la Península Ibérica. No era nada casual: era buscado a conciencia, como parte de mi poética de narrador. La ficción no tiene por qué compartir lugares y escenarios con la realidad, pensaba yo entonces. ¿Qué más da dónde suceda una historia de ficción?

En mi cuarta novela, La línea invisible del horizonte, todo dio un giro y ubiqué una historia de remordimientos y superación personal en la comarca del Sobrarbe, en pleno Pirineo de Huesca. Fue mi homenaje particular a esas montañas de pinos, peñas y nieves que tanta paz me han proporcionado desde que era un niño. Aun así, no me atreví a elegir un pueblo real —eso habría sido demasiado—, y decidí que la acción transcurriese en un pueblo inventado, de nombre Sinia, que todavía no aparece en Google Maps (no pierdo la esperanza de que algún lector lo ponga un día en su sitio).

"Esta ha sido la evolución de mi poética de narrador: de negarme a ubicar la acción he pasado a convertir la ubicación en la protagonista de una novela"

Y a partir de ahí comencé a ubicar. Una sola palabra transcurre en Madrid, aunque la protagonista procede de Zaragoza y a mitad de novela se hace una breve visita a la ciudad. En Los Desertores se recorre el camino real que separa Madrid de Amiens, en el norte de Francia, en busca de la tumba de un soldado de la Primera Guerra Mundial. Y en Peregrinas, mi penúltima novela, se hace el camino de Santiago al revés, viajando hacia Tarragona en lugar de hacia Santiago de Compostela, mientras se convence a uno de los personajes de que está visitando Burgos, León y Ponferrada en lugar de Zaragoza, Lérida y Montblanc, lo que significa que los lugares por los que van pasando, siempre al borde del equívoco, constituyen los verdaderos protagonistas de la novela.

Esta ha sido la evolución de mi poética de narrador: de negarme a ubicar la acción he pasado a convertir la ubicación en la protagonista de una novela. Pura coherencia al estilo de las leyes de Murphy.

"No estoy seguro al cien por cien, pero es posible que haya superado de una vez por todas el trauma del narrador y sea capaz de aceptar que la ficción suceda en los lugares reales que he frecuentado"

Ahora llega Ganas de vivir, mi último trabajo recién publicado, una historia de pasión y casi obsesión, protagonizada por una familia que posee una empresa de pompas fúnebres y tiene una forma muy particular de valorar la vida, quizá porque no hay nada más trascendente que la muerte con la que ellos conviven a diario. Y por fin la acción transcurre íntegramente en mi ciudad natal, Zaragoza, y sus barrios más conocidos.

Me pregunto por qué me ha costado tanto llegar hasta aquí y supongo que es un caso de pudor literario. He tratado de separar los dos ámbitos en que me muevo, la realidad y la ficción, temiendo contaminar el uno con el otro, como si las intimidades que guardan los escenarios donde transcurrieron mi infancia y juventud pudieran pasar los filtros de contención para acabar en la ficción que estaba narrando.

No estoy seguro al cien por cien, pero es posible que haya superado de una vez por todas el trauma del narrador y sea capaz de aceptar que la ficción suceda en los lugares reales que he frecuentado, sin perder su capacidad de evocación literaria y sin convertirme a mí en el personaje de una novela de autoficción. Al menos, no todavía.

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Autor: Joaquín Berges. Título: Ganas de vivir. Editorial: Tusquets. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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