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Erosión, destrucción, mutilación…

Erosión, destrucción, mutilación…

El último ensayo de Francesc Cornadó es una reflexión sobre la contribución del tiempo a la Historia del Arte. Porque el paso de los años, de las décadas y hasta de los siglos deteriora los cuadros, las esculturas y, en general, las manifestaciones artísticas hasta tal punto que puede llegar a perfeccionarlas o, cuando menos, llenarlas de nuevos significados. Porque el tiempo es, de algún modo, un cincel implacable.

En este making of, Francesc Cornadó nos abre el apetito para leer después Arte deteriorado (SD-Edicions).

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El artista suizo Jean Tinguely construyó en 1960 una máquina-escultura que se autodestruía llamada Homenaje a Nueva York. La obra fue presentada en el Museum of Modern Art, de Nueva York y allí, en las salas del MOMA, la máquina-escultura se autodestruyó, tal como se había programado, dejando, eso sí, algunos fragmentos para que quedara constancia de su existencia destruida. Esta destrucción de la obra de Tinguely fue considerada en sí misma como una obra de arte. Una crítica más o menos pirotécnica contra el dadaísmo.

Hay, sin embargo, otras destrucciones que son provocadas y que van contra el arte, contra su significación o contra algún determinado sistema de valores éticos o estéticos. Se trata ataques intencionados realizados violentamente con medios mecánicos o químicos.

"Otras obras acaban deterioradas por errores involuntarios, por accidente o debido a la acción del tiempo. El tiempo es el escultor de cincel implacable"

Hay agresiones por razones ideológicas. Hemos visto cómo la intolerancia, con un martillo ristre, arremete contra todo lo que es contrario a su fanatismo y, como consecuencia, todo puede acabar en unos fragmentos elocuentes que nos hablan de ignorancia y barbarie.

Algunas de las agresiones que hemos visto sólo perseguían notoriedad y espectáculo que luego se difunden en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Encontramos obras que se han deteriorado voluntariamente y con buena voluntad, creyendo, el “artista deteriorador”, que con su acción las podría mejorar. Otras obras han sido deterioradas por una censura puritana que no deja de ser una forma de intolerancia ideológica.

Otras obras acaban deterioradas por errores involuntarios, por accidente o debido a la acción del tiempo. El tiempo es el escultor de cincel implacable.

Errores, intolerancia, incultura, protesta, envejecimiento… nos han legado un conjunto de obras de arte deteriorado que reclaman una reflexión sobre su estado actual, distinta de la obra original.

"Damos rienda suelta a nuestra imaginación cuando pensamos en la alteración cromática de algunos lienzos del Renacimiento, pinturas de Van Gogh o cuando vemos las pequeñas fisuras que aparecen en el cuadrado Negro de Malevich"

Una reflexión sobre los mármoles mutilados, las pinturas decoloradas o las arquitecturas destruidas es lo que me incitó a escribir este pequeño ensayo en el que se plantea la fragmentación, el deterioro provocado, la acción del tiempo e incluso propone una metáfora sinfónica sobre una imaginaria componente musical del arte deteriorado.

Aquellas obras de arte deteriorado de las que desconocemos su estado original, estimulan nuestra imaginación. Podemos llegar a imaginar unas composiciones ideales que, naturalmente, acuerdan con nuestro gusto estético, podemos imaginar gestos o movimientos de los mármoles fríos y podemos, incluso, recrear cuerpos armónicos más o menos apolíneos.

Damos rienda suelta a nuestra imaginación cuando pensamos en la alteración cromática de algunos lienzos del Renacimiento, pinturas de Van Gogh o cuando vemos las pequeñas fisuras que aparecen en el “cuadrado Negro” de Malevich. Imaginamos la completitud de la estatuaria griega o el cromatismo y decoración de las arquitecturas clásicas.

"El libro ha sido construido a partir de una especulación estética sobre el deterioro y la interpretación de la obra deteriorada"

En el libro se presentan unos pocos ejemplos de obras de arte deteriorado que van desde la estatuaria griega hasta el arte actual.

La brevedad de este pequeño ensayo apunta y propugna futuras reflexiones, donde analizar aquellas obras cuyo estado original desconocemos y que ahora se nos presentan mutiladas, aquellas otras de las que conocemos su estado anterior al deterioro y también una reflexión sobre las restauraciones.

El libro ha sido construido a partir de una especulación estética sobre el deterioro y la interpretación de la obra deteriorada. Con este material y con el conocimiento y visionado de muchas obras de arte deteriorado se ha compuesto un ensayo que, por razones editoriales, reclamaba brevedad y concisión.

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Autor: Francesc Cornadó. Título: Arte deteriorado. Editorial: SD-Edicions. Venta: Todos tus libros.

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