Historia íntima del Bernabéu, de Ángel y Marta del Riego Anta

Los hermanos del Riego Anta, Ángel y Marta, han unido fuerzas para escribir a cuatro manos un libro que demuestra que el Santiago Bernabéu es un país en sí mismo: tiene su propia historia, pero también tiene —y tuvo— sus propios reyes, príncipes y mendigos. Historia íntima del Bernabéu muestra el alma más secreta de uno de los campos de fútbol más icónicos del mundo.

En Zenda reproducimos las primeras páginas de Historia íntima del Bernabéu (La esfera de los libros), de Marta del Riego Anta y Ángel del Riego Anta.

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Prólogo

El Madrid ha sido en tétricos momentos de su historia un club gobernado desde un asador en el que cualquier comensal llamaba al entrenador y este se le ponía para hacer la portada, y pobre de él si se quedaba sin cobertura. Un club proclive a la dictadura ideológica y sensible al discurso impuesto: lo español por encima de lo extranjero per se; el tiqui-taca porque con él conquistamos el mundo y no jugar así es antipatriótico o herejía; filtraciones consentidas o lanzadas directamente por el entrenador, y todo por ahí. Al Madrid, cuando no está en crisis, se le organiza una rápidamente, así Ronaldo cumpla años y llene un autobús de amigas. Menos mal que al menos dio para una gran canción de La Costa Brava.

Mourinho no rompió la hegemonía del Barça como tampoco Cruyff rompió la blanca en sus dos primeros años —que dedicó a hacer malabarismos cada vez que veía al Madrid enfrente—, pero lo tuvo en órbita haciendo un fútbol de vértigo para llenar el Bernabéu de goles. El Madrid se extirpó suficientes complejos como para permitirse disfrutar del aire fresco que da saberse a la intemperie mientras se iban retratando todos los que creían que el equipo tenía que jugar así y asá, hablar de esto y aquello, perder de una manera y otra, solo por una suerte de evocación de un madridismo que hunde sus raíces en el tiempo en el que las cosas no tenían nombre.

Ajeno a causas identitarias y banderas de reivindicaciones históricas, liberado por tanto de la presión de ser el ejército desarmado de nada y sin la protección de la prensa, el Madrid se hizo no sensible al entorno ni a mangoneos, y en aquellos años se empezó a conocer —ya se había gestado en blogs como «Fans del Madrid»— una generación impresionante de escritores merengues, como Ángel del Riego, Meseta en internet, que destaca por su poesía, su distancia y su eco. Junto a la novelista Marta del Riego han vuelto al Real Madrid para psicoanalizarlo y exhibir el resultado en este libro deslumbrante que se da el lujo de contar así la última remontada europea de la Catorce: «La actual forma de entrenamiento, “toque y me voy”, juego colectivo por encima de la individualidad, táctica que abruma el egoísmo innato del niño, hace que Europa esté llena de jugadores de nivel medio que dan un siete en todo: físico, rapidez, táctica, esfuerzo, disparo y solidaridad. Pero cuando falta el oxígeno, con eso no vale. Los soldados de plomo construidos en el City fueron devorados por las llamas del Bernabéu. Y donde el Madrid ha levantado futbolistas inmunes a la catástrofe, el Manchester City tiene personajes de un belén viviente que se quedan inmóviles cuando no les llega el aliento de su artífice. Y el plan nunca funciona a partir del minuto 80».

MANUEL JABOIS

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Las noches en las que todo fue posible

Descripción de las tres eliminatorias de Champions contra el PSG,
el Chelsea y el Manchester City, donde el espíritu del Bernabéu
empujó al Madrid hacia victorias más allá de la razón.

Emilio Butragueño compareció ante las cámaras. Sencillo y tierno como una virgen de Murillo, a Butragueño le tembló ligeramente la voz: «El sorteo ha sido lamentable, muy difícil entenderlo», dijo, carraspeó antes de darse la vuelta y se fue.

Esas palabras en boca del Buitre, significan lo mismo que la destrucción de una ciudad para Godzilla. Son formas diferentes de expresar un malestar interior. Butragueño, como directivo oficial del Madrid que es, ha hecho de la contención y el traje azul marino una forma de vida, sabiendo que los demonios del club blanco se desatan sobre el césped y nada más que sobre el césped. Así que el Madrid estaba contrariado.

El escenario era el sorteo de las eliminatorias de la Champions League 2021/2022, donde en primera instancia le había tocado el Benfica de Lisboa para medirse en octavos de final. Buen rival, ciudad cercana, país amigo. Hubo una serie de confusiones y el sorteo se tuvo que repetir. En segundas nupcias, al Real Madrid le toca el Paris Saint-Germain, el equipo de Sergio Ramos, de Lionel Messi, de Neymar y de Kylian Mbappé. Aquel diciembre de 2021 Butragueño se retuerce en su asiento. El PSG, un coloso permanentemente en llamas, contra un Madrid huérfano de significado. Un Madrid que, para modernizarse, había escogido el pasado: Carlo Ancelotti. Al otro lado, Mbappé destructor de mundos, la promesa de una vida mejor con la que Florentino Pérez llevaba seduciendo al fiel creyente madridista desde hacía más de un lustro. Más allá de la dificultad, al Madrid no le convenía un enfrentamiento que podía dejar rencores en el futurible delantero francés, todavía objetivo prioritario del club de Concha Espina.

¿Qué es el PSG? Un mostrador del poder árabe en el centro neurálgico de Europa: París. Estrellas amontonadas como maniquíes en un escaparate. Messi había llegado en el verano de 2021 y con él en la plantilla, el equipo parisino se convierte en la réplica de los galácticos de 2004. Jugadores fantásticos pasados de fecha y un equilibrio inestable atronador. Con más banquillo que aquel Madrid, pero con menos peso en la camiseta. Una superproducción. Quizás el Titanic. Pero, ah, los naufragios, qué hermosos son mientras se consuman.

9 de marzo de 2022. Las lonas azules cubrían una parte grande de un Santiago Bernabéu en obras. El público acudía sin muchas ganas a ver ese Madrid ni antiguo ni moderno, ni decadente ni espléndido que iba dibujando Ancelotti desde su pasmosa tranquilidad.

No era un equipo al que silbar, ceñudo y mezquino.

No era insípido ni era salvaje.

No era grandioso.

Tampoco era un Madrid de entreguerras, con personajes salidos de una comedia de situación, en los que el hincha más visceral se ve reflejado.

No era un acto teatral sin salida, una parodia contra la que el público se levanta y hace ondear sus pañuelos.

Era como la voz de las olas para un navegante, un pequeño placer reconocible. A ratos era insinuante, otras rutinario. Pocas veces el juego era pleno, pero había una sensación de fondo: quedaba un acertijo por descifrar en ese equipo, tan ganador como ningún Madrid, tan agotado como el siglo XX, tan enigmático como la realidad. Porque es un enigma que los mismos jugadores construyan pequeñas civilizaciones diferentes de año en año. Zinédine Zidane se había ido con su sonrisa inescrutable, con la que sellaba una época gloriosa, y Ancelotti fue el siguiente elegido. Tras el ascetismo institucional del francés, ¿se buscaba la continuidad, la normalidad, quizás la nada?

No puede haber normalidad en un club hecho de un horizonte de victorias sucesivas sin principio ni final. Y la continuidad la darían los jugadores, que eran casi los mismos. La impronta de Casemiro, Toni Kroos y Luka Modrić es un sello que traspasa entrenadores, épocas y estados de ánimo. Se jugará a lo que salga de sus botas. Y como el público del Bernabéu iba a comprobar en esta Champions, dentro de un partido de fútbol caben eras enteras, glaciaciones, guerras, hambrunas, sometimiento y éxtasis. Una construcción megalítica dentro de la cual impera un orden sagrado. Vayamos a los hechos.

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Autores: Ángel del Riego Anta y Marta del Riego Anta. Título: Historia íntima del Bernabéu. Editorial: La esfera de los libros. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.