Homenaje a Fernando Marías, Maria Antònia Oliver, Javier Abasolo y Domingo Villar

Conocí a Domingo Villar a través de sus libros, después en una edición de Cartagena Negra y coincidí de nuevo con él en Granada Noir. Era un tipo inteligente, agudo y culto, con quien disfrutaba tanto de su conversación como de sus novelas.

A Fernando Marías lo conocí gracias a su pareja y también escritora, Rosa Huertas. Entrevisté a Fernando en un episodio sobre la mujer fatal para el pódcast que realizo, Un día de libros. Él era un experto en literatura y en cine, un tipo reflexivo y, sobre todo, muy generoso. Dan fe quienes le conocieron.

Ni con Javier Abasolo ni con Maria Antònia Oliver tuve oportunidad de coincidir. De Javier Abasolo me hablaron algunos de sus amigos y compañeros de letras, los escritores Jon Arretxe, Javier Sagastiberri y Juan Infante, en varias ediciones de la Semana Negra de Gijón. Siempre hablaban bien de él, de su generosidad y de lo buen tipo que era.

Maria Antònia Oliver hacía años que no escribía novela negra y que vivía retirada en su casa de Mallorca. Creo que la última ocasión en la que participó en un evento literario de novela negra fue en el festival Las casas ahorcadas de Cuenca en 2019. Su paso por la negra fue efímero, pero crucial.

He querido cerrar el año de La gota de sangre con este homenaje a los autores fallecidos, homenaje que no habría podido realizar sin la ayuda de Gori Dolz (director de Alrevés Editorial), Àlex Martín Escribà (profesor de la Universidad de Salamanca), Uxue Razquin (editora de Editorial Erein) y Ofelia Grande (directora de la Editorial Siruela).