Joecar Hanna: “El cine me ha ayudado a dejar atrás el dolor”

Joecar Hanna define el Festival de Cannes como «el evento con el mayor caos perfectamente ordenado que he visto», afirma. «Es una gigantesca máquina de mil engranajes que funciona a la perfección. Es intenso, es dramático, es absorbente. Su ritmo posee una belleza única. Es una obra de arte en sí mismo. Lo disfruté mucho, pero fue tan intenso que no terminé de procesar la experiencia hasta semanas más tarde. Ir a la vez que Spike Lee con su propio proyecto fue un privilegio que no olvidaré nunca, demasiado especial para expresarlo en pocas palabras».

La próxima etapa de su ascenso es el TIFF, uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo, que atrae tanto a profesionales como a cinéfilos, que ejerce un papel de plataforma para estrenos de películas relevantes del año y que marca el inicio de la temporada de premios de Hollywood. Su programación incluye una selección oficial de cortometrajes procedentes de todo el mundo, en la que se integra Talk Me, junto a otros 48 proyectos de 28 países. Su vertiginosa carrera no le ha hecho perder el contacto con la realidad. «El éxito es muy relativo. Creo que es mejor centrarse en el proceso. Cuando miro a la gente de mi alrededor me recuerdan lo mucho que ya he conseguido hasta ahora. Y lo agradezco y valoro a diario, de verdad. Pero a la vez es relativo, dependiendo de fases vitales y entornos. Gente de mi entorno me dirán que es un éxito, pero yo miro a otros lugares, y hay gente viviendo de esto, haciendo lo que quiere, cómodamente, bien instaurada en la industria, y a veces sin hacer mucho ruido pero con un ritmo estable. Para mí eso sería el éxito. Cuando no has tenido selecciones o nominaciones como estas es cierto que persigues más esos títulos. Pero luego te das cuenta de que eso es lo de menos, que trabajar, formar parte de una comunidad, una cadena, una industria, y ofrecer experiencias placenteras a una audiencia es para lo que estamos. Los éxitos no se deben perseguir, vienen dados por alguien que sigue fielmente y con honestidad y generosidad su propio proceso. El éxito vendrá si todo eso se alinea y se celebra que una audiencia ha conectado, se ha emocionado, y ha validado esos esfuerzos. Yo, personalmente, pienso en esa dualidad. Estoy muy feliz de poder haber hecho los proyectos que he hecho y orgulloso de ellos: eso es una parte importante de la felicidad. Luego, que la audiencia los acoja completa la ecuación y es un pleno. Pero es importante estar activo y contrastar todo el rato lo que te satisface sin perder nunca de vista a la audiencia para no acabar siendo demasiado egoísta en la creación».

Su primer éxito internacional fue Deliver Me, un corto estrenado en el festival SXSW de Austin (Texas), en 2023. «Gracias a este proyecto encontré a mi equipo y representantes, y empecé a conseguir productores grandes que se han involucrado en un largometraje basado en él. Deliver Me es una exploración de la toxicidad mediante una metáfora, en forma de un relato de ciencia ficción, historia de una persona que decide clonarse para casarse consigo misma. Pero lo que cree que será la relación de amor perfecta le lleva a descubrir el horror de la toxicidad no tratada en su máxima expresión. La obra es más aséptica de lo que la temática da a entender. Estamos viendo a estas dos personas en una casa intentando ser perfectos, y probablemente fallando, y mucho, en el proceso».

En Talk Me también crea un mundo imaginario en el que practicar sexo en cualquier momento y en público está perfectamente normalizado, mientras las conversaciones más o menos íntimas se reprimen por estar mal vistas. Una radical inversión de hábitos sociales como la que apuntó Buñuel en el festín escatológico, una de las escenas más provocativas de El discreto encanto de la burguesía. «No conocía esta obra, pero varias personas me lo han comentado, y es una coincidencia curiosa que mi corto se proyectara precisamente en la Sala Buñuel». El protagonista es Pedro, un mestizo atrapado en un matrimonio sin pasión, que encuentra una vía de escape a través de la música. Escuchar y cantar canciones es en esa sociedad imaginaria un hábito considerado una infidelidad emocional. Cuando conoce a Kira, otra forastera que comparte su anhelo por una verdadera intimidad, ambos inician un arriesgado romance basado en la oralidad. «He creado una realidad paralela, con reglas invertidas sobre la intimidad y la comunicación; no solo como un experimento narrativo, sino para resaltar cómo ciertos conflictos emocionales y sociales permanecen constantes. Al enmarcar la historia como una fábula metafórica, los espectadores pueden involucrarse abiertamente sin sentirse juzgados, favoreciendo así una profunda reflexión personal».

Hanna asume el papel de intérprete protagonista junto a Carlos Gorbe y Melanie Smith, y la coproductora, Patricia Picazo, es responsable de las localizaciones en distintos escenarios de Valencia: Port de Sagunt, el Grau Vell y Alginet. Fiel a lo que ya es una constante en su obra, los personajes alternan varios idiomas: castellano, cantonés, fang, valenciano y catalán. «Tengo una batalla personal con las lenguas uniformes del cine, un idioma muy fijo que percibo como antinatural en nuestro mundo. Hay que mezclar todo lo que fluye, todo lo que convive y debe convivir».

Hasta los 28 años vivió en Valencia, donde su origen mestizo chino libanés le llevó a experimentar cierta marginalidad y discriminación más o menos sutil. «Cuando los demás te juzgan diferente, te sientes como más pequeño, falto de algún tipo de privilegio que los demás sí ostentan. De pequeño no me atrevía a hablar en chino con mi madre». Ese cúmulo de experiencias dolorosas fue creando un poso que ha sabido mudar en materia artística en sus filmes. «El cine me ha ayudado a dejar atrás el dolor. Considero mis cortos como una crítica pero también una carta de amor, porque amo a Valencia, y no solo porque me guste la horchata con fartons (risas), o eche de menos mis caminatas por la Calderona».

El éxito obtenido no es un regalo caído del cielo, sino un trofeo ganado a pulso mediante un intenso entrenamiento. Estudió en el CEU de Valencia Comunicación Audiovisual y Publicidad. «Unos años muy fructíferos, aprendí mucho, sobre todo en las asignaturas en torno a la creatividad en publicidad, que fueron esenciales para abrir mi mente, así como unos cuantos profesores con los que mantengo una relación especial».

En sus cortos es el perfecto hombre orquesta que interviene en todas las fases y facetas, desde el guión a la interpretación. «Esa diversidad es consecuencia del máster, pero me funciona bien. El cine es colaborativo y yo amo la colaboración. En cada proyecto formas una especie de clan o familia». Hanna se inició profesionalmente como editor de varios largometrajes y una serie de televisión. Tras mudarse a la Gran Manzana, destacó en el Máster de Cine (MFA) de la Universidad de Nueva York (NYU) por su trabajo como guionista y director, alzándose con el premio Black Family por el guion de la citada Deliver Me.

Esta película, su debut en la ficción narrativa, se estrenó en el festival SXSW 2023 dentro de la competición oficial de cortometrajes, fue adquirida por Canal+, y le valió la beca Ang Lee para su tercer año en Nueva York. También fue seleccionado como uno de los cinco directores y guionistas becados en la prestigiosa Marcie Bloom Fellowship, de Sony Pictures.

Él mismo describe en pocas palabras el proceso que le ha llevado a una primera línea de acción: «Al principio me establecí como editor, pero también hice variedad de funciones en varias películas, trabajando en departamentos de cámara, sonido y editorial. También codirigí un documental, fui ayudante de dirección en dos largometrajes, y edité seis largometrajes en cuyos rodajes siempre pedía estar en set para seguir aprendiendo. Es una fase clave para haberme iniciado como director con confianza. Cuanto más fallos acumulas en proyectos propios o eres testigo de errores ajenos, más respuestas almacenas en tu archivo personal para evitarlos, prevenirlos, o activar planes B lo más rápido posible y no estancarse ante posibles crisis en set. La razón de cualquier éxito que esté teniendo, creo que es la rapidez en la toma de decisiones gestionando un equipo de modo que afecten lo menos posible al proceso creativo», concluye el prometedor cineasta.