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Julián Casanova, historiador: “Franco era un dictador dependiente”

Julián Casanova, historiador: “Franco era un dictador dependiente”

Catedrático de Historia Contemporánea y experto en el siglo XX español, Julián Casanova ve legítimo recordar a Franco 50 años después de su muerte y ha escrito una biografía pensando en los lectores del siglo XXI y poniendo el acento en el contexto que facilitó su permanencia en el poder durante cuatro décadas.

“Franco era un dictador dependiente”, ha dicho en una entrevista con Efe, “primero de los fascismos, también de Gran Bretaña, que le marcaba el ritmo, y después de Estados Unidos, vendiendo una parte de la soberanía a través de las bases”.

Casanova asume que haya quien piense que esta es una biografía para “subirse al carro” del cincuentenario de Franco; él la considera “la culminación” de su trayectoria, de la que forman parte títulos como República y guerra civil (2007) o España partida en dos: Breve historia de la guerra civil española (2011). “El ruido me preocupa”, concede, “y sobre todo que los jóvenes empiecen a creer que la dictadura y la democracia son iguales”. A su juicio, lo importante “no es si Franco fue un criminal de guerra o un santo”, sino “explicar cómo una persona como él, que algunos dicen que será mediocre, otros que ha estado predestinado, ha estado 40 años en el poder”.

Desde el punto de vista historiográfico, lo más novedoso del libro, titulado Franco y editado por Crítica, es la parte final, procedente de las filtraciones de Wikileaks, que contextualiza lo que sucedía mientras el caudillo agonizaba y se acercaba la Transición. “Aquí vinieron dos presidentes muy importantes, Nixon en el 70 y Ford en el 75, y no vienen a ver a Franco para darle la mano. Nixon quería ver lo que se cocía aquí, también con el príncipe (Juan Carlos), y le invita después a la Casa Blanca“.

Casanova recuerda que gracias a las filtraciones de Wikileaks se supo que en esa visita Nixon le dijo a Juan Carlos de Borbón “que no se preocupara por la democracia y que fuera simpático”. En cuanto a la visita de Ford, señala que éste le trasladó a Franco que España “no debería apoyarse ya en la dictadura. España era un país destruido y empobrecido, pero a partir de los años 60 es un país importantísimo donde penetra el capital y lo hace sabiendo que ahí no hay ni sindicatos ni nada que se pueda oponer durante un tiempo”.

Tras dar unas pinceladas sobre su infancia, el libro arranca con su etapa africana, que le aupó como héroe militar, su iniciativa de contactar con Hitler y Mussolini al principio de la sublevación militar para facilitar el salto de sus tropas a la península, y el desarrollo de la contienda.

El punto de inflexión es el final de la Segunda Guerra Mundial y la caída de los fascismos en Europa, cuando entra en escena el aliado americano. También se detiene en cómo los Franco “usaron el patrimonio nacional como propiedad privada” y cómo se sirvió de “la corrupción a escala masiva” para garantizar “la lealtad y fidelidad personal”, o en el papel de la Iglesia.

Casanova no busca poner el foco en su vida privada o en lo anecdótico, sino “utilizar su biografía para ampliar nuestra comprensión de procesos históricos tan complejos como la guerra, la revolución, la dictadura y las políticas de exclusión y exterminio”. Frente a la tendencia mediática de reducir la historia a lo anecdótico o la resistencia a la memoria histórica, dice que “la Historia es como un coche: tú avanzas pero de vez en cuando miras por el retrovisor, porque si no te la pegas”.

Y a los que defienden hoy a Franco como “el modernizador” de España, por las políticas del desarrollismo, señala que no se pueden ocultar los costes sociales y de víctimas. “La gente piensa que esto de la España vaciada es nuevo, pero son costes de la modernización, los pantanos, la destrucción de los pueblos…”.

Casanova invita a no minusvalorar las señales de peligro de la democracia y pone el acento en la propaganda que circula en redes como TikTok. “Nadie quiere advertir estas cosas, nadie se toma en serio la semilla de Trump, nadie se toma en serio el spa que van a montar en Gaza”, e insiste: “En la historia, en todas las grandes coyunturas de quiebra, siempre hay gente que advierte, como Primo Levi o como la Escuela de Frankfurt, y después lo sacamos y decimos: Fíjate lo que decía este“.

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Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
1 mes hace

Primo Levi no advirtió nada, el fue una de las víctimas del Holocausto y dio testimonio de la inhumanidad de la barbarie nazi. Se esforzó en sobrevivir porque quería que el mundo se enterara de todos los horrores que un grupo de hombres perpetraron contra millones de hombres, mujeres y niños inocentes e indefensos, de la bestialidad humana que perpetró el Holocausto y que le hizo perder la fe en Dios y en la Humanidad.
En relación a Francisco Franco no es cierto que fuera un Dictador “dependiente”, fue un Dictador “pragmático”. Un Dictador tiene, por esencia, una desmedida ambición de mando y por eso busca ejercer el poder, y Franco, un militar de carrera y no un demagogo disfrazado de militar como Benito Mussolini (un periodista, dirigente sindical, político culto y exitoso, el primero en usar la radio como instrumento de agitación política) y su discípulo Adolfo Hitler (un improvisado con apenas educación secundaria y la astucia del estafador), no cometió la burrada de subordinarse a ningún gobernante extranjero, aunque lo hubieran auxiliado durante la terrible Guerra Civil Española, por esto no se subordinó a Hitler como Mussolini, no se subordinó a Mussolini y tampoco aceptó la propuesta de Hitler de permitir el paso de los ejércitos alemanes para tomar el Peñón de Gibraltar, expulsar a los británicos y obstaculizar el acceso al Mediterráneo de la Royal Navy. Franco recordó a Napoleón Bonaparte y cómo engañó a los ilusos (por decir lo menos) Carlos IV y a su valido Godoy con la carnada de repartirse Portugal. Franco desperdició la aparente oportunidad de recuperar Gibraltar porque temió la perfidia de Hitler como debió temer Carlos IV y Fernando VII la perfidia de Bonaparte y por no hacerlo le acarrearon a España la ocupación francesa y la Guerra de Independencia (1808-1814) para expulsar a los ejércitos extranjeros. Franco nunca fue un iluso y se infravalora su inteligencia. Franco no podía expresar su oposición a las fanfarronerías de Adolfo Hitler aunque entendió que meter a España en una nueva Gran Guerra de Europa era una desmesura gigantesca, porque España recién salía de su Guerra Civil y con un triunfo de Alemania quedaría a su merced y por eso decidió mantenerse neutral y mantener a España fuera de la guerra y para esto pidió el oro y el moro a Hitler para que éste rechazara el precio exorbitante y se conformara con el suministro de materias primas de España. El Almirantazgo Británico entendió la díficil situación política y militar de Franco y actuó en forma inteligente para hacer posible la neutralidad de España. Franco estaba seguro que la Segunda Guerra Mundial sería ganada por los Estados Unidos y sus aliados, porque conocía la historia de la Primera Guerra Mundial y el poderío militar e industrial de Estados Unidos. También sabía que al terminar la Segunda Guerra Mundial se produciría forzosamente un reacomodo de alianzas porque la comunista Unión Soviética era auxiliada y aliada de Estados Unidos y Gran Bretaña por la necesidad militar de destruir a la Alemania Nazi, y al lograrse la victoria tal insólita alianza terminaría y otra vez el comunismo sería el enemigo a enfrentar. Todo demócrata detesta las Dictaduras pero nada se gana con no ver la realidad de los hechos: Franco, como todo Dictador, no se subordina de buen grado a otra voluntad distinta a la suya propia, solo por fuerza, y actuó con el pragmatismo propio de un político maquiavélico, como lo era. Solo Winston Churchill, un militar de carrera, de escuela, como el mismo Franco, entendió las necesidades de la guerra como él, porque hasta Stalin (un político profesional) era un disfrazado de militar, de “Mariscal”, y fue un iluso que se dejó engañar por Hitler con la partición de Polonia para después invadir la Unión Soviética. Desde que estalló la Segunda Guerra Mundial Franco estaba claro que a largo plazo se impondría la victoria de Estados Unidos y Gran Bretaña y por esto maniobró en un mar tormentoso para no ser atacado por Alemania, por los Británicos ni por Estados Unidos. Hoy podemos llamarlo oportunismo aunque fue prudencia y pragmatismo y una conducta política inteligente que le evitó a España grandes males. La larga y cruel Dictadura de Francisco Franco en España fue una tragedia surgida de la terrible tragedia de la Guerra Civil y toda Dictadura es condenable y quizás lo único bueno en las ejecutorias del Dictador fue mantener a España fuera de los combatientes durante la Segunda Guerra Mundial, fue una decisión sensata, inteligente y prueba que la calificación de Francisco Franco como un ignorante, un bruto o un mentecato es solo una mentira producto de los odios políticos que generó como Dictador. “El talento sin probidad es un azote”, dijo un general hispanoamericano en el siglo XIX y ésta frase puede usarse válidamente para calificar al terrible Dictador que fue Francisco Franco, quien gobernó 40 años a España con puño de hierro. Mermado mental no era.

Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
1 mes hace

Aclaro que Franco tenía claro el panorama del triunfo de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética sobre Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini porque, como todo General de Europa de su época, conocía a fondo la Historia de la Gran Guerra de Europa (rebautizada en 1941 “Primera Guerra Mundial”) que ganó el bando que contó con apoyo de Estados Unidos, convertido ya en la primera potencia militar, económica e industrial del mundo. Y en 1939 lo continuaba siendo. También sabía del anticomunismo de las clases políticas gobernantes de Gran Bretaña, con Winston Churchill a la cabeza, y de Estados Unidos, liderados por Franklin Roosevelt, y que la alianza temporal con la Unión Soviética de Stalin, ex aliado de Hitler, era una necesidad militar y una decisión maquiavélica de Churchill y Roosevelt que terminaría al derrotar a la Alemania Nazi. Franco no era clarividente, simplemente pensaba como un General de la España de la época, analistas de la evolución política, militar e industrial de Estados Unidos que en fecha aún reciente (1898) enfrentó en Guerra a España para arrebatarle Cuba, Puerto Rico, las Filipinas y otras posesiones en el Pacífico. Franco no era un Dictador delirante como Mussolini, quien se embarcó en guerras de conquistas desastrosas en África cuyos costos económicos nunca fueron compensados por ocupar territorios extranjeros y en prueba de inmensa insensatez y desvarío, actuó como aliado o escudero del delirante Adolfo Hitler quien olvidó que solo fue un voluntario austríaco que ascendió a Cabo en el derrotado Ejército Alemán en la Gran Guerra de Europa y contra toda lógica invadió a traición a su aliada Unión Soviética sin primero derrotar a la Gran Bretaña, decidiendo combatir simultáneamente en dos frentes (repitiendo voluntariamente el craso error de Alemania en la Primera Guerra Mundial), después dividió sus fuerzas invasoras a la Unión Soviética, ordenó paralizar el avance sobre Moscú y olvidó el invierno ruso (que un siglo antes, en 181, destruyó gran parte del “Gran Ejército” de Napoleón Bonaparte que invadió Rusia) y cometió el error garrafal de declararle la guerra a Estados Unidos después del ataque japonés contra Hawaii en diciembre de 1941. Con éste paso, la declaración de guerra contra EE.UU. la Alemania Nazi selló su derrota. Tan graves errores los cometió Hitler porque no era un militar de carrera, un oficial con estudios de Estrategia y Estado Mayor, era un ignorante disfrazado de militar, como su admirado modelo Benito Mussolini (éste con formación universitaria, culto, periodista aunque también ignorante en temas militares). Hitler y Mussolini eran en formación militar unas nulidades engreídas, como los ignorantes “generales” de pacotilla argentinos, jefes de una Dictadura Militar que en 1982 cometieron la torpeza de invadir las Islas Malvinas pensando que Estados Unidos los apoyaría, porque eran tan ignorantes que no leyeron el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que invocaron como Magdalenas, no entendieron que la asistencia era obligatoria en caso de ser agredidos no en caso de ser agresores, también olvidaron que desde 1917 Estados Unidos y Gran Bretaña han sido aliados militares en todas las guerras con intereses compartidos y que una potencia atómica y militar, que hasta 1914 fue la Primera Potencia del mundo no podía aceptar impasible que un país subdesarrollado de Suramérica la humillara públicamente. Y fueron tan improvisados, tan irresponsable y tan menoscabados mentales que ni siquiera se prepararon para la llegada de las fuerzas expedicionarias británicas que lentamente se dirigían a las Malvinas. Los tarados dictadores argentinos creían que los británicos (quienes combatieron a Hitler y a sus Nazis) no combatirían, que todo se solucionaría diplomáticamente sin tiros ni muertes. No entendían nada de honor nacional ni bandera mancillada. Y el mundo vió como las fuerzas militares argentinas fueron apaleadas por los militares británicos, quienes solo usaron fuerzas convencionales, nunca sus armas atómicas. Existió un acuerdo entre Estados Unidos y Reino Unido para no atacar la Argentina, solo recuperar la posesión de las islas Malvinas. La tragedia pudo ser mayor para el pueblo argentino por culpa de sus criminales gobernantes militares, disfrazados de “Generales”, que no sabían nada de las realidades de la guerra. Franco decidió mantener a España fuera de la Segunda Guerra Mundial y para lograrlo no se subordinó a Hitler (como sí se subordinó Mussolini), no aceptó que las fuerzas militares alemanas entraran a España para expulsar a los británicos de Gibraltar, para echarlos al mar, y tampoco aprovechó la debilidad británica en Gibraltar para atacarlos, porque como General sabía las consecuencias:

1) Entraría en guerra contra Estados Unidos, Reino Unido y sus aliados.

2) Tendría que subordinarse a Hitler y subordinar España a Alemania.

3) Terminaría la guerra con la derrota de Alemania, Italia y España y ésta a merced de los vencedores, después de una gran destrucción física y de la muerte de miles y miles de soldados y civiles españoles.

Aunque Francisco Franco no leyó “El Arte de la Guerra” del genial Sun Tzu antes de la Segunda Guerra Mundial (sí es que alguna vez lo leyó) sí entendió como General que “Ir a la guerra es una decisión trascendental, porque pone en peligro la existencia misma del Estado y las vidas, propiedades y futuro de todos sus pobladores. Solo debe adoptarse después de un examen minucioso de todos los factores involucrados, nunca a ciegas o caprichosamente o cuando resulte evidente que no producirá mayores bienes que la paz”.

Desafortunadamente parece que los Generales de hoy no leen a Sun Tzu o no lo entienden y por esto perpetran disparates propios de un cabo delirante como Hitler y ponen al mundo ante abismos, como una eventual guerra atómica. Y esto lo digo por Vladimir Putin, cuyos generales no son capaces de hacerlo entrar en razón y se muestra obedientemente perrunos, como los indignos generales alemanes que solo adularon al delirante demagogo y Cabo Adolfo Hitler.

Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
1 mes hace

También aclaro que mis comentarios no son una apología del terrible, cruel, sanguinario y corrupto Dictador Francisco Franco, que repudio toda Dictadura (hasta “la del Proletariado”, como dijo un famoso político español) porque soy demócrata de convicción, y considero necesario siempre pensar con cabeza propia y analizar los hechos para expresarse con apego a la verdad y quizás lo único positivo del Dictador Francisco Franco (quien perpetró tantos hechos negativos) fue que no metió a España en la Segunda Guerra Mundial, resistiendo las presiones del genocida Adolfo Hitler y de muchos españoles cegados por el deseo de recuperar Gibraltar como parte de España, una herida que está en el alma de los españoles y de todos los hispanoamericanos que amamos a España, como resulta natural, porque España formó nuestras Repúblicas durante tres siglos de historia compartida, porque tenemos tres raíces (la española, la indígena y la africana) y por nuestra raíz española hablamos español, creemos en Jesuscristo y leemos al Quijote (del genial Miguel de Cervantes, Narrador Predilecto de Costromo). Y en mi caso, también a los también geniales Francisco de Quevedo, Poeta Predilecto de Costromo, y Pedro Calderón de la Barca, Dramaturgo Predilecto de Costromo.

Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
1 mes hace

Casi olvido decir que los “generales de pluma” argentinos que ordenaron la invasión militar de las islas Malvinas ignoraban, como mermados mentales que eran, que Reino Unido, como una de las principales potencias atómicas, era y es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.)
Aclaro que “generales de pluma” es una expresión propia de Costromo que usaron en forma despectiva los viejos generales de las guerras civiles para calificar a los “modernos Generales Macheteros”, aquellos que conocían los reglamentos, las ordenanzas y los manuales pero nunca combatieron en batalla y mucho menos comandaron tropas bajo fuego, que solo vistieron uniformes en las fiestas para lucir sus medallas obtenidas por “buena conducta, puntualidad y buena ortografía”, porque solo servían para “leer y escribir”, de allí lo de “Pluma” pero jamás combatieron ni conocían lo que era una guerra, una batalla, una escaramuza, echar y recibir plomo. Y llegaron a “Generales” por adular y servir perrunamente al Dictador de turno en los viles “oficios” de esbirros, carceleros, torturadores y asesinos de inocentes civiles desarmados y presos a su merced, por la valentía de reclamar democracia, libertad y derechos constitucionales.

En Costromo los viejos Generales de las montoneras y guerras civiles se lamentaban de la depravación de Los Macheteros que no tenían valentía ni honor porque hasta se ensañaban contra mujeres, adolescentes y ancianos. Los viejos Generales de antaño decían que antes cuando alguien pronunciaba la palabra “General” lo decía con admiración al valor y respeto a un hombre que expuso su vida en muchas batallas, ganadas o perdidas, y ahora se pronuncia “General” con temor y desprecio, porque significa asesino, verdugo, torturador, criminal, bandolero, ladronazo, bellaco, malandrín, degenerado, depravado, Machetero.

Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
25 ddís hace

Cuando Franco se reunió con Hitler en Hendaya (Octubre de 1940) ya el ex cabo austríaco había cometido el craso error militar de ordenar la no persecución y destrucción de las fuerzas anglofrancesas, que lograron retirarse a Inglaterra en Dunkerke, lo que facilitó la reconstrucción del Ejército Británico. Franco conocía la gran desventaja militar de Alemania y de Italia por estar sometidas a la dirección dictatorial de unos improvisados (Hitler y Mussolini) quienes se creían genios militares y no escuchaban a sus Generales, porque ambos, disfrazados con uniformes militares, se creían la reencarnación de Mario, Julio César o Alejandro Magno. Hitler después atacó a su aliada la Unión Soviética abriendo un segundo frente de guerra y Mussolini intentó apoderarse de Grecia y resultó en un gigantesco fracaso. Así demostraron que eran unos ignorantes de los más elementales principios del Arte Militar. Y éstas carencias facilitaron y aceleraron la derrota de la Alemania Nazi y la Italia Fascista, conforme a los cálculos de los Generales españoles.

Mario Raimundo Caimacán
Mario Raimundo Caimacán
21 ddís hace

La Dictadura del General Francisco Franco fue el resultado de un Golpe de Estado contra el Gobierno de la República y dicho Golpe desencadenó una Guerra Civil que ganó el bando anti-republicano (que se nombró “Nacional”) que justificó su insurrección con el argumento de impedir la implantación de un régimen comunista que supuestamente se subordinaría a un gobierno extranjero, la Dictadura Comunista y Totalitaria de la Unión Soviética bajo el yugo de Stalin, por tanto la Dictadura Franquista, aunque auxiliado Franco por los demagogos fascistas Benito Mussolini y Adolfo Hitler, fue una Dictadura Militar surgida y sostenida por las Fuerzas Armadas de España y el Dictador Franco era un militar de carrera que no estaba disfrazado de militar como el educador, periodista, político profesional y demagogo Benito Mussolini y el improvisado demagogo Adolfo Hitler. El disfrazarse de militar de los demagogos fascistas resultó de su lógica proselitista, Mussolini entendió que la estructura jerárquica de un ejército, como el poder de un maestro en el aula sobre sus alumnos (Mussolini fue primero educador), era el modelo que mejor funcionaba para establecer un partido político y después, al alcanzar el poder, una sociedad totalitaria, porque el modelo espartano era una sociedad totalitaria militarista, que se organizó como un cuartel para asegurar la esclavitud perpetua de los mesenios, un experimento de reingeniería social que existió durante casi 7 siglos antes de Cristo. Mussolini fue un importante líder del partido comunista italiano (sin importar qué nombre tenía entonces) y cuando rompió con el Comunismo y con la subordinación a la Unión Soviética fundó el Fascismo usando el mismo modelo de la Antigua Esparta como inspiración, como la utopía del Comunismo Marxista. Mussolini fue exitoso como político demagogo hasta que se alió y después subordinó a su antiguo admirador, discípulo e imitador, el delirante Adolfo Hitler. Allí inició el camino de su caída y su perdición: Terminó derrotado, aborrecido, destituido, títere de Hitler y fusilado por el pueblo que antes lo aplaudió y su cadáver sufrió el ensañamiento propio del odio sin límites, como el de Aquiles contra Héctor. Aunque Mussolini nunca encarnó la valentía y el sacrificio del príncipe troyano, solo el desmesurado ambicioso que sacrificó su patria por un delirio de falsa grandeza. Francisco Franco jamás se subordinó a Mussolini ni a Hitler, siempre los vió a los dos como afortunados demagogos que lograron el poder en países con mayores recursos industriales y militares que España, aunque nunca dejaron de ser aventureros cuya temeridad expuso a Italia y a Alemania (con la Austria anexada) a la posibilidad de perderlo todo en guerras delirantes. También sonrió con ironía Franco cuando se enteró que Stalin también se disfrazó de militar, de “Mariscal”. Stalin fue estudiante de seminario (en el Cristianismo de la Iglesia Ortodoxa Rusa), político profesional y monarca comunista, aunque nunca estudió en ninguna academia militar ni actuó como oficial del Ejército Rojo, que se disfrazara de militar resultó natural porque tanto el Comunismo Marxista, el Fascismo Italiano y su versión alemana, el Nazismo, se inspiran en El Espejismo Espartano, una sociedad totalitaria regida como un Ejército. Allí está la diferencia de la Dictadura Franquista del Fascismo: Franco ejerció su Dictadura sobre España por el poder de su Ejército, el Fascismo busca convertir toda la sociedad en un Ejército, por esto es Totalitario, como el Comunismo Marxista.