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Knausgård: «La mayor amenaza que tenemos hoy es la del cambio climático»

Knausgård: «La mayor amenaza que tenemos hoy es la del cambio climático»

Seis años después de presentar en Barcelona Tiene que llover, el escritor Karl Ove Knausgård ha vuelto a la ciudad para hablar de su último título publicado en español, La estrella de la mañana, una voluminosa ficción en la que ocurren extraños sucesos en un sofocante mes de agosto nórdico.

En un encuentro con periodistas, el noruego ha comentado este miércoles que quería tratar diferentes cuestiones en la novela, una de ellas la del cambio climático, porque «es la mayor amenaza que tenemos hoy», sin olvidarse de otras que ya ha reflejado en su trayectoria, como el mal o la influencia de la Biblia a lo largo de los siglos.

Publicado por Anagrama, en su nuevo artefacto literario —que en la versión original tiene 666 páginas— narra lo que ocurre en dos días de agosto en Noruega, después de que un resplandor enciende el cielo de golpe en lo que parece que es una enorme estrella que se eleva vertiginosa sin que nadie pueda explicarlo.

«Siempre es difícil contar de dónde vienen las ideas. A mí me gusta empezar y que todo vaya llegando, pero con este libro quería encontrar un elemento central que resultara desconocido y descolocara a los personajes«, ha descubierto. A su juicio, «tenemos la sensación de que lo sabemos y conocemos todo» pero «el mundo, en realidad, es caótico, un descontrol, y aunque intentamos que nuestra vida sea algo práctico perdemos de vista que sigue siendo un gran enigma, que no sabemos nada. No sabemos qué es la vida, nos quedan muchas preguntas por responder». Con esta estrella que aparece de repente, el novelista quería plantear a sus nueve personajes protagonistas «¿qué es esta estrella, es Dios? ¿Es el mal? ¿Es la naturaleza? Ese fue el punto de partida», ha precisado.

EFE/Alejandro García

Además no ha escondido que, aunque había empezado antes de la pandemia, la escritura le pilló también durante el confinamiento, en un momento en el que «todos estábamos viviendo lo mismo, pero lo sentíamos de manera distinta, reaccionábamos de manera diferente, y eso creo que de algún modo acabó permeando en la escritura».

Antes de sentarse ante el ordenador tenía escrita la frase «hemos dado la espalda a la naturaleza» porque «sin duda quería hablar del cambio climático como amenaza real, aunque tampoco de forma directa, sin mostrar sólo mis opiniones».

Hoy ha dado a conocer que empezó con la idea de que fuera una única novela, luego que fueran tres y, finalmente, se convertirá en una nueva saga de seis, de las que en noruego ya ha publicado tres y está escribiendo la cuarta.

Tras ser reconocido mundialmente por los seis libros de su monumental y autobiográfica Mi lucha, hoy ha afirmado de forma taxativa que no habrá más títulos suyos de autoficción y que ahora es feliz con la novela. «Cuando uno escribe sobre sí mismo tiene una obligación consigo mismo y con otras personas de las que escribe y que le rodean. Hay muchas cosas que no puedes escribir, mientras que la ficción te da mucha libertad», ha subrayado.

Tampoco ha obviado que ahora es «más difícil, porque hay que inventar cada día algo. Si además le añadimos que hablo de cuestiones sobrenaturales que no suceden en la vida real es una dificultad constante porque hay que describirlas para que parezcan reales», con el añadido de que «tengo que plantearme cómo escribo sobre el mal y cuestiones similares». Sin embargo, ha insistido, es «más divertido, se parece más a lo que siento al leer».

Respecto a si está arrepentido por haber pergeñado Mi lucha, ha zanjado que «existen sólo dos opciones: arrepentirse de todo o de nada. Cuando empecé tenía algunas ideas y la premisa de que tenía que ser sincero», desconociendo lo que «realmente sucedería», con periodistas a las puertas de casa de amigos suyos con ganas de preguntarles por su relación. «Fue algo loco», ha apostillado. En cambio, para él era «un experimento en prosa, quizá incluso aburrido, y si en ese momento hubiera sabido qué iba a suceder no hubiera podido hacerlo, pero lo hice».

Antes de publicar cualquier texto, ha remarcado, lo enviaba a los afectados, y «en este sentido no hay remordimiento. Sí está la cuestión de que ahora mis hijos tienen la historia de sus padres como algo público, pero es una decisión que tomé y vivo con ella», ha dicho. De todas maneras, ha avanzado que ninguno de ellos —la mayor tiene ahora 19 años— los han leído, aunque «saben que están esos libros y de lo que tratan».

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Josey Wales
Josey Wales
11 meses hace

La mayor amenaza para este señor es la del cambio climático. Pues entonces, vaya a pedir a los 5.000 millones de chinos, hindúes y países emergentes que dejen de industrializarse sin respeto al medio ambiente. Los 400 millones de europeos ya no producimos ni para tener luz, ¿no se ha enterado usted?