Inicio > Libros > Narrativa > La conversación interrumpida

La conversación interrumpida

La conversación interrumpida

Aloma Rodríguez trabajaba en el bar de Sergio Algora, el músico, escritor, poeta y articulista que falleció inesperadamente en 2008, con tan solo 39 años. Ahora, sin poder quitarse de la cabeza al cantante de El Niño Gusano, la autora le dedica una crónica que, pareciendo un homenaje, en realidad es un canto a la amistad.

En este making of Aloma Rodríguez relata las circunstancias que le han llevado a escribir Los idiotas prefieren la montaña (La navaja suiza).

***

Fui camarera del Bacharach, el bar de Sergio Algora, un año y ocho meses. En ese tiempo nos hicimos amigos poco a poco, y más que nos habríamos hecho si no se hubiera muerto de un infarto en julio de 2008. En noviembre de 2007 se publicó mi primer libro, París 3, que se presentó en la librería Antígona. Hablaron Ismael Grasa y Sergio Algora.

Sergio había tenido varios grupos pop, el más famoso El Niño Gusano; cuando murió estaba con La Costa Brava, entre medias tuvo Muy Poca Gente, y algún otro de vida fugaz. Era escritor: publicó varios poemarios, una obra de teatro, dos volúmenes de relatos —uno de ellos póstumo— y estaba escribiendo una novela. No siempre sucede, pero hay veces que dos escritores, independientemente de su estilo y de si se parecen o no, establecen una relación de complicidad: comparten un vicio más o menos secreto. Ese vicio suele ser la lectura más que la escritura y una lectura que es una búsqueda.

"No quería hacer un retrato de Sergio Algora, ni un libro para fans, quería hacer un libro sobre amistad. Me emociona que alguien llegue a Algora, a su música o sus textos, después de haber leído el libro"

Me desvío, pero es que Sergio Algora se murió hace 16 años y aún me resulta increíble escribir eso: para mí está vivísimo. En 2016, ocho años después de su muerte, publiqué Los idiotas prefieren la montaña, un intento de retomar la conversación con él, interrumpida por la muerte. El título es un verso de una de sus canciones, de “Mi última mujer”. Dice: “Los idiotas prefieren la montaña / y en mi interior yo tengo una playa / donde fabrico mis recuerdos perfectos”. Empecé a escribir el libro al día siguiente de su muerte: las líneas un poco torpes y contenidas que leí en su funeral civil. Siempre imaginé el libro fragmentario, imaginaba varios hilos: en uno estaba nuestra vida cotidiana, escenas un poco de sitcom; en otro, su literatura; en otro, el libro que estaba intentando escribir. No quería hacer un retrato de Sergio Algora, ni un libro para fans, quería hacer un libro sobre amistad. Me emociona que alguien llegue a Algora, a su música o sus textos, después de haber leído el libro. Me emociona aún más que gente que no lo conoció se apene por su muerte después de leer Los idiotas prefieren la montaña. Hay una señal que vi en una estación en un pueblo de Francia que alerta de que un tren puede tapar otro tren en el paso a nivel, en Los idiotas… hay en realidad dos duelos: el de Sergio Algora y el de Félix Romeo, cuya muerte en Madrid en 2011 fue un mazazo; no pude no incluirla en el libro.

"Me he dado cuenta de que Los idiotas prefieren la montaña es un collage: hay fotos nuestras, textos de los dos, trozos de sus canciones, poemas..."

Para esta nueva vida del libro, en una nueva casa, La Navaja Suiza, y con un nuevo traje, el collage barroco de Patry Cruz, apenas he tocado nada. El texto es el mismo, pero hay algunos añadidos. Hay una carta-epílogo a Sergio; hay unos agradecimientos nuevos; hay una cita inicial (“Haga lo que quiera pero póngase en flor”, que quizá no se puede explicar con palabras, pero la imagen es cristalina) y está el collage que había hecho Sergio para el baño de chicas del bar. El de chicos lo robaron. Nunca entendimos cómo se pudieron llevar un collage de 50×100 enmarcado del bar sin que nadie se diera cuenta. Supongo que por eso la que fue nuestra última noche en el bar nos llevamos algunos de los cuadros del bar: a mí me tocó una foto del rodaje de Guerra y paz, Anita Ekberg y Audrey Hepburn en blanco y negro. Me acompaña desde entonces, igual que algunas otras cosas, fetiches de esa amistad. Sergio le regaló el collage a Almudena, otra de las camareras, a la que acogió en su casa cuando se separó de su pareja. Me he dado cuenta de que Los idiotas prefieren la montaña es un collage: hay fotos nuestras, textos de los dos, trozos de sus canciones, poemas, también textos de otros, fragmentos de alguna necrológica y citas a libros sobre duelo.

—————————————

Autora: Aloma Rodríguez. Título: Los idiotas prefieren la montaña. Editorial: La navaja suiza. Venta: Todostuslibros.

4.6/5 (10 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios