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La palabra extática de H.D.

La palabra extática de H.D.

No es desconocida la fascinación que el mundo griego ha ejercido en la obra de innumerables escritores, ni la huella que Homero, Safo o Eurípides han dejado en la literatura más allá de las fronteras del s. IV a.C., ni lo es tampoco el hecho de que sólo una élite privilegiada, restringida y, fundamentalmente, masculina tuviera acceso a esos textos en su griego originario durante gran parte de la historia, si bien las traducciones de estas obras a las lenguas vernáculas permitió su conocimiento por parte de una clase intelectual interesada y atraída por una idealización de la antigua Grecia, que los poemas homéricos cantan. La poeta francesa Renée Vivien o Virginia Woolf, quien estudió de manera autodidacta griego para poder leerlos directamente, se inspiran en los autores y obras greco-latinas; sin embargo, es la poeta modernista americana H.D. (Hilda Doolittle) quien recreará esa atmósfera griega de una manera minuciosa y excelsa. Medúsea (Poemas reunidos. Notas Sobre pensamiento y visión. La sabia Safo), traducción publicada junto al pormenorizado prólogo de Susan McCabe por Ultramarinos (2022), es una buena muestra de la recepción, pervivencia y reescritura sobre ese mundo griego cuasi utópico.

Bajo Poemas reunidos se aúnan los poemarios Jardín Marino, El Dios (ambos traducidos por Iago Fernández), Coros de Ifigenia en Áulide y del Hipólito de Eurípides (trad. Guillermo Morales), Himen (trad. Claudia González) y Heliodora y otros poemas (trad. Adriana Murad), pertenecientes a su primera etapa, mientras que Notas sobre pensamiento y visión y La sabia Safo (ambos traducidos por Andrea Abello) son dos ensayos inéditos en vida de H.D. sobre la propia poética. Esta necesaria traducción de su poesía al castellano resarce el olvido al que esta original poeta parece haber sido expuesta, pues sólo existía la traducción de Alison Bartolo y Alfredo Martínez de Jardín junto al mar (Igitur poesía, 2001). Mejor suerte han tenido sus novelas; recientemente, por ejemplo, se tradujo HERmione (DosManos, 2021), que da cuenta del poder literario y lingüístico de esta autora.

"En cualquier caso, encasillar la poética de H.D. en una corriente o término, es acotar una poesía exuberante, de ritmos vibrantes, con ruptura de los versos y un juego infinito de figuras de repetición"

H.D. es considerada una de las representantes más destacadas del imagismo, corriente literaria de principios del s. XX que se caracterizó por el uso del verso libre, un enfoque en la claridad y precisión de las imágenes, concretas y sensoriales, a menudo influenciadas por la poesía clásica griega y el simbolismo, así como por una economía de lenguaje. Y al referirnos a H.D. parece ineludible mencionar a Ezra Pound, quien envió a la revista Poetry su primer poema, “Hermes en los caminos” (recogido en este volumen), bautizándola como “H.D. Imagista” y sentenciando también con ello su poética, al atrapar a H.D. dentro de los límites del imagismo una vez que esta corriente decayó, cuando el propio Ezra Pound desarrolló el vorticismo. Y éste ha sido, sin duda, un aspecto que ha condicionado su proyección poética, junto a la defensa de su libertad sexual, en tanto precursora del género queer no binario que exploró y de la que su poesía, repleta de referencias simbólicas a mitos y a la poesía de Safo, da buena cuenta.

En cualquier caso, encasillar la poética de H.D. en una corriente o término, es acotar una poesía exuberante, de ritmos vibrantes, con ruptura de los versos y un juego infinito de figuras de repetición (anáforas, anadiplosis, paralelismos, epíforas…):

Blanco sobre blanco,
nieve sobre blancos amarantos,
nieve sobre escarcha,
nieve sobre nieve,
nieve sobre los más níveos brotes de la tierra.

La influencia de la poesía griega clásica se percibe de inmediato en el empleo de las invocaciones a la manera de Homero o Hesíodo a las Musas para que inspiren al aedo:

Musa,
cuéntame de ese hombre de ingenio,
que anduvo errante años
tras haber saqueado
las sacras calles de Troya.

Al tiempo que acerca al lector a su paisaje y palabra por medio de interrogaciones retóricas que jalonan la obra: ¿Qué puede darme el amor por la tierra / que tú no me hayas dado? Con todo ello busca, como si fuese Casandra, evocar un lenguaje extático: Buscas acaso la sobria enunciación del trance místico?. Y sí, para H.D. la experiencia poética es una experiencia de inspiración divina a través de la cual la poeta establece un vínculo con un más allá sagrado de realidades inaprensibles por los sentidos: trasladarnos a ese ámbito sagrado por medio de un uso personal del lenguaje a nivel sintáctico, como si ella fuera la profetisa troyana, es una de las virtudes de su poética.

"Hay una clara intencionalidad en toda su poética por que la mujer se apropie de los espacios y, en concreto, del espacio del propio cuerpo para dejar que el deseo homoerótico alcance el goce y el placer"

Otra sería, sin duda, la transposición a través de las referencias mitológicas, la evocación del paisaje, salvaje y sobrenatural, de una Grecia idealizada y el uso de un léxico de resonancias griegas, de los temas personales. La presencia de la mitología es menor en Jardín Marino, aunque ésta va creciendo a lo largo de siguientes poemarios, en especial en el transversal Himen, donde da voz a divinidades o heroínas de la mitología como Démeter, Tetis, Circe, Leda o Fedra, a la manera de las Heroidas de Ovidio, o rescata las voces de poetas como Safo, Nóside, Anite o Hédila en Heliodora y otros poemas, demostrando así su profundo y sólido conocimiento de la literatura griega; algunos fragmentos reelaborados de Safo introducen y sitúan no pocos poemas de este libro. Ese conocimiento se manifiesta también en Coros de Ifigenia en Áulide y del Hipólito de Eurípides, donde reescribe con libertad los coros femeninos de estas tragedias euripideas, ya que al desvincularse de la trama trágica reimagina esta voz colectiva, reinterpreta la versión mítica como vehículo para explorar temas universales como el sacrificio, la pérdida, el destino o la redención o personales, como la guerra o sus relaciones con Ezra Pound, su esposo Richard Aldington y Bryher, pseudónimo de la escritora Winifred Ellerman. Hay una clara intencionalidad en toda su poética por que la mujer se apropie de los espacios y, en concreto, del espacio del propio cuerpo para dejar que el deseo homoerótico alcance el goce y el placer, de ahí que sea una poesía muy sensual, que no rehúye de lo amoroso:

Probé por vez primera de los labios de Apolo
el amor y la dulzura del amor,
yo Evadne.
(…)
Entre el hombro y el brazo siento todavía
el roce de su pelo,
y mis manos conservan el oro que tomaron
a su paso una y otra vez
por su brazo cubierto de flores amarillas.

O

Ah, pájaro,
nuestro amor no se agota
en tu nítido canto,
ni se sacia nuestra alma;
no es canción, ni lamento, ni daño,
sino una señal que nos reclama
con una simple nota que asciende
y que cae suavemente;

A través de estas figuras míticas o literarias femeninas, H.D. trata, pues, de defender su identidad en un contexto hostil dominado por lo masculino y busca unos medios propios para establecer relaciones con él. De ahí que el paisaje se convierta también en un trasunto de la propia poeta, un paisaje salvaje, indómito, movido por las fuerzas de la naturaleza, que la personifican en la busca de su libertad sexual, un paisaje que trata de sugerir un mundo griego arcaico ideal e imaginario; H.D. aún tardaría muchos años en visitar Grecia y su inspiración estaba en las costas de Cornualles. Flores, árboles, viento, lluvia, mar, arena… pueblan agrestemente una poesía colorativa y sensitiva:

La boca de una muchacha
es un lirio besado

O

La blanca violeta,
fragante sobre su tallo,
la violeta marina,
frágil como un ágata,
confronta todos los vientos
yaciendo sobre el bancal
entre desgarradas conchas.

El último elemento del que se sirve H.D. para evocar ese mundo griego es el uso de un léxico de resonancias clásicas, como son los epítetos de las deidades ojiglauca y agolpanubes, referencias a las tanagras, Hermes criselefantino, los atuendos, los himeneos, o el uso de metáforas, símiles o topos propios de la poesía griega y que, de nuevo, evidencian la hondura de su conocimiento.

"Viene esta cuidada traducción de la editorial Ultramarinos a rescatar una voz poética imprescindible e injustamente olvidada y a colmar, en parte, su ausencia"

Respecto a los ensayos que cierran esta espléndida traducción, Notas sobre pensamiento y visión a modo aforístico aborda temas relacionados con la percepción, la cognición y la creatividad en el proceso de escritura poética, reflexionando sobre  la forma en que los poetas experimentan el mundo a través de sus sentidos y cómo traducen esas experiencias sensoriales en palabras. Examina la relación entre la mente y los ojos, sugiriendo que la visión no se limita únicamente a lo que se ve con los ojos físicos, sino que también implica una percepción interna y una comprensión intuitiva. Mientras que en La sabia Safo incide en la poeta como médium, si bien resalta la importancia y relevancia en la tradición poética de Safo, elogiando su sabiduría y sensibilidad y destacando su capacidad para expresar emociones profundas y universales a través de sus versos, por ejemplo, con respecto a la sexualidad.

Viene esta cuidada traducción de la editorial Ultramarinos a rescatar una voz poética imprescindible e injustamente olvidada y a colmar, en parte, su ausencia. La poeta se revela a través de la evocación de una Grecia imaginada e idealizada como una profetisa en trance, encuerpándose en un sinfín de voces mitológicas y literarias para reivindicar su sexualidad e identidad.

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Autora: H.D. (Hilda Doolittle). Título: Medúsea. Editorial: Ultramarinos. Venta: Todostuslibros.

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