Cayó en mi poder, vía Ángel Miranda, la novela gráfica Lezo. Para los no acostumbrados a este formato puede que penséis que no os interesa, pero quiero escribir este artículo para convenceros de lo contrario.
Su guionista, Ángel Miranda, realiza un gran trabajo a la hora de adaptar la historia real de Blas de Lezo a estos dos libros que componen la obra. Tiene un buen trabajo de fuentes históricas, apenas se toma licencias creativas y desarrolla una gran construcción de los personajes principales.
No soy un experto en dibujo, pero soy asiduo lector de cómics, y os puedo asegurar que en esta ocasión han hecho, también en el dibujo, un trabajo excelente. Da gusto pasar una página tras otra, inmerso en una historia que te atrapa y no te suelta. Mención aparte merecen las dos portadas, que nada tienen que envidiar a los trabajos de las grandes empresas del sector.
La historia de Blas de Lezo parece de leyenda: si en vez de ser español fuera británico existirían decenas de películas, series y videojuegos sobre él, pero como es español parece que solo se promueve su olvido. Stanley G. Payne afirmó que “las peores críticas a este país han venido siempre de los españoles”, y tiene mucha razón, desde políticos a escritores, de presentadores de televisión a tertulianos, incluidos, lamentablemente, historiadores más preocupados de conseguir ser colocados que de desarrollar una labor honesta y profesional.
Esta es la España que nos ha tocado vivir. No es algo para siempre, pues vienen fuertes vientos de cambio, pero mientras terminamos de darle la vuelta a la tortilla, este tipo de iniciativas valientes se merecen todo el apoyo que se les pueda dar. La iniciativa salió desde un crowdfunding, mientras a otros autores mediocres, que siempre hacen la misma basura, sin valía ninguna, les dan acceso a las mejores editoriales, programas, revistas, etc. Luego se sorprenden cuando sus ventas, a pesar de ser unos promocionados, no llegan ni a dar risa. Es el mundo que nos ha tocado vivir, y hay que pelear las cosas si no eres un trepa, un servil y un enchufado que recibe palmaditas en la espalda; pero cuando eres trabajador y tienes talento, el éxito termina llegando, y entonces la sensación de victoria es inigualable.
Siempre me ha gustado la gente valiente, y un proyecto como este, de gente que se arriesga por lo que consideran que hay que hacer, es más que loable, digno de todo el apoyo. Luchar por defender el legado de España es una de las causas más justas que un español puede emprender. Desde esta humilde tribuna les doy las gracias por el excelente trabajo que han realizado. Les seguiré apoyando en el futuro y espero que saquen muchos más proyectos más adelante.
Gracias por el soplo, Roberto. Estoy en las antípodas de tus ideas políticas, pero me identifico contigo en el otro 90%. Este país me da asco, pero amo a España y a sus héroes de ayer y hoy.
Un fascista. De héroe nada. Ahora se ve que Vaquero también encuentra en Zenda un espacio para esparcir su estercolera de extrema derecho imponiéndonos la hispanidad a la fuerza. No cuela
Exacto, Blas de Lezo, Cortés, El Gran Capitán, Oquendo, El Cid, Isabel y Fernando, Elcano y toda la Hispanidad entera son fascismo y machismo y derechismo. En cambio Errejón, Sánchez, Montero, Patxi López y compañía esos sí que valen, progresistas, mileuristas del pueblo que viven humildemente en pisos de 60 mts y que encima acogen en sus casas y barrios a los inmigrantes con los brazos abiertos y el bolsillo más aún.
Rosendo, no sabrías ni definir la palabra fascista y te crees con el derecho de apartar de determinados espacios a la gente mediante una categorización que desconoces. Desde luego estás hecha una analfabeta.
Rosendo, tómese la pastilla. Tiene la percepción de la realidad bastante alterada.
Vaquero tiene una sección en Zenda desde hace bastante tiempo. Eres un prejuicio con patas. Lee más y respeta el buen hacer de este hombre. La hispanidad es un hecho, no algo a imponer.
No quieres que te impongan la hispanidad, lo dices en español y te llamas Rosendo. Que te acuestes ya.
Cuando todo lo que no te gusta o comulga con tus ideas es fascismo, igual resulta que el fascista eres tú. Que sólo gusta la libertad de expresión cuando es la vuestra.
Uno de los más grandes personajes de nuestra historia. No pediremos perdón por sentirnos orgullosos de donde venimos. ¡Don Blas de Lezo!