¿Qué esconde tu parte salvaje?

La idea original de La parte salvaje surgió de repente, pero se fraguó durante los diez años en los que observé a un chimpancé convertirse en alfa de su grupo, primero, y ser destronado hacia el final de esa década. Eso, y mucho más que os contaré algún día ante un café, ocurrió en un pequeño rincón del África rural situado en la frontera entre Senegal y Guinea Conakry, donde la sabana da paso al bosque guineano coincidiendo con los primeros acantilados del macizo del Fouta Djallon, el último refugio de los chimpancés en la subregión africana. Entre esas paredes rojas y las laderas boscosas discurren cursos de agua encañonados que, corriente arriba, conducen hasta cascadas intimidantes, frecuentadas por chimpancés, leopardos y otra fauna local. Sobre la cuestión de cómo llegué a dirigir un programa de conservación de chimpancés en África, hay dos respuestas: la larga y la corta. La larga es extraña. Y la corta… La corta es tan simple como que me crucé con Jane Goodall en el lago Tanganika en 2004 y acabé fundando no solo la delegación española de su instituto, sino la europea y la de África del Oeste. Aún no sé de dónde saqué tanta energía, aunque tampoco sé de dónde sale la disciplina para sentarme y escribir.

En ese escenario africano, convertido ahora en una ficción en la mente del lector, dos alfas se observan como si uno fuera el reflejo del otro. Por un lado, un chimpancé alfa recientemente destronado, que continúa su lucha a muerte por no caer en la irrelevancia, lo peor que puede sucederle a un líder. Por el otro, Paul Murray, un antropólogo especializado en evolución y primates, que está en declive personal lento pero tranquilo en ese pequeño paraíso rural africano para naturalistas. Después de quince años, ha superado un pasado en el que le ha perseguido la violencia e incluso cree haber reencontrado el amor o algo que se le parece. Día a día, sin embargo, sus notas de campo sobre el alfa destronado reflejan como un espejo brutal su momento vital, en el que no ve, o no quiere ver, ni las nuevas circunstancias ni las dinámicas anómalas dentro de su organización que le ahogan poco a poco. Como suele suceder cuando la vida te da una pausa de tranquilidad, un hecho inesperado obliga a Paul a tomar decisiones drásticas para evitar la destrucción de todo lo que ha luchado por proteger: el bosque, los chimpancés y el futuro de los habitantes del pequeño paraíso donde la irracionalidad subyacente en el ser humano se convierte en la nueva normalidad.

Así, esta observación en forma de notas de investigación abre cada uno de los capítulos de La parte salvaje: jerarquía, sexo, avaricia, miedo, violencia, crueldad… Suena todo muy humano, ¿no? Y, sin embargo, nos topamos con la semilla de cada uno de esos comportamientos al observar a nuestros primos. La pregunta subyacente en mi novela sigue siendo: ¿cuál es nuestra parte salvaje? Echando un vistazo a la Humanidad, apostaría por aquella a la que llamamos racional y que nos sirve para justificar, una y otra vez, nuestras incongruencias y desaguisados.

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Autor: Ferran Guallar. Título: La parte salvaje. Editorial: Navona. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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