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Realismo social y novela negra (y IV)

Realismo social y novela negra (y IV)

Autores a los que no hay que perder la pista

Y ya que empezaba hablando de realismo social y novela negra me van a permitir unas recomendaciones personales, y haré una división entre escritores españoles y extranjeros, por simplificar un poco la procedencia de cada uno y no extenderme demasiado.

Pienso que hay que seguir la pista a:

Escritores españoles:

Alexis Ravelo, uno de los autores especializados en crítica social, no solo a través de sus novelas de saga de Eladio Monroy, sino a través de sus otras novelas protagonizadas por perdedores y delincuentes que le han reportado sus mayores éxitos en forma de premios.

Jordi Ledesma, un autor joven que empieza a ser veterano. Son ya varias sus novelas publicadas, mostrando el otro lado de una sociedad en la que los traficantes y los corruptos campan a sus anchas. Últimamente muy preocupado por el estilo y porque su voz se reconozca sin mirar el nombre del autor en la portada.

"Las crook stories de Paco Gómez Escribano tienen un lenguaje y un estilo que son mezcla del habla de su barrio y del estilo seco y cortante propio del Hardboiled americano"

Rosa Ribas, una catalana afincada en Frankfurt que adquirió importancia con sus novelas de saga de la comisaria Cornelia Weber Tejedor, una policía mestiza que cabalga entre su deber de policía alemana y la lealtad a la comunidad inmigrante a la que pertenece por vía materna. Su trilogía de los años oscuros escrita a cuatro manos con Sabine Hofmann la ha consolidado como una de las escritoras de novela negra más importantes que llega al conflicto social mediante los conflictos personales de unos personajes muy bien construidos.

Paco Gómez Escribano, autor madrileño que ha terminado por especializarse en escribir novelas negras ambientadas en su barrio de toda la vida, Canillejas. Ambientadas tanto en la actualidad como en diversas épocas anteriores e incluso en un futuro distópico (este es el escenario de «#MadridPrisión», su novela editada por Black & Noir), Paco nos habla de la cara B del barrio, de historias que no serán contadas en los libros de Historia y cuyos protagonistas son perdedores, delincuentes o al borde de serlo, pero con una moralidad propia muy determinada por la calle y sus códigos que tiene mucho de quijotesca y rasgos valleinclanianos. Son crook stories con un lenguaje y un estilo que son mezcla del habla de su barrio y del estilo seco y cortante propio del Hardboiled americano, algo muy poco común. «Cuando gritan los muertos» es su nueva novela que en este caso publica Alrevés, pero que continúa la línea de la premiada «Manguis» que publicara con Erein.

José Luis Correa, autor canario y padre de la saga del detective Ricardo Blanco, que crece y evoluciona a lo largo de las entregas junto a su autor, uno de los mejores en esto de transponer el ejercicio de detective privado Hardboiled americano hasta el archipiélago canario.

David Llorente, madrileño de Carabanchel, todo un revolucionario en esto del género negro, sobre todo a través del estilo. Ha ganado varios premios, entre ellos el Premio Hammett de la Semana Negra de Gijón por su alegoría (que no distopía) «Madrid:frontera».

Javier Abasolo, autor bilbaíno con una muy amplia trayectoria y un estilo bastante personal y elegante. Su saga del ex ertzaina Goiko es muy representativa de lo que son, generalmente, las más exitosas series detectivescas protagonizadas por personajes como el ya mítico Marlowe. Javier publica alternativamente otras novelas independientes de la saga en las que presenta desde el realismo más oscuro social hasta el tema de ETA, demasiado poco tratado en la literatura. Sus novelas no carecen de humor y sarcasmo y esa retranca tan típica de Bilbao.

Jon Arretxe, escritor basauritarra que si bien empezó escribiendo novelas de viajes e incluso literatura juvenil, ha terminado por escribir novelas negras con mucha crítica social. Novelas independientes unas de otras y también una de las sagas más originales: la de Touré, un inmigrante procedente Burkina Faso y afincado en el barrio de San Francisco de Bilbao. Touré lo mismo hace de cabezudo en las fiestas que echa los cauris (unas conchas de molusco) para adivinar un futuro incierto que él no conoce, pero que le sirve para ganar unos euros. Esporádicamente trabaja como detective.

Aníbal Malvar, coruñés que despliega un estilo ácido muy particular en sus columnas periodísticas y que ha trasladado a sus novelas de género negro. En ellas da protagonismo a los estratos menos favorecidos de la sociedad, que protagonizan historias tristes contadas a través de un estilo plagado de metáforas y símiles tan propios del género negro.

"Pero si hablamos de realismo social y novela negra al más puro estilo Hardboiled, no deben perderse sobre todo dos novelas de Claudio Cerdán: En el país de los ciegos y Cien años de perdón"

Claudio Cerdán, el polifacético autor yeclano. Ha escrito thriller, novela histórica, novela enigma y hasta literatura zombi, y lo ha hecho todo bien si nos atenemos a las opiniones de los lectores y de la crítica. Pero si hablamos de realismo social y novela negra al más puro estilo Hardboiled, no deben perderse sobre todo dos de sus novelas: En el país de los ciegos y Cien años de perdón.

Carlos Augusto Casas, autor madrileño hasta ahora dedicado a labores periodísticas y de edición que ha sorprendido al público y a la crítica con su novela «Ya no quedan junglas adonde regresar», premiada en diversos festivales y certámenes (Ciudad de Santa Cruz -Tenerife Noir-, Premio Morella Trufa Negra 2018, VI Premio Wilkie Collins de Novela Negra y Premio Novelpol 2018) y candidata al Premio Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón. No es de extrañar, dada la originalidad del texto, que huye de los arquetipos demasiado manidos, y la crítica social implícita narrada en ese estilo seco que emana del Hardboiled americano.

Alberto Valle, autor catalán que con su, hasta ahora, trilogía de ese ya entrañable personaje llamado Palop ha conquistado a una masa considerable de lectores nostálgicos del más puro Harboiled pulp, homenajeando a aquellos escritores primigenios del género que cimentaron la literatura popular a través de sus novelas. Un oasis de incorrección política dentro del desierto de corrección política imperante. Alberto escribe las novelas de Palop con el pseudónimo Pascual Ulpiano, que dibuja a su personaje como un «hijoputa al que se contrata cuando hay algún trabajo sucio» al que se le termina por coger afecto, ya que a todos los que va eliminando «son más hijoputas que él».

Diego Amexeiras, autor orensano de guiones y novelas negras tanto en gallego como en castellano. Sus novelas hablan de personajes marginales, de perdedores o de protagonistas y secundarios que están a punto de serlo, en un lenguaje duro y seco no exento, sin embargo de todos esos recursos que tradicionalmente ha venido utilizando la novela negra clásica: metáfora, símil, alegoría, etc. Heredero, por tanto, de la más clásica tradición Hardboiled, su novela «Conduce rápido» ha sido nominada para el premio Hammett de la Semana Negra de Gijón de este año 2018, habiendo publicado recientemente otra novela: «La crueldad de abril», que ya está recibiendo elogios de la crítica y de los lectores.

Y por supuesto, hay que seguir leyendo a Juan Madrid, Andreu Martín, Carlos Pérez Merinero, Julián Ibáñez, Luis Gutiérrez Maluenda, etc.

Escritores extranjeros:

Dennis Lehane, un autor que se hizo famoso por una saga de detectives que desde mi punto de vista no es muy afortunada, pero que a través de diversas novelas que han sido llevadas al cine y sobre todo a través de su trilogía de Joe Coughlin ha terminado por consolidarse como una de las voces más interesantes del género.

"Casi podríamos decir que es imposible comprender el racismo en Estados Unidos sin haber leído a Mosley y a Himes"

Christa Faust, criada en el Bronx y en la Cocina del Infierno, Faust trabajó como chica de cabina en Times Square y como dominatrix profesional, llegando a dirigir y protagonizar decenas de películas fetichistas. Es una de las máximas exponentes del Hardboiled americano adaptado a los tiempos modernos con una perspectiva femenina no menos salvaje (por su realismo) que la masculina. Quienes dicen que las chicas escriben de otra manera, que el Hardboiled es machista, que la lean, a ella o a Megan Abbott y su «Reina del crimen» o cualquier otra de sus novelas. Porque como ella misma ha dicho sus personajes son «como Mike Hammer pero con tetas».

Walter Mosley, escritor y profesor universitario nacido en Los Ángeles autor de decenas de novelas de género y famoso, sobre todo, por la saga de Easy Rawlins, una especie de detective o buscavidas que tiene en su compañero Mouse un secundario de lujo. Una saga con personajes que están llenos de conflictos personales que sirven como gran vehículo hacia los conflictos sociales acaecidos durante varias décadas en Estados Unidos, conflictos sobre todo de tintes raciales. Casi podríamos decir que es imposible comprender el racismo en Estados Unidos sin haber leído a Mosley y a Himes. Porque la Novela Negra es entretenimiento generado desde la más ácida crítica social.

Craig Russell, autor escocés famoso por sus dos sagas: la de Lennox y la de Fabel. Para mí la del comisario Fabel, cuyas tramas se sitúan geográficamente en Hamburgo, es menos interesante que la de Lennox, un detective buscavidas que se mueve en el Glasgow de los años 50 entre los tres grandes capos del crimen de la ciudad. Sin duda una de las voces más interesantes del Hardboiled británico.

Ken Bruen es uno de los mejores autores de novela negra, y todavía sigue en buena forma. Nacido en 1951 en Galway (Irlanda), la historia de su vida ha estado marcada por dos hechos sumamente dramáticos: su ingreso en la cárcel en Brasil, en donde sufrió torturas y abusos, y la muerte de su hermano en Australia en extrañas circunstancias. Es autor de novelas independientes y de varias sagas. La más famosa es la de Jack Taylor, un ex policía borracho y drogadicto que actúa como detective en Galway, y de la que se ha hecho una serie basada en cada una de sus novelas. También es muy interesante la saga de Roberts y Brant, dos policías de Londres bastante locos, sobre todo Brant (irlandés).

Irvine Welsh, escritor escocés de Edimburgo. Si bien no se le considera específicamente autor de novela negras, su saga de Trainspotting, por su realismo social extremo, ha influido decisivamente en muchos escritores que llevaron al género negro tramas similares de yonquis, hooligans, ladronzuelos y estafadores de medio pelo.

Antonio Manzini, escritor romano autor de varias novelas independientes y creador de la saga del policía Rocco Schiavone, un personaje romano por los cuatro costados, pero trasladado a Aosta, una ciudad del norte de Italia en la que se muere de frío. Su estilo es reconocible y se integra decididamente en la tradición Hardboiled europea.

George Pelecanos, nacido en 1957 en Washington DC en el seno de una familia de origen griego que regentaba una cafetería. Es autor de varias novelas con un fuerte componente social y racial. También es guionista y productor de The Wire. En una ocasión declaró que se hizo escritor al leer «Clockers», de Richard Price.

Malcolm Mackay, autor escocés nacido en 1981. Autor de varias novelas de género negro y de la trilogía de Glasgow, tiene un estilo muy personal, seco y directo que le ha dado cierto éxito en toda Europa. En España, hasta ahora, solo se ha traducido la primera de la trilogía, «Hay que matar a Lewis Winter».

Y por supuesto, hay que seguir leyendo a Chandler, Hammett, Thompson, Westlake, Burnett, Ellroy, Richard Price, Lawrence Block, Himes, Izzo, Ross MacDonald, Highsmith, McBein, John D. MacDonald, Sallis, Charles Willeford, Crumley, etc.

"Para terminar, quería decir bien alto y claro que en España tenemos información muy sesgada sobre el Género Negro"

Para terminar, quería decir bien alto y claro que en España tenemos información muy sesgada sobre el Género Negro. Las colecciones de novela negra que se han puesto en marcha han publicado un número de títulos indeterminado y después han desaparecido. Asimismo, hay autores extranjeros muy interesantes y muy vendidos fuera de los que solo se han traducido en España algunas novelas. Lo peor es cuando esas novelas son de saga y la editorial de turno traduce solo dos o tres títulos o te deja a la mitad y después se desentiende. Es el caso de Mosley con Easy Rawlins, de Westlake con Parker o de Ken Bruen con Jack Taylor o Roberts y Brant. Una práctica imperdonable, porque incluso se da el caso de que, cuando otra editorial quiere traducir los títulos, la que tiene los derechos no lo permite, aplicando el refrán tan conocido: «…ni comes ni dejas comer…», pero así es este país. Un país que no se ha caracterizado tampoco por traducir ensayos. Los pocos que hay de autores españoles, entre los que cabe destacar los de Javier Coma y Vázquez de Parga, se cuentan con los dedos de una mano y están descatalogados. Aunque en este sentido la gran esperanza son los estudiosos del género Àlex Martín Escribà y Javier Sánchez Zapatero, profesores de la Universidad de Salamanca y organizadores del Congreso anual de Cine y Novela Negra, que últimamente van publicando unos ensayos muy interesantes entre los que destacan «Geografías en negro. Escenarios del génerocriminal» o «Continuará… Sagas literarias en el género negro y policiaco español».

No quiero dejar de resaltar la labor desinteresada (en la mayoría de los casos, porque en otros los intereses son más que evidentes) de los blogs y las revistas digitales, que agrupan a diversas personas en equipos variopintos y que, sin ser profesionales, más bien lectores y estudiosos, desarrollan una labor que favorece la difusión de obras y autores.

Nota del autor:

Si he decidido escribir este artículo largo ocultándome tras un pseudónimo no es porque me arrepienta de nada de lo que he escrito, muy al contrario. Soy novelista, pero también me gusta la teoría y dedico el poco tiempo que me deja mi trabajo a estudiar el género, simplemente por placer. Ahora bien, creo que cada cual debe dedicarse a lo suyo, que en mi caso es la novela. No quiero ningún mérito como ensayista, los hay mejores que yo.

Solo he pretendido escribir un artículo haciendo un ejercicio de creatividad y con la intención de que pueda servir a cualquiera que busque información. Si bien son muchos los autores citados, tanto españoles como extranjeros, faltan algunos, por tres motivos. El primero es que a pesar de la longitud del texto, no cabrían todos. El segundo es que, obviamente, he resaltado a los que me gustan a mí, con el convencimiento de que seguramente estaré equivocado. O no, ya digo, la cosa va de gustos. Si hubiera utilizado mi verdadero nombre al firmar el artículo, puede que los que no están generaran hacia mí algún tipo de sentimiento que no me apetece sentir, aunque como ya he dicho, no se pretende sentar cátedra, sino expresar un gusto en particular: el mío. Y como a todos nos gustan nuestras propias novelas, a mí también me gustan las mías. Este es el tercer motivo por el que no podía utilizar mi verdadera identidad: nunca fue elegante hablar de uno mismo.

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