De todo un poco

Las manos de Rosa Montero. Foto: Lisbeth Salas

El arte de la entrevista se llama el libro de Rosa Montero que ha publicado la editorial Debate y que subtitula 40 años de preguntas y respuestas. Va desde 1978 con Luis Miguel Dominguín (“La vida desde la cama”), hasta el 2013 con Malala Yousafzai (“Hay que morir alguna vez en la vida”). El libro se cierra con la primera entrevista que hizo Montero… a los 8 años. La escribió en una libreta que llamó DE TODO UN POCO, en la que en la primera página dice: INTERVIÚ A PASCUAL MONTERO, que era su padre… Pero como él no está, escribe (y lo copio tal cual lo escribió. Rosa sufrió una tuberculosis que la mantuvo en cama desde los cinco a los nueve años):

“… Nos abre su mujer y dice que no esta en casa y que se va muy temprano y hasta la noche no viene; lla nos ibamos a ir cuando mi compañero me dijo que porque no preguntabamos a ella algunas preguntas, he dicho que sí y empezamos…”.

La entrevista termina de esta guisa:

“Una sola pregunta mas ¿su opinión sobre los periodistas? —uste perdone pero son unos tíos pesados que no ai quien los aguante y no se enfade.
bueno no nos enfadamos por educacion pero nos vamos echando bombas”.

"Cuando hay que cortar y cortar porque te quitan páginas por la publicidad… te enseña a ser humilde"

Realidad y ficción en este primer encuentro de Montero con el género que su intuición hace que hable con un supuesto —imagino— compañero de profesión.

Pero la niña Montero no se quedó ahí, en el periodismo, sino que también escribió un cuento, de tal forma que a tan temprana edad ya se sabía los caminos literarios por los que iba a transitar de por vida. El relato era de ciencia-ficción y lo tituló “José Antonio y Merceditas en: Los marcianos”.

En 1978 la antigua editorial Debate le pidió un libro de entrevistas feministas que no llegó a hacer pero, a cambio, le propuso al editor escribir otra cosa y salió Crónica del desamor, su primera novela, que publicó al año siguiente. Han pasado cuarenta años desde entonces y con este libro Rosa siente que ha cumplido aquel encargo.

El arte de la entrevista es un libro definitivo”, dice Rosa Montero. “El libro de entrevistas de mi vida. Y escribiendo el prólogo me di cuenta de cómo ha ido cambiando la realidad en España. Es un espejo que te lleva a otra realidad”. Montero reflexiona sobre el paso del tiempo, porque los entrevistados son sobre todo personajes que entonces tenían alrededor de 50 años, “una edad que ahora nos parece normal”, dice. El ejemplo es el de Marco Ferreri (“Los abuelos ya están muertos”), cuando le dice a Rosa Montero en un momento de la charla:

—Tú quieres escribir, quieres ser feliz… Tú lo quieres todo.
—Claro —contesté.

Y entonces se produjo el siguiente, vertiginoso, espeluznante diálogo:

—Eso es imposible. Los tiempos son tan cortos… ¿Qué edad tienes?
—Veintisiete.
—Y yo cincuenta. A los cincuenta años no se cree en la felicidad, a los veintisiete, sí […]. A los cincuenta, por muy bien que te vaya, solo te quedan veinte años de vida.

"Hay que ser fiel a la realidad; hay que darle la forma de lo que ocurrió"

Marco Ferreri murió 19 años más tarde “a una edad a la que casi he llegado”, escribe Rosa Montero en el prólogo de este libro, un prólogo que titula precisamente “El huracán del tiempo”.

“En los 80 la entrevista era un género que se leía. Ahora perdimos la calma mental”, recuerda Montero, y mientras sigue hablando la sensación es la de estar en un máster de periodismo en el que uno va, como un becario atento, apuntando en su libreta las frases que, a modo de titulares, lanza esta profesional que ha hecho las mejores entrevistas de nuestra historia reciente:

“Una entrevista es un pequeño acto dramático”.
“Una entrevista es un trayecto emocional en el que pasan cosas”.
“Hay que ser fiel a la realidad; hay que darle la forma de lo que ocurrió”.
“La entrevista es un encuentro profesional”.
“Hay que mantener una distancia empática, igual que con un psicoanalista”.
“La entrevista te enseña a escribir ficción: yo aprendí a hacer diálogos”.
“Cuando hay que cortar y cortar porque te quitan páginas por la publicidad… te enseña a ser humilde”.
“Si hay un buen editor, luego lees tu entrevista y ves que incluso ha mejorado”.

Rosa Montero por Lisbeth Salas

Rosa Montero tiene 67 años, más que muchos de sus entrevistados, que entonces tenían 50 años. “No me queda demasiado tiempo y tengo mucho que leer”.

—¿Quién de los grandes le quedó sin poder entrevistar? —pregunta un compañero del oficio en el desayuno de prensa que Debate ha organizado.

Gorbachov. Mijaíl Gorbachov era un personaje gatopardiano en el sentido de la frase «si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Rosa Montero persiguió al mandatario ruso, habló con las embajadas, con todo el mundo que le pudiera ayudar para hacer la entrevista, y cuando le dijeron que por fin iba a viajar a Madrid y lo tenía todo listo… “la entrevista la hizo Cebrián”.

En 2020 Rosa Montero cumplirá 50 años de periodismo. Tenía entonces, sin remontarnos a la primicia de la entrevista con su madre, 19 años.

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