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Trascendiendo el esplendor

Trascendiendo el esplendor

Hay un momento, hacia el final de Esplendor en la hierba, en el que Deanie Loomis va a visitar la granja en la que Bud Stamper, el amor de su vida, vive con su familia. Si las cosas hubieran salido como deberían, Deanie y Bud no habrían roto su relación años atrás y ahora ella sería la anfitriona en esa granja y no una fugaz visita, pero la realidad a menudo tiene otros planes y, en este caso, el plan es que Deanie mantenga la compostura mientras estrecha la mano de Angelina, la persona que está ocupando su lugar como esposa de Bud, y levante en sus brazos a Bud Jr., el rorro que debería haber sido su hijo.

Deanie y Bud son personajes de una película y van a quedarse así para siempre, despidiéndose con desolación en un secarral de Kansas, preguntándose por qué no lograron ser felices juntos, sin dejar un ojo seco en la sala de cine. Pero en la vida real, cuando las cosas no salen del todo bien, hay que tirar para adelante. Hay que establecer nuevos pactos con la realidad, o al menos intentarlo y, en el mejor de los casos, volver a ser un poco inocentes de nuevo, por muy baqueteados que vengamos. Se trata, en definitiva, de no convertirse al cinismo, y de esto va en buena medida El padre de tus hijos, el nuevo libro de Daniel Gascón.

"La desubicación es un tema que sobrevuela los relatos de esta colección: los personajes simulan ser otra persona o conjeturan serlo para probar otras realidades"

Los dieciséis relatos que componen esta obra dibujan un arco emocional en torno a la pérdida y la recuperación de la inocencia y se agrupan en dos partes. En la primera hay personajes que se enamoran, que se abren a la vida, que se proponen tomar un rumbo: futbolistas, escritores o padres de los hijos de otros (como “los protagonistas de las canciones más románticas de Bruce Springsteen”). A veces el asunto es estar ahí, encajando como sea el tedio de una adolescencia en provincias (como en el relato “La expedición”, en el que unos chavales acompañan a unas amigas al pueblo de al lado, donde están citadas con unos camorristas). Otras veces hay que tomar parte activa en los misterios de la edad adulta (como en “Un verano”, en el que unos primos lejanos sienten por primera vez el amor durante unas vacaciones en Galicia).

En la segunda parte, las identidades se han curtido, las relaciones de pareja (dirá el autor citando a Rachel Cusk) se han devastado. Hay escritores que abandonan tertulias literarias en la piscina para cruzar la meseta en coche, de madrugada, con la intención de salvar la relación de uno de ellos. Un marido que finge ser adúltero por sentir el placer de una vida secreta sin los engorros del sexo furtivo. Un hombre que escucha por el patio de luces las voces de otro matrimonio que cree mejor que el suyo, en un juego de perspectivas que recuerda al relato “La isla al mediodía”, de Julio Cortázar.

"El padre de tus hijos tiene el acierto de entender que los relatos de aprendizaje no tienen por qué limitarse a la adolescencia o la primera juventud"

La desubicación es un tema que sobrevuela los relatos de esta colección: los personajes simulan ser otra persona o conjeturan serlo para probar otras realidades. Así, el futbolista se hace pasar por albañil, o el chico de Zaragoza desea ser gallego (“De niño yo quería ser gallego. Quería, por ejemplo, que lloviera más en Zaragoza, porque me parecía que los días de lluvia eran más gallegos. Mi abuelo materno señalaba mis ojos claros y mi pelo rubio, y decía que era celta: más o menos era como ser gallego”). Sin embargo, su nostalgia es ubicua: a veces se proyecta hacia las cosas que podrían haber pasado, otras veces hacia el futuro (el hombre que pronostica que, tras cortar con su pareja, podrá saber qué series ve su ex en la cuenta compartida de Netflix y se preguntará con quién las está viendo en ese momento).

Gascón emplea un estilo ameno que lleva hacia adelante con fluidez, como esas cintas mecánicas de los aeropuertos. La prosa es desacomplejadamente directa, sin ripios, con un gran oído para los diálogos. Desde un tono irreverente, que mezcla con oficio el sentido del humor y la melancolía, El padre de tus hijos tiene el acierto de entender que los relatos de aprendizaje no tienen por qué limitarse a la adolescencia o la primera juventud: las personas de mediana edad, cargadas de hijos y responsabilidades, pueden volver a sentirse tan desubicadas como cuando tuvieron dieciséis años. Por eso los personajes de estos relatos siguen empeñados en conocerse o perdonarse a sí mismos, en imaginar cómo serían las cosas si ellos o las personas de su entorno fueran de otra manera. En escapar del cinismo labrándose una identidad nueva, a pesar de las adversidades, y trascender el esplendor en la hierba.

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Autor: Daniel Gascón. TítuloEl padre de tus hijos. Editorial: Random House. Venta: Todos tus librosAmazonFnac y Casa del Libro.

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