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Un viaje sin billete a través del tiempo

Un viaje sin billete a través del tiempo

La jardinería es el arte de sacralizar un espacio y acotar la voluntad de dominio sobre la naturaleza. En El jardinero de Chahar-Bagh se ofrecen seis relatos que reconstruyen esos cotos de placer erigidos alguna vez en lugares como Persia, Andalucía, Italia o Francia. Su autor, Mario Satz, muestra en este libro el afán por volver a la condición adánica que cada jardín refleja.

En este making of, Mario Satz cuenta el origen de El jardinero de Chahar-Bagh (Berenice).

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Escribí este libro como parte de una trilogía, llamada Los oficios, en la cual la prosa histórica o pseudohistórica apuntara hacia lo atemporal. Un poco cansado, realmente, de reflejar mi época en alguna que otra novela, apunté a recrear la vida de tres oficios apelando para ello a jugosas anécdotas de sus maestros. Casi en todos los casos, anónimos o poco conocidos. Así que, durante siete años, me dediqué a reconstruir las existencias de jardineros, calígrafos y músicos. El libro de los jardines me resultó, de los tres, el más accesible a la imaginación porque llevaba, y llevo, décadas estudiando el tema, un escenario complementario del huerto y que en esencia consiste en amaestrar el agua, llevarla o traerla con el propósito de alcanzar la belleza botánica, un bien escurridizo y esencialmente cultural. Como precedente inmediato e inédito de ese trabajo estaba mi obra Semillas para un despertar de ensueño, una colección de relatos sobre alimentos —frutos o semillas— en las distintas culturas: dátiles, almendras, maíz, mijo, etc. Me parecía, y aún me lo parece, que así como el arroz es indivisible de la cultura china y el maíz de la precolombina, tomando el ciclo cultural de cada uno de sus espacios y cultivos, podía captar, apelando a la ficción, la totalidad de la tradición aludida. Desde el punto de vista estilístico, el hecho de volver a la relectura de los cuentos tradicionales japoneses, rusos, chinos, esquimales o hindúes, aligeró bastante mi prosa, le dio un aire melódico, pues a pesar de su riqueza verbal lo narrado hilaba con ligereza anécdotas muy cercanas a la crónica y los anales de los historiadores de cada una de las culturas aludidas. Yo quería salir de la cárcel de mi tiempo, de sus desamores y sus marginaciones. Le había sido fiel en mis primeros libros y llegado cierto punto quise borrar mi ego, o disfrazarlo y ocultarlo.

"Imagino, supongo, que cuando la trilogía esté publicada se verá con más nitidez cuál es el propósito de una empresa semejante. Por qué me embarqué y quise arrastrar a los lectores a viajes tan lejanos y exóticos"

Mi segunda pasión tras la ficción literaria es la Historia, así con mayúscula, y el tercero la antropología que recoge vidas y mitos de los pueblos poco conocidos, por ejemplo, como los pigmeos o amazónicos. Esto último revela el sesgo documental de mis relatos, cada uno de los cuales está construido sobre una arquitectura muy sólida a la que insuflé naturalidad, aires espontáneos y a la par fidedignos. A medida que la trilogía avanzaba, comprendí que la voluntad de control era nada frente al poder evocador del relato mismo, y que su manifestación prueba el gusto por la invención, la recreación de ambientes y lugares, tal y como los ha conservado el inconsciente colectivo. O sea, la memoria de las distintas generaciones. Aun así, en cada uno de los relatos de El jardinero del Chahar Bagh, nombre del cuádruple jardín persa del que al parecer derivan todos los nuestros, hay fragmentos y datos basados en la más estricta realidad. Imagino, supongo, que cuando la trilogía esté publicada se verá con más nitidez cuál es el propósito de una empresa semejante. Por qué me embarqué y quise arrastrar a los lectores a viajes tan lejanos y exóticos. Hoy que todo el mundo viaja por el espacio y busca el billete más barato, yo preferí viajar por el tiempo aspirando a lo más noble y significativo de cada tradición o cultura evocada, aunque me costara, además de grandes esfuerzos, horas de extrema concentración. He sido muy feliz a lo largo de esos siete años. Como dijo Porchia, el poeta argentino: “Es tanto lo que no sé, que no sabía que era tanto”.

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Autor: Mario Satz. Título: El jardinero de Chahar-Bagh. Editorial: Berenice. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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