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Victoria Ocampo, la mujer que rompió todas las reglas

Victoria Ocampo, la mujer que rompió todas las reglas

Mecenas, editora, escritora, traductora, intelectual… Victoria Ocampo hizo de todo, siempre retorciendo el canon, siempre buscando la libertad de la mujer. Fue una de las figuras claves de la Argentina del siglo XX. Villa Ocampo fue el centro del universo cultural y su legado todavía pervive actual y transgresor como entonces.

¿Quién fue Victoria Ocampo?

Victoria Ocampo nació en 1890 en una familia aristocrática de Argentina. Su padre frustró sus deseos de convertirse en actriz, pero pronto derivó sus impulsos artísticos en la escritura. En 1924 publicó su primera obra. Aunque su primera lengua, por su educación, era el francés, eligió el español para sus libros. También fue precoz a la hora de tomar posición en la política. Desde muy joven participó en los movimientos feministas, y en 1936 creó la Unión Argentina de Mujeres (UMA). Junto con Susana Larguía y María Rosa Oliver luchó por evitar que fuesen derogadas las leyes de 1926 que habían permitido dotar de derechos a las mujeres argentinas. La UMA estuvo muy activa a lo largo de todo el país: realizaban conferencias y se repartían panfletos escritos por la propia Victoria. Pero su visión no solo se centraba en la mujer argentina; aspiraba a que el movimiento tuviese una repercusión mundial, como recogía en su famoso discurso «La mujer y su expresión». En 1938 dejó la UMA por las diferencias con las integrantes comunistas.

"Estos ejemplares fueron revolucionarios para su tiempo: dentro había un cuestionario anónimo con preguntas sobre temas tan comprometidos como el aborto"

En la década de los 30 descubrió también otra de sus grandes pasiones, el periodismo. Fundó la revista Sur —nombre sugerido por su amigo el filósofo español José Ortega y Gasset, quien le había ayudado con sus primeras publicaciones—, que llegó a los 300 números y por cuyas páginas pasaron autores como Albert Camus, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o su hermana Silvina. En 1970 la revista le dedicó tres importantes números a «la mujer». En ellos escribieron personalidades de la cultura como Alejandra Pizarnik, Indira Gandhi y Golda Meier. Estos ejemplares fueron revolucionarios para su tiempo: dentro había un cuestionario anónimo con preguntas sobre temas tan comprometidos como el aborto.

¿Por qué la encarceló Perón?

"En 1951, Ocampo empezó a estar en la diana de los seguidores del general"

Victoria Ocampo es uno de los personajes que más odio ha generado en el peronismo de izquierdas, pese a haber sido una mujer progresista, motor cultural de Argentina e introductora de debates sociales tan innovadores como el aborto y el control de la natalidad. Su feminismo le convirtió en antiperonista. Su primer posicionamiento claro contra el gobierno del general fue cuando se anunció la aprobación del sufragio femenino. Ocampo denunció esta medida como oportunista al buscar el control de la mujer de una forma demagógica.

En 1951, Ocampo empezó a estar en la diana de los seguidores del general. Cuando comenzaron las amenazas decidió sacar todos los papeles y la correspondencia de su casa por las posibles represalias. Dos años más tarde, unas bombas estallaron en la Plaza de Mayo después de un acto de protesta de la CGT (Confederación General del Trabajo de la República Argentina). Fue capturada y tratada como una presa política. La escritora fue enviada a la prisión de El Buen Pastor. El escritor Aldous Huxley lideró un movimiento internacional para exigir su liberación. Después de casi un mes retenida fue puesta en libertad, pero con restricciones para poder salir del país.

Mussolini y los juicios de Núremberg

Ocampo tuvo relación con los más importantes intelectuales y artistas de su tiempo, como Gabriela Mistral, Igor Stravinski, Le Corbusier, Marguerite Yourcenar, Rabindranath Tagore, Albert Camus, Graham Greene… También conoció a dirigentes como Mussolini. En 1934 fue invitada a unas charlas en Italia donde conoció al Duce. Ocampo le interrogó en esa ocasión por el papel de la mujer en las sociedades fascistas, a lo que Mussolini le contestó que su único rol era el de dar hijos al estado. Dos años más tarde, en su ensayo La historia viva, la autora argentina expresaba sus peores temores sobre las intenciones del líder fascista. En ese mismo viaje conoció a otra destacada escritora del siglo XX, Virginia Woolf, con quien inició una intermitente relación epistolar.

"Después del derrocamiento de Perón en 1955, la Villa Ocampo recuperó su febril actividad intelectual. Fue un periodo de reconocimientos y nombramientos"

Durante la II Guerra Mundial ayudó a artistas judías y se posicionó contra el nazismo a través de diversos actos. Participó en la celebración en Buenos Aires de la liberación de París en 1944. El general Perón decidió disolver la manifestación de forma violenta y acusó a las organizadoras de causar los incidentes. En 1946 fue invitada —la única latinoamericana— a presenciar los juicios de Núremberg que juzgaron los crímenes contra la humanidad de los gobernantes nazis.

Después del derrocamiento de Perón en 1955, la Villa Ocampo recuperó su febril actividad intelectual. Fue un periodo de reconocimientos y nombramientos. Victoria fue designada presidenta del Fondo Nacional de las Artes y elegida por Francia Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras. Los premios siguieron durante toda la década posterior, pero en 1964 le fue diagnosticado un cáncer del cual se recuperó. Falleció el 27 de enero de 1979. Reconocida como humanista y mecenas, su legado sigue vivo gracias a sus libros, traducciones y el legado de su lucha por los derechos de la mujer en Argentina.

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