4 poemas de Exposición permanente, de Javier Mateo Hidalgo

En su sexto libro de poemas, Javier Mateo Hidalgo nos presenta un auténtico museo de imágenes y poemas. O, si se quiere, un museo de sus obsesiones. La prestigiosa editorial Huerga y Fierro publica Exposición permanente, que cuenta además con un interesante prólogo de Arantxa Aguirre y con una sugerente ilustración de Eugenio Rivera. A modo de juego visual, la imagen nos presenta al propio poeta de espaldas dentro de lo que puede ser el marco de un espejo o de un cuadro. En los textos contenidos del libro, el poeta se “expone” hablando de sí mismo a través de distintas imágenes de la Historia del arte. Todas ellas contendrán temas con los que el lector-espectador también se sentirá “reflejado”.

Zenda comparte cuatro poemas de Exposición permanente, de Javier Mateo Hidalgo (Huerga & Fierro).

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Autorretrato 

(ECCE HOMO, QUINTEN MASSYS, 1518-1520)

Como el modelo que espera
a que su imagen sea captada
por la cámara, apareciendo
—milagro científico—
en forma de daguerrotipo.
Así este poeta se muestra
expuesto ante los demás,
exhibido como Ecce Homo.

Roguemos al público clemencia,
que sus caras no miren
como las de Massys miraron
a aquel Cristo presentado al pueblo.
Muchas odiseas laceraron este cuerpo
que ahora, de puro amarillo, no salva
ningún pincel restaurador,
ni levantando de un oreado barniz su capa.

Contar lo que me ha traído hasta aquí
exponiéndolo a través de distintos lienzos.
Tras su cristal, mi reflejo.
Vidrieras de un vía crucis
esperando que, después de
la crucifixión, llegue ¡al fin!
la ventana pintada con la resurrección.

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Mesa

(CLARA PEETERS, 1611)

La Naturaleza contenida
dentro de un jarrón.
Clara Peeters lo pintó
también como condena.

Su inteligencia la hizo libre
y pintarse pudo a su manera.
“En cada reflejo me veréis
también encerrada.
Mi rostro apenas apuntado,
puro camuflaje
de oro en fulgor de metales,
brilla como la más resplandeciente
de las victorias”.

De igual modo que a los pintores,
nos resulta imposible sustraernos
de nuestra propia figura
a quienes ensayamos ser menos torpes
en esto de la escritura.
La habilidad está en pintarnos
sin parecer estar
en la imagen representada.

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Senecio

(PAUL KLEE, 1922)

A Gonzalo Laborda

Mírate mirando al que mira,
hecho líneas curvas y rectas,
colores que componen esa cara
de nombre que sugiere ternura
en nuestra lengua.

Recuerda un filósofo romano,
o a una hierba de flor venenosa.
Su rostro es ambiguo, enigma
de tristeza, seriedad o pena.

Estás ahí, cara hecha óleo, gasa, cartón y yeso.
Quiere ser tridimensionalizada máscara,
esconder tras ella su identidad
y a través de su carcasa amplificar tu voz propia.
Personare, de persona, de personaje.

Qué difícil obligarnos a no ser otros,
niños sin miedo a que nos descubran
tal como somos.
Hacer el papel de nosotros.

Los de fuera amenazan con convertirte
en un vulgar enmascarado de yeso
y no en el digno rostro de infante
que ideó, pintando como un crío, Klee.

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Un mundo

(ÁNGELES SANTOS, 1929)

La adolescencia recluida en su casa
(antinaturalidad hecha natural),
pintando un gran cuadro
que representa un universo entero,
solo existente en su cabeza.

Se puede viajar desde el enclaustramiento,
a pesar del dominio de un padre. Ser adulta
antes de tiempo, admirada por la cultura.
Todo está dentro, incluida la Libertad.

Recuérdalo, joven Ángeles, recuérdalo.

¿Por qué renegaste de todo ello
el resto de tu vida?

Ese arte futuro, ese grito hecho pintura,
fue devorado por la propia creadora,
Saturna antes de tener hijos.
Y, sin embargo, mira, mira todo ese mundo:

Extraterrestres con instrumentos clásicos
interpretan la melodía de una esfera cúbica.
En ella sucede todo el ciclo de la vida
(nacimientos, creencias, viajes y muerte).
Todo visto con mirada de pájaro
o de Ángeles y Santos que deambulan
en cortejo fuera, largas melenas,
túnicas blancas, enarbolando estrellas.

Míralo,
antes de que el mundo se te venga encima.
Antes de que tanta opresión no te deje respirar,
antes de que no te dejaran ser moderna.

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Autor: Javier Mateo Hidalgo. Título: Exposición permanente. Editorial: Huerga & Fierro.