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5 poemas de Last blues, de Eduardo Corrales

5 poemas de Last blues, de Eduardo Corrales

Last blues, to be read some day fue el último poema que escribió Cesare Pavese antes de suicidarse. Setenta años después, Eduardo Corrales rinde homenaje a Pavese con este libro que recoge el título y el estilo melancólico del poema para recorrerlo. Last blues (edit. Sr. Scott) es un alto en la prolongación del pasado para recordar una infancia habitada en un barrio de la periferia, patios de colegio y un horizonte de polígonos industriales. Una infancia en la que refugiarse ante los desengaños que van aguzando la vida, aunque Eduardo Corrales se ahorra toda ingenuidad a la hora de sobrescribir los recuerdos que han ido formando su identidad. A través del ritmo melancólico y afligido del blues, con resonancias de la poesía narrativa de Carver y Goytisolo, asistimos a un futuro que intenta reencontrarse con su pasado.

FIN DE LÍNEA 

La línea de metro

que lleva a mi casa

sale a la superficie

cuando abandona la ciudad

Cualquiera pudiera creer

al ver el paisaje

que está en ninguna parte

que lo mismo valía

haber seguido bajo tierra

 

El aterrizaje en este páramo

de tierra quemada

de caminos sin nadie

viaductos a medio hacer

y difuso horizonte industrial

te deja sin aire

 

Los que pertenecemos a este sitio

no reparamos en su dureza

fúnebre

miramos por la ventana del vagón

y no nos sorprende

el gato con una rata en la boca

que nos ve pasar a toda velocidad

o el yonqui jugándose

no se puede decir que la vida

mientras cruza la autopista

 

No nos sorprenden

pero a veces cerramos los ojos

para al abrirlos

poder seguir mirando

y ver incluso la belleza

en las cigüeñas que anidan

sobre las torres eléctricas

en los maizales antes del polígono

en el río tan opaco

que apenas cambia su color

de la noche al día 

RUINAS

Sales a pasear

por ciertos lugares

y corres riesgos

lo sabes

como cuando

miras viejas fotos

Estás preparado

para que las cosas cambien

para que el bar donde tomaste

tu primera cerveza

hoy sea una academia de inglés

para que la peluquería

donde leías la prensa deportiva

con tu padre

se haya convertido en una agencia de viajes

Estás preparado para olvidar el apellido

de tus amigos del colegio

incluso para recibir la noticia

de que alguno ya se ha ido

Estás preparado para

comprobar cómo desaparecen

los lugares donde fuiste feliz

El campo de fútbol

abrazado por las vías del tren

hoy bloques de pisos sin más vistas

que las de un pasado desconocido

Los portales de tu primer beso

hoy una casa de apuestas

Estás preparado para todo eso

por triste que sea

Pero no lo estás

para ver ciertos lugares abandonados

destruidos

Eso es distinto

Como ese pequeño bloque de pisos

en el que vivieron

varios de tus amigos

celebraste allí sus cumpleaños

y era un lugar luminoso

Hoy tiene tapiados el portal

y las ventanas de la primera planta

Por el resto se cuelan a veces

con miedo

los pájaros cuando llueve

Muestra un vacío tan herido

que temes que sea contagioso

que se propague

desde su atalaya de tristeza

y te deje el alma desierta

Son los riesgos que corres

cuando sales a pasear

por el viejo barrio

que sobre el pasado hayan caído

los cascotes

de lo que no vino después

QUERIDA PERIFERIA 

Puede resultar duro echar la vista atrás

y comprobar que fuiste

el único culpable de tu mala suerte

que los mejores momentos transcurrieron

cruzando a solas la península

de noche en un avión semivacío

reconocer que la juventud llegó

demasiado tarde

que la derrota y la mediocridad

te empañaron unas gafas inexistentes

 

Puede resultar duro y hasta injusto

que sólo hayas visto a tu equipo

jugar una final en tres décadas

y que la hayan perdido

haber colocado

cientos de bombillas

en un estante

a las nueve de la noche

en una tienda donde no entra nadie

EL CIELO DE LOS COCHES

El primer coche de mi padre

fue un Renault 5 blanco

No tenía cinturones de atrás

pero mi hermano y yo

nos sentíamos seguros allí

como en pocos sitios

Cuando cambiamos de coche

lo asumimos con naturalidad

sin hacernos demasiadas preguntas

Estábamos eclipsados

por un nuevo y joven Renault Clio

El R5 estaba ya

en el cielo de los coches

 

Semanas después

dando un paseo

nos encontramos con él

Fue como ver un fantasma

estaba sucio

con dos ruedas pinchadas

y el morro destrozado

Más abandonado que aparcado

Pero allí estaba

no había duda

M-2477-DL

Todos nos quedamos en silencio

Definitivamente

el cielo no existía

HACE MUCHO

En el colegio

nos llevaron un día a plantar unos pinos

en una ladera

a las afueras de mi barrio

Hoy pasé por allí

y reparé en ello

casi treinta años después

 

No había crecido nada

*******

Eduardo Corrales (Madrid, 1980) es profesor de geografía e historia. Fundó y dirigió la publicación Drugstore Magazine (finalista del Premio Bitácoras 2015) y ha publicado en diversos medios artículos sobre arte, historia o literatura.

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Autor: Eduardo Corrales. Título: Last blues. Editorial: Sr. Scott. Venta: Todostuslibros

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