Inicio > Poesía > 6 poemas de Sofía Crespo Madrid
6 poemas de Sofía Crespo Madrid

Sofía Crespo Madrid es una poeta y traductora nacida en Valencia, Venezuela en 1995. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde obtuvo una beca de colaboración (2017-2018) en el Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana para estudiar la obra de Rafael Cadenas. Ha publicado dos poemarios, Tuétano (La Poeteca, 2018), Tuétano/Marrow (Ojos de Sol, 2020) en edición bilingüe al inglés y Ayes del destierro (Libero, 2021). También ha traducido del portugués Todo tocar es una canción de Carla Carbatti (Libero, 2022). Ha publicado textos en diversas revistas digitales en América Latina y la Península, como Periódico de Poesía (UNAM), Revista Mercurio o Fundación Pablo Neruda, entre otras. Ha sido editora de la revista Canibalismos (2015-2017). Forma parte del colectivo Escritores Cordillera, comprometido con el archivo de la literatura venezolana. Es más feliz en bicicleta.

***

EN EL PATIO DE ESCUELAS MENORES

A Cristina Olivares Santa Cruz

Marmóreo gimes Fray Luis cuántas veces dime
si soltaste un aullido desde tu celda hacia tu celda
si te sentías solo y sin nadie
más que tu amor a unas cuantas palabras
de una lengua extranjera
Cuántas veces dime te sostuvo
cada llamada al cielo negado
si se te pudría el aliento detrás de cada padre nuestro
si murmurabas bésame con los besos de tu boca [1]
ante una cruz mustia
y ya muy tarde
Te digo Fray Luis te digo
yo también burlaré los antojos de esta vida
con cuanto teme y cuanto espera,
pues Dios es un nombre

para el orden oculto

en sueño y en olvido
sepultado.

——

[1] Cantar de los Cantares. Trad. Fray Luis de León.

***

DESCONFIANZAS

me siento a la mesa y escribo
con este poema no harás la revolución
no dormirás el hambre
con estos versos no dejarás de ser extranjera
no vivirás el tiempo de a sorbos
ni despertarás a la fecha en el pasaporte
con este poema no desmentirás la revolución
ni alcanzarás la palabra inocente
con estos versos no podrás despedirte de nadie
ni besar a tu madre
no tendrás asilo en la nostalgia
no conjugarás presencia o espera

me siento a la mesa y escribo

***

AL RÍO TORMES

La Facultad tenía en su puerta un obituario,
derrotados/especulamos

¿habrá sido un poeta niño o un niño poeta?

no extraña [a la gente de Anaya] la desaparición de los hombres y mujeres que visitan
aquellas páginas de ruido y furia.

Coinciden todas nuestras muertes y pronto desaparecerás, río viejo,
abrazado a tus profesores suicidas/

dicen que encontraron sus zapatos tiritando de frío
por tu ribera

dos veces rota la flor del agua &&&&&&&&[1]
ese día (o noche

aprendí de memoria tu sentencia:
vivimos &&&&& morimos

&&&&&&& los pasos lejos del cuerpo.

——

[1] Ejercicio de memoria en homenaje a Aníbal Núñez, poeta salmantino.

***

Nunca me esquecerei que no meio do caminho
tinha uma pedra
tinha uma pedra no meio do caminho
no meio do caminho tinha uma pedra.

Carlos Drummond De Andrade

LAPELIPOSA 

Algún día voy a ver la Catedral por última vez
y eso me pone muy triste

vibrará en el roce de sus hombros

de óleo naranja y verde

Diré adiós
a la posibilidad de señalar un hogar con el dedo/a los más míos vértices de luz
por cada codo cada pie habrá un latido
recogido ya en la gramática de nuestros cuerpos.

Fue aquí donde lo supe:
la carne siempre ha sido triste,

existe más allá del cansancio

y no hemos aprendido a llorarla.

***

LISBOA EM PÉ

Los días han sabido amalgamarse,
ante nosotros hay un ritmo nuevo
es la incertidumbre que se asoma
y estira nuestra lucidez
hasta hacerla irreconocible.
Me encuentro en las cimas
acaso siete
acaso frente al abrazo triste
del río y el mar.
Escribo siempre de noche,
en el instante anterior
al sosiego, anterior a la llegada
de la luz que viene a dar forma
a todo lo que amo: el cielo
me ha concedido una ventana
frente a las jacarandas, de ellas
se desprenden las plegarias violetas
que encontraré más tarde, podridas
debajo de mis zapatos.
Estoy aprendiendo a caminar
a través de la viscosidad,
sobre la más inesperada de las calçadas,
escribo y soy libre antes de serlo.

Qué útil será el luto cuando se vuelva perenne.
La Vida Bohéme

***

UTILIDAD DEL LUTO

cuando nos ahorremos separar las prendas
la angustia de la úlcera
el permiso para adentrarnos en el silencio
cuando nos decidamos por un renacuajo
que se parezca a nosotros
(pero sin haber perdido nada todavía)
cuando admitamos la morbosidad de vernos huérfanos
cómo se escuchará ese lamento de MADRE
quizás tenga hipos de memoria
o se le olvide hablar

qué fecundos los niños soldados
no pueden decir turpial ni bandera de piojos ni qué de pinga
estas violencias
en las que no sabemos reconocernos
mientras crece el cementerio del este

yo escucho el rumor de los hombres
cuando le tuercen el cuello al cisne
cuando ya es muy tarde y dicen

dame una muerte que pueda izar en el aire

4/5 (82 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios