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7 poemas de Los reinos del allí, de Carlos Edmundo de Ory

7 poemas de Los reinos del allí, de Carlos Edmundo de Ory

Con motivo del centenario del nacimiento de Carlos Edmundo de Ory, sin lugar a dudas una de las voces más altas y singulares de la lírica española, la editorial Galaxia Gutenberg rescata lo mejor de su producción a lo largo de setenta años. Bajo la edición de Jaume Pont, que también se encarga de la Introducción, este volumen resume una aventura creadora sin igual en nuestro entorno.

En Zenda reproducimos siete poemas incluidos en Los reinos de allí. Poesía reunida 1940-2010 (Galaxia Gutenberg).

***

ESPAÑA MÍSTICA

Cerro lomo inmenso tímpano doliente
y en las perchas de los árboles
las casacas de los ángeles se pudren
Pones puertas al desierto
pantalones al espíritu
Lava un poco tu esqueleto con jabón
De los muertos muertos de hambre
pararrayos de oraciones
el ciprés

Tengo sed de alcantarillas
y de cerveza bendita
Dame prisión de campanas
con tus rosarios mohosos
Con tus capas de torero
hazme un traje funerario
un sudario de primera
Y en mi tumba pon mañana
un cocido de garbanzos con chorizo

Fiesta digna de matracas y cohetes
Oh mi España de peluca y de tomate
Matricúlame de muerto en la alcaldía
y celebra un carnaval de escapularios
ese día noche alba o madrugada

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OVARIO MATERNO

En nuestras manos de hoja de otoño
se sostenía la lámpara
Nuestro diálogo era escuchado por las moscas
que no tienen físico
Comparados con los sabios incendiarios de antaño
nuestra ropa de lepra en Madrid
oyendo misa en las alcantarillas
y todo nuestro altar era un grito miserere
Yo el poeta de ojos sexuales
nihilista nato jefe de la ternura
cuántas veces metí el dedo supersónico
en el cohete de un soneto
Me llamaban “poeta maldito”
los peotas del café Gijón
Nosotros hemos matado al sereno
a ex profeso y vendido a precio bajo
su muleta
Comparado con las hermanas Brontë y con Poe
seres serpientes del Museo del Mal
nuestro empleo de campanario
Oh Cádiz mío calla calla
fumador de mi Cádiz como kif
Apéate del bello tren del bosque
y bésame la boca con tu lengua sin pijama
Amante de diamante mi hija hambrienta
mi asistenta de aspaviento
con tu par de cebollas
araña de mi catre
las manchas de tu cepillo me atrajo
Ahora escucha la canción de mi huerto
donde acuesto guantes de boxeo
con zapatitos de niño
y me acuerdo de la tierra natal
con su cura nadando en la bahía

***

EROS TREMENDUM

En la noche del sexo busco luz
y encuentro más y más oscuridad
mi cuerpo es sacro y sacrifica edad
sin tiempo sobre el tuyo cruz con cruz

Subo y bajo y gravito mi testuz
cae sobre el muro de tu atroz ciudad
sin puertas donde al fin me da mitad
de entrada a la tiniebla un tragaluz

Mantel mi espalda cubre los manjares
mis brazos y mis piernas son a pares
con los tuyos en forma de escorpión

Las dos manzanas mi contacto deja
y duerme como un vaso en la bandeja
de tu vientre mi enorme corazón

***

AMO A UNA MUJER DE LARGA CABELLERA

Amo a una mujer de larga cabellera
Como en un lago me hundo en su rostro suave
En su vientre mi frente boga con lentitud
Palpo muerdo acaricio volúmenes sedosos
Registro cavidades me esponjo de su zumo
Mujer pantano mío araña tenebrosa
Laberinto infinito tambor palacio extraño
Eres mi hermana única de olvido y abandono
Tus pechos y tus nalgas dobles montes gemelos
me brindan la blancura de paloma gigante
El amor que nos damos es de noche en la noche
En rotundas crudezas la cama nos reúne
Se levantan columnas de olor y de respiros

Trituro masco sorbo me despeño
El deseo florece entre tumbas abiertas
Tumbas de besos bocas o moluscos
Estoy volando enfermo de venenos
Reinando en tus membranas errante y enviciado
Nada termina nada empieza todo es triunfo
de la ternura custodiada de silencio
El pensamiento ha huido de nosotros
Se juntan nuestras manos como piedras felices
Está la mente quieta como inmóvil palmípedo
Las horas se derriten los minutos se agotan
No existe nada más que agonía y placer

Placer tu cara no habla sino que va a caballo
sobre un mundo de nubes en la cueva del ser
Somos mudos no estamos en la vida ridícula
Hemos llegado a ser terribles y divinos
Fabricantes secretos de miel en abundancia
se oyen los gemidos de la carne incansable
En un instante oí la mitad de mi nombre
saliendo repentino de tus dientes unidos
En la luz pude ver la expresión de tu faz
que parecías otra mujer en aquel éxtasis

La oscuridad me pone furioso no te veo
No encuentro tu cabeza y no sé lo que toco
Cuatro manos se van con sus dueños dormidos
y lejos de ellas vagan también los cuatro pies
Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío
El barco del placer encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?
Para siempre abandono este interrogatorio
Ebrio hechizado loco a las puertas del morbo
grandiosa la pasión espero el turno fálico

De nuevo en una habitación estamos juntos
Desnudos estupendos cómplices de la Muerte

***

MONÓLOGO

Lenguaje mi juramento
Mi venganza mi delirio
¿Qué hicieron de ti los hombres
sino sólo escupitajo?

Presencia inaudita Palabra
Joya ultramundana Umbral
Revelación de la paloma
que ninguna barbarie degüella

Rumias campaneas truenas
Embarcas fomentas electrizas
Gimes ruges oras gestas
Alumbras balbuceas hermanas

Solana de las tinieblas
Cubil de rayos solares
Cogollo de mi inspiración
Reptil de huevos cuadrados

***

NO TIENE TÍTULO

Cuando yo era niño un hada me regaló una catedral
Cuando yo era niño el color azul se puso de pie delante de mí
Cuando yo era niño llamaba de usted a los peces
Cuando yo era niño vi la sangre del mármol
y vi la mano de Dios tirada en un baratillo
y vi el arpa de David en el despacho de un banquero
vi también por primera vez la lluvia un lunes
Cuando yo era niño me metieron en una familia
pero en realidad yo era el jefe de los violines
Empecé a mentir empecé a orinar aguardiente
No sabía dónde guardar mis cosas
coleccionaba polvo
Un hombre extraordinario llegó a mi cama
y hablándome al oído me dijo
“Yo soy el marido de la luna”
Siete veces me puse enfermo
Fue siempre a causa de siete sorpresas
No me está permitido enumerarlas salvo dos
La que tuve cuando vi las pestañas de mi ombligo
y la otra que me marcó para toda la vida
Era un tren que llevaba calles a las ciudades
Una vez me dio un beso un lobo
Cuando yo era niño me rompí
Cuando yo era niño mi maestro era un niño
el cual se clavó un clavo en la cabeza
Perdió el habla
De él recibía mensajes por escrito
Todo lo que sé hoy día
se lo debo al niño que me lo enseñó
principalmente el sánscrito
La primera palabra que aprendí a escribir
fue la palabra peine
Nadie sabe que es un verbo
Cuando yo era niño me escapé del colegio
y me fui a China
Hay muchas cosas que no puedo decir a nadie
casi todas se refieren a las matemáticas
Sobre la madera de los pianos no hay nada que yo no sepa
Un sacerdote me dijo lo que significa fumar
Sé que los sepultureros venden bufandas a los muertos
No he visto cosa más bella que la sombra del pavo real
Durante una hora sufrí el peor de los castigos
fue cuando me dieron de baja de niño en un convento
ya que molesté a las monjas con preguntas de teólogo
Siempre me interesaron las rodillas
En el frío del amanecer está la razón de todo
Cuando yo era niño traje una roca a casa
Coleccionaba saliva
Una vez entré con un caballo en una taberna
Me hicieron subdirector de los jugadores de bolindres
Cuando leí que en la Biblia se hablaba de Postismo
lo primero que hice fue comprarme un bañador
El niño que era mi maestro murió en el frente
Coleccionaba termómetros
Se supo en el gobierno que yo mentía
Planché una paloma para saber lo que es el pecado
Y vi bajar de un barco lo que diré
(salvo lo que no me está permitido decir a nadie)
Vi bajar a un abuelo que estornudaba mucho
Vi bajar al inventor de los billares de bolsillo
arruinado llorando
Y vi bajar a un bailarín famoso que se me acercó diciéndome
—Sabes rosa mía que he venido hasta aquí
para tocar el corazón de los limpiabotas

***

POETA

Antes de abrir la boca qué sabía mi oído
del futuro poema que me trajo en silencio
el único maestro que tuvo una garganta
de aprendiz absoluto obediente al Phonaskos
Fue entonces cuando el sol antiguo me quemó
la frente y puso huellas de pentágrama
Yo sé que mi osamenta es una lira griega
que conoce misturas de modo mixolidio
Pero al fin acabé siendo un grito mayor
Cómo empezó el misterio de mi escritura errante
Cómo llegó mi voz a parecerse a mí
Trato de descubrirlo a orillas de la noche
mientras arden mis poros de influencia lunaria
y retornan los grandes minutos que sentí
por vez primera como heredero del cosmos
antes de tener labios aptos para cantar
si alguna vez se pudo poner timbre a los raptos
Porque yo sigo siendo el mismo mudo místico
imbuido de aquellos soplos iniciales
motivando las frases ancianas de los puros
labios de la locura la locura poética
y ellos terminarían por besar la mañana
fraterna de los hombres bajo el eterno sol
¿Quién dirá que grité música en un desierto?
Diabólico es el día de gasoil
El vómito del mundo cayó sobre mis pies
y vi un ángel borracho con un dedo en la boca
Entonces comprendí mi corazón atónito
En la jaula del león de una lágrima sólida
estuve solitario callado mucho tiempo
Garganta noble hija de la angustia
y las canas me muerden las carnes del espíritu
¿Qué es lo que entrará en el ataúd?
El cuerpo mío piensa igual que un jazminero
voz y oreja avisados del don personalísimo
Ahora ya soy un viejo rapsoda terrenal

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Autor: Carlos Edmundo de Ory. Título: Los reinos de allí. Poesía reunida 1950-2010. Editorial: Galaxia Gutenberg. Venta: Todostuslibros.

BIO

Carlos Edmundo de Ory, una de las figuras más personales y relevantes de la poesía española contemporánea, nació en Cádiz el 27 de abril de 1923. A los catorce años escribe sus primeros poemas siguiendo el ejemplo de su padre, el poeta modernista Eduardo de Ory. Tras la Guerra Civil se traslada a Madrid. En 1945 publica su primera colección de poemas, Versos de pronto. Ese mismo año, junto a Eduardo Chicharro y el italiano Silvano Sernesi, funda el postismo, movimiento estético-literario de vanguardia que sacude el páramo cultural de la inmediata posguerra. Tras su prohibición, Ory, desengañado, abandona España en 1953 para instalarse en París. Da comienzo así un autoexilio singular en lo político y en lo poético. Alejado de los círculos literarios españoles, Ory no verá publicado su primer libro de poemas, Los sonetos, hasta 1963. Los ejes sucesivos de esta errancia –París, Chosica (Perú), Amiens, Thézy-Glimont– son espacios entrañables de una autobiografía espiritual que, en lo poético, se sustenta en la afirmación del ser en extranjería, en pugna siempre con la convención. Es el caso del Atelier de Poésie Ouverte (1968) que impulsa en Amiens, taller de agitación colectiva vinculado a la contracultura y los ecos revolucionarios del mayo francés que le valdrá la expulsión de su puesto de bibliotecario de la Maison de la Culture. Solo dos años más tarde, sin embargo, tras la publicación de Poemas en 1969, la voz de Ory se deja sentir con especial resonancia crítica de la mano de Félix Grande y su antología Poesía 1945-1969. Es el arranque de un período de entregas poéticas regulares, muchas de ellas fruto de los largos años de silencio: Música de loboTécnica y llantoLos poemas de 1944Poesía abierta, Metanoia, Lee sin temorEnergeiaLa flauta prohibidaMiserable ternura / Cabaña, Poesía primera, Soneto vivo, Sin permiso de ser ángelLas patitas la sombra (en colaboración con E. Chicharro) y Melos Melancolía. Con los Aerolitos cultiva la escritura fragmentaria, entre la greguería, el aforismo y el artículo de fe. En 2003 Galaxia Gutenberg edita Música de loboAntología poética (1941-2001), con prólogo y selección de Jaume Pont, que supone una oportunidad excepcional para revisitar su obra. Siete años después, el 11 de noviembre de 2010, Ory fallece en su hogar francés de Thézy-Glimont.

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