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7 poemas de Mariana Camelio Vezzani

Mariana Camelio Vezzani es una poeta nacida en Santiago, Chile, en 1994. Licenciada en letras y profesora de Lenguaje. Junto a Samuel Espíndola realizó el poema-instalación “El juego de las decapitaciones”. Trabaja en el Archivo Ronald Kay y forma parte del colectivo de escritura y traducción Frank Ocean. El 2019 publicó el libro de poesía Isla Riesco (Jámpster Libros), finalista del Premio Municipal de Literatura de Santiago 2020-2021.

***

comuna río verde

la cinemática de la liebre se estudia con un hilo
que sostengo entre mi ojo izquierdo
y el espacio vacío después del salto del animal
un nudo marca la distancia
pienso repetir el gesto
la velocidad no se mide con los dedos
no se le pegan cardos a las liebres
vadear a los zorros en la estepa
hace que la geometría del movimiento
tenga ángulos rectos
no cavan madrigueras
los lebratos nacen desprotegidos
la cinemática no es una ciencia exacta
un ovejero mira los saltos de las crías
desde el puesto a tres horas de la casa principal
y recuerda un cuento lleno de liebres doradas
asesinadas por los perros

***

playa km. 63 sur

varadas en la playa tres ballenas
cantan como el metal
se adivina de las profundidades
un chirrido de columpio viejo
tela mojada contra el vidrio
en los canales se escucha
se cimbra en la noche el canto
vibra el agua
¿cómo despertarse?
antigua caleta balleneros en 1903
comienzan a construir las primeras casas
pero es diciembre de 1967 y
sobre la bahía las playas de isla decepción
cae improvisada una lluvia de piedras
—solo eso alcanzas a leer
y la voz ya es pura chispa eléctrica

un delirio coleccionista te susurra
bajas por el estero mientras
la boca de tus labios canta
que una lluvia pétrea te regaló por fin
ballenas para la repisa
rotulada «cetáceos» de tu colección
cuerdas gigantes atas a las ballenas
entiendes que el suyo fue siempre un mismo relato:
ellas antes ancladas en la caleta de
la chilena sociedad ballenera
te amarras esas cuerdas a los hombros
y un canto que ya no es tuyo ni el metálico
te ordena que nada más resta que tirar
desembocadura estero arriba

***

el territorio se divide
según tres tipos de toponimias
elijo las que remiten a sucesos del pasado
un autor entrega los siguientes ejemplos:
–playa líquenes de los ciervos
–punta palo podrido
–donde rueda el tronco del helecho
sin embargo
son muchos los nombres
que ya no pueden traducirse

***

bosque el aracelly

la descripción rigurosa de un cuerpo
comienza por los dedos
te vi caminar entre los árboles
con los ojos en las manos
ésta es la ceguera —dijiste
y los ojos te los llevaste
a lo más bajo de la nuca

detrás de ti la cordillera
su escarcha quebrada
su luz en tus pómulos
me miraste inmóvil
manchas verdes descendieron por tu cuello
la descripción de un cuerpo
incluye cada una de sus vértebras
hermana —dijiste
toma mis hombros
que son dos peces que flotan

posé mis dedos en tu espalda
conté las quemaduras
tajos de carbón y perforaciones
brillaban en tu costado
el residuo mineral se esparce
tu cuerpo entero
es pupila sin párpados

apoyo las rodillas
tus pies también los surcos
están llenos de tierra
tus dedos se estiran con el brazo
medimos la distancia justa
entre tu mano y mi garganta
toma también la sed —dijiste

***

sótano de la casa principal

(3:07 h.)

hay zorros que viven debajo de esta casa
su asentamiento siempre ha sido radial y concéntrico
los túneles me los aprendí de memoria
el ejercicio de dibujar la isla boca abajo
hizo aparecer en el papel un trazado perfecto
de crujidos soterrados nocturnos
allí aparecieron también
manchas de musgo que esconden quemaduras
zorros que duermen en esas manchas tibias
sueños de árboles con corteza fotosensible
que imprimen caras cuyos nombres
y genealogía no recuerdo

en el verano vimos pájaros de muchas especies
pero todos de un gris ceniciento
la laguna a medio congelar tiene surcos azules y otros verdes
nada entiendo yo de crujires pero con la lluvia
en cada uno de esos huecos
crecerían líquenes amarillos:
en los barcos se han visto siempre
fuegos en la punta de los mástiles
durante la tempestad se les considera
un signo de protección

***

habitaciones

(02:40 hrs.)

el invierno se aferra a los lugares
la escarcha crepita por la casa
mancha las fotos de bisabuelos
despierto
en la noche no hay electricidad
compartimos la cama hermano te digo
el hielo avanza por los huecos de tu cara
te veo verdes los párpados que brillan
tu frente es otra foto con manchas que no entiendo
no hay fósforos en la pieza de los niños
mira la ventana dije despierta
los árboles crecen en la noche
las hojas se les trizan dicen
no somos de agua sino de vidrio
también la lluvia es de vidrio
sus sombras mueven las paredes
la habitación cambia sin nosotros
el suelo se escarcha
la puerta de a poco se oscurece

***

bartolomé gonzález

(33°26’55» sur, 70°38’52’ oeste)

construiste la casa principal
sobre la columna de las focas
cierro los ojos
veo tus manos clavar los huesos
tu boca decir
ésta es la foca más grande
mira sus cicatrices
sus heridas son las vetas de esta casa
la madera se encaja en las vértebras
la grasa del animal sobre las tablas
el resto del cuerpo se desecha
veo tus manos tomar sus intestinos
el olor atrajo a las gaviotas
aleteabas tú también para alejarlas
pero eras uno solo contra el hambre
los pájaros quebraron las ventanas
lloraste con el vidrio entre los pies
cierro los ojos
imagino mi propia casa de vértebras
a ti soplando sobre mi frente
dijiste la foca es un depredador terrible
su piel oscurece en el invierno
cuando se sabe cercana a la muerte
deja la costa y viaja
para morir sola entre glaciares

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