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7 poetas contemporáneos de EE.UU. (II)

7 poetas contemporáneos de EE.UU. (II)

Portada: Ron Padgett. Foto de Pascal Perich.

Este viernes, dentro de la nueva sección No son todos los que están, presentamos la segunda de las cuatro listas de siete poetas contemporáneos de EE.UU. que, a su vez, complementa la publicada hace unas semanas de siete grandes poetas del mismo país. Pasen y lean. Estos son los que están esta semana, y los que no, ya llegarán.

***

MARY JO BANG

Mary Jo Bang es una poeta nacida en Missouri en 1946. Vive en la en la ciudad de St. Louis, donde es profesora de inglés y dirige el programa de Escritura Creativa de Washington University. Es autora de numerosos libros de poesía, entre ellos Apology for Want (1997), que recibió el premio Katherine Bakeless Nason; Louise in Love (2001); The Downstream Extremity of the Isle of Swans (2001); Elegy (2007), ganador tanto del National Book Critics Circle Award como del Alice Fay di Castagnola Award; y The Bride of E (2009). En España se ha publicado Elegía (Bartleby, 2010) traducido por Jaime Priede, la antología El claroscuro del pingüino (Kriller71, 2013) y Una muñeca para tirar (Kriller71, 2019), traducidos ambos por Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo.

En la calle

Aquí estamos, en lo alto del arco de las utopías. El
agua no es profunda. Una mancha de aceite brilla
en la superficie como una lente toma la luz y la
multiplica frente a un espejo. Si alguien se detiene
cerca tuyo, allí están ellos – aunque no aparezcan
en la foto. Lo que hace que la oscuridad total se
vincule a la suerte y cosas así. La arquitectura, a
diferencia de la ley, perdura. Una fachada, como
un ideal, puede ser opresiva a menos que esté
compensada con un balcón al que puedes asomarte
para reprender a los que están en la calle: venid
aquí y miradnos a los ojos. ¿No somos exactamente
aquello en lo que queríais creer?

Mary Jo Bang. Foto: Alex Heuer.

En el balcón del edificio

Nada de dormir ahora. Ya no hay pacto de sueño
con morfina y la noche como aguja. Estamos
despiertos, empujados el uno por el otro como
si lo que quedara es todo lo que habrá. Nos
necesitamos como si estuviéramos en una rama
frágil que está siendo podada. Veo la huella
de una cicatriz tenue sobre tu ceja izquierda.
Entonces supe lo que era sentir. La caída
agonizante.

***

DENISE DUHAMEL 

Denise Duhamel es una poeta nacida en Woonsocket, Rhode Island, en 1961. Ha sido ha sido poeta residente en la Universidad de Bucknell . Ha tenido residencias en Yaddo y MacDowell Colony. Sus libros se caracterizan por una apuesta poética híbrida en la que el humor y el feminismo son utilizados de manera punzante, como ocurre en Kinky (1997), en el que retrata a un icono de la cultura popular como la muñeca Barbie a través de una extensa serie de posturas satíricas. Fue finalistas del Premio del Círculo de Críticos de Libros (Poesía) 2013 por Blowout y tuvo la beca Guggenheim 2014. Algunos de sus libros más destacados son Sonríe, (Warm Spring Press, 1993), La mujer con dos vaginas, (Salmon Run Press, 1995), Chica soldado (Garden Street Press, 1996), Kinky (Orchises Press, 1997), Reina por un día: poemas nuevos y seleccionados (Universidad de Pittsburgh, 2001), Blowout (Universidad de Pittsburgh, 2013) o Second Story (Universidad de Pittsburgh, 2021). Su poesía ha sido objeto de numerosas antologías y ha aparecido en las publicaciones anuales The Best American Poetry. Vive en Hollywood, Florida, y es profesora de literatura y escritura creativa en Florida International University. En nuestro país, Bartleby Editores publicó en 2008 el libro Afortunada de mí, con traducción de Dagmar Buchholz y David González.

Sexo con un poeta famoso

Anoche tuve sexo con un poeta famoso
y me estremecí cuando di la vuelta y me encontré al lado suyo
porque yo estaba casada con otra persona
porque no tendría que haber estado bebiendo
porque me encontraba en un hotel lujoso
que no reconocí. Debí haberte dicho
de inmediato que lo anterior era un sueño, pero
un amigo me dijo, escribe acerca de un sueño,
pierde un lector y no quería perderte
de inmediato. Quería que me escucharas,
que supieras que ni siquiera me gusta el poeta del sueño, que él tiene
cuatro hijos, el más joven de mi edad, y que lo encuentro
muy poco atractivo, que sólo lo vi una vez,
me refiero en la vida real, y que fue junto a un grupo inmenso
con el que apenas pude hablar. Él me resultó desagradable
con sus observaciones despectivas sobre las mujeres.
Incluso usó la palabra “Japo”
que tomé como una ofensa directa hacia mi esposo que es asiático.
Cuando estábamos en nuestra primera cita, le dije
“Anoche estuviste hablando mientras dormías
y te escuché sólo para asegurarme que no
mencionarías el nombre de nadie más”. Mi futuro esposo dijo
que no podía responsabilizarse por su subconsciente
lo cual me preocupó e hizo pensar que sus sueños
estaban llenos de rubias en bikinis de piel de conejo.
Pero él dijo que no, soñaba sobre todo peñascos
y con océanos y con volcanes, climas extremos
a los que presenciaba sin poder detenerlos
Y yo le dije, “sólo sueño contigo”,
lo cual era romántico, tonto y falso.
Pero nunca pensé que podría soñar con otro tipo—
mi esposo y yo nunca tuvimos un sólo conflicto,
mi cabeza acomodada dulcemente en su axila, mi brazo
alrededor de su vientre, moviéndose de arriba abajo
la noche entera, poco a poco, cual agua en un lago.
Si me topara con aquel poeta famoso en la calle,
él seguiría andando, célebre bajo sus lentes obscuros
y un blazer con los parches de gamuza en los codos,
sin ceder una sola mirada en mi dirección.
Sé que quizás sientes curiosidad por saber quién es este poeta,
así que debo decirte que las pistas que he dejado
no son certeras, que he disfrazado su identidad,
nunca deberías intentar adivinar quién es…
porque jamás atinarás la respuesta correcta
y si acaso llegaras a hacerlo, no te diría que lo has logrado.
No podría avergonzar a un extraño
que, a fin de cuentas, podría ser una buena persona,
que quizás sólo estaba teniendo un mal día cuando lo conocí,
alguien que tal vez esté un poco cansado de la fama—
que mi esposo y yo consideramos como grandiosa,
aunque en realidad no sé qué tanta fama pueda tener un poeta americano
si, digamos, lo comparas con una estrella de rock
o un director de cine del mismo talento. No tanta,
y el poeta famoso lo sabe, sabe que
no es famoso de verdad si mira sus deudas. Sabe que muchos
de estos jóvenes poetas que jalan sus mangas
tan sólo fingen que han leído todos sus libros.
Pero sonríe de cualquier forma, trata ser útil.
Digo, este poeta tiene algunas cualidades que lo redimen, ¿no es cierto?
Por ejemplo, escribe algún verso yámbico.
De otro modo, qué hacía yo en sus brazos.

*

Barbie americana nativa

Sólo queda una.

***

BEN LERNER 

Ben Lerner es un poeta, novelista, ensayista y crítico literario nacido en Kansas, Estados Unidos, en 1979. En poesía ha publicado The Lichtenberg Figures (ganador del Hayden Carruth Award, 2004), Angle of Yaw (Finalista del National Book Award, 2006) y Mean Free Path (2010). Ha obtenido becas como la Fullbright (2003/2004), la Howard Foundation (2011), la de la Fundación Guggenheim (2013) o las Becas MacArthur. Ha sido el primer norteamericano en obtener el Preis der Stadt Münster für internationale Poesie (2011). También ha publicado las novelas Saliendo de la estación de Atocha (2011) y 10:04 (2014). En la actualidad ejerce la docencia en el Brooklyn College. El poema que presentamos pertenece a Elegías Doppler, antología poética bilingüe del autor editada por Kriller71 en 2015 con selección y traducción de Ezequiel Zaidenwerg.

Tengo que conducir muchos kilómetros para decir este remate.
Tengo que conducir muchos kilómetros a la usanza moderna,

que es suicida, debajo de este cielo que exige correcciones. Esta noche
Orlando Duran se sacó de quicio. Se puso a untar todos los picaportes,
cerraduras y espejos de su departamento con gel espermicida.

Expulsar de repente aire de los pulmones

no es una vida hermosa a la usanza moderna. Más bien,
hay que aprender a conducir, a conducir
en el sentido más amplio de la palabra, en un sentido en el que

quepan

cómodos otros cuatro sentidos. Esta noche, Orlando

Duran de pronunció a la usanza moderna,
se pronunció como un remate. ¿A esto se refería cuando dijo

“libertad negativa”,
o “el ruido del aplauso con una mano sola es un latido”?

*

La tercera sección del estómago de un rumiante se llama
salterio porque, al cortársela, se abre como las hojas de un libro. La
fruta tiene forma de estrella cuando se la corta de manera transversal,
y por eso se llama fruta estrella. Nuestro pueblo a menudo
llama a los objetos según la forma en que los destruimos.

***

ROBIN MYERS 

Robin Myers es una poeta y traductora nacida en Nueva York en 1987. Creció en Estados Unidos y está radicada en la Ciudad de México. Es autora de los libros de poesía Lo demás (Barcelona, Kriller71 Ediciones, 2016; Buenos Aires, Zindo & Gafuri, 2016; traducción de Ezequiel Zaidenwerg), Amalgama (Ciudad de México, Ediciones Antílope, 2016; varios traductores) y Tener (Buenos Aires, Audisea, 2017; Barcelona, Kriller71 Ediciones, 2019; Ciudad de México, Ediciones Antílope, 2019; traducción de Ezequiel Zaidenwerg). Estaba entre los ganadores del concurso internacional de traducción convocado por Words Without Borders y la Academy of American Poets en 2019. Entre sus traducciones recientes o de próxima publicación están obras de Gabriela Cabezón Cámara, Tedi López Mills, Daniel Lipara, Leonardo Teja, Cristina Rivera Garza, Mónica Ramón Ríos y Gloria Susana Esquivel. Presentamos un poema de su último libro, Poquita fe (Kriller71, 2023), con traducción de Ezequiel Zaidenwerg

Contra la perspectiva

Qué absurdo que es mirar la costa
desde la ventanilla de un avión.

No hay nada que una pueda hacer con eso,
y si el límite entre una
parte y la otra –el volado de tierra,
el vacío del mar
tan demasiado cerca de lo eterno

como para decir algo digno al respecto– se ensanchara
o se hiciera más chiquito, ¿cómo
te enterarías? No podrías,

no desde esa distancia, tal como estás
muy cerca para ver el crecimiento infinitesimal,
constante de tus uñas, que según dicen

sigue incluso tras tu muerte,
pero no.

*

Debut

Los detalles deciden cuáles están dispuestos al olvido.

Cuántos años tenía exactamente, qué prenda informe
me ponía para borrarme, dónde me hacía erupción
la piel, las cosas de las que temía que podría prescindir:
no son más que partículas, la respiración

de la memoria, el zumbido celular de una adolescente.
Lo que quiero decir es que la primera vez
que le canté a mi mamá, canté de espaldas.
Hasta mi espalda le cantó.

Robin Myers. Foto: Nuria Lagarde.

RON PADGETT 

Ron Padgett es un poeta, ensayista, narrador y traductor nacido en Tulsa, Estados Unidos, en 1942 e integrante de la segunda promoción de la Escuela de Nueva York. En 1958, cuando tenía 17 años junto con Dick Gallup y Ted Berrigan cofundó la revista literaria The White Dove Review, en la que publicaron poemas inéditos de autores como Allen Ginsberg, Jack Kerouac o E.E. Cummings. En 1960 tuvo como profesor a Kenneth Koch en la Universidad de Columbia. Publicó en 1967 su primer poemario, Bean Spasms, escrito en colaboración con Ted Berrigan. A este libro le siguen más de una decena entre los que destacan Great Balls of Fire (1969), How to Be Perfect (2008) o Alone and Not Alone (2015). Padgett es el autor de los poemas que escribe el protagonista de Paterson, la película dirigida por Jim Jarmusch. Ha obtenido varios premios y en 2012 fue finalista del Pulitzer de poesía. También se dedica a la traducción del francés de poetas como Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy. Su obra se encontraba inédita en castellano hasta que la editorial Kriller71 publicó la antología bilingüe Cómo ser perfecto en 2018, seleccionada y traducida por Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo.

Tres poemitas (I)

Te llamo
por teléfono &
charlamos, pero
la forma en que
al teléfono
le falta una tele
es la forma en que
me siento, deseando
que el resto de ti
estuviese conmigo.

*

Poema de amor

Tenemos muchísimas cerillas en casa.
Siempre las tenemos a mano.
En este momento nuestra marca favorita es Ohio Blue Tip,
aunque antes preferíamos las Diamond.
Eso fue antes de descubrir las cerillas Ohio Blue Tip.
Tienen paquetes perfectos,
cajas duras en azul claro y oscuro y etiquetas blancas
con palabras grabadas con forma de megáfono,
como para decirle más alto al mundo
“Aquí está la cerilla más hermosa del mundo,
sus cuatro centímetros de pino suave coronados
por una cabeza rojo oscuro, tan sobria y furiosa
y decidida siempre a estallar,
y encender, quizás, el cigarro de la mujer que amas,
por primera vez —y ya nada nunca
vuelve a ser igual. Todo eso te daremos.”
Eso es lo que me diste, yo
soy el cigarro y tú la cerilla o yo
la cerilla y tú el cigarro, quemándonos
con besos que arden hacia el cielo.

***

RICHARD SIKEN

Richard Siken es un poeta, pintor, cineasta y editor nacido en Nueva York, en 1967.Es autor del célebre poemario Crush (Yale University Press, 2005), que ganó el premio Yale Series of Younger Poets en 2004, seleccionado por la premio Nobel Louise Glück.Su segundo poemario no apareció hasta diez años después, War of the Foxes (Copper Canyon Press, 2015). En 2024 aparecerá su esperado tercer libro, I Do Know Some Things, también tras una década. Entre otras distinciones, ha recibido los premios Lambda Literary Award y el Thom Gunn Award, además de haber sido finalista del National Books Critics Circle Award. Presentamos un poema de Crush, publicado en nuestro país por la editorial Ultramarinos con traducción de Juan Gallego Benot.

Improvisación en la orilla

Me quito las manos y te las doy, pero no

las quieres, así que las cojo de nuevo

y me las pongo mal, en la muñeca equivocada. El patio está oscuro,

los tomates están junto a la pared encalada,

 el libro que hay en la mesa trata de España,

las ventanas están cerradas a cal y canto.

Esta noche piensas en ciudades bajo cúmulos

de nieve y te observo como si estuviera mirando a través de una ventana,

contando pájaros.

Buscabas la felicidad, y no te culpo,

y quizá una boca tiene pinta ridícula si no deja de hablar del gozo,

pero dime

que esto te encanta, dime que no eres infeliz.

Haces tus cábalas, te temes lo peor.

El pueblo costero. La valla electrificada.

Dibuja un círculo con un trozo de tiza. Imagínate de pie bajo un constante

cono de luz. Imagina rendirse. Imagina ser inútil.

Una piedra en el camino significa que el té aún no está listo,

una piedra en la mano es que alguien se ha enfadado, la piedra en tu interior

aún no ha tocado fondo.

***

OCEAN VUONG 

Ocean Vuong es un poeta, ensayista y novelista vietnamita-americano nacido en Ciudad Ho Chi Minh (antes Saigón) en 1988. Emigró a Estados Unidos con su familia en 1990, tras pasar un año en un campo de refugiados de Filipinas. En 2014 recibió la beca Ruth Lilly / Sargent Rosenberg de la Poetry Foundation y en 2019 la beca MacArthur Grant. Ha publicado las plaquettes Burnings (Sibling Rivalry Press, 2011) y No (YesYes Books, 2013). Con el poemario Cielo nocturno con heridas de fuego (Vaso Roto Ediciones, 2018, traducción de Elisa Díaz Castelo) ganó el Whiting Award y el Forward Prize en Estados Unidos y el Premio T.S. Eliot en Inglaterra. Sus textos se han publicado en medios como The Atlantic, Tha Nation, The New Yorker y The New York times. Es profesor en el Amherst College de Massachusetts. En narrativa ha publicado En la tierra somos fugazmente grandiosos (Anagrama, 2020). Sus poemas abordan temas como el exilio, la guerra y la homofobia. En 2023 la editorial Vaso Roto publicó en nuestro país El tiempo es la madre, su último libro de poemas con traducción de Elisa Díaz Castelo. Presentamos un poema con traducción de Rodrigo Círigo.

Rompe hogares

Y así es como bailábamos: los vestidos blancos de nuestras madres
desbordaban nuestros pies, mientras un agosto tardío
teñía de rojo oscuro nuestras manos. Y así es como amábamos:
medio litro de vodka y una tarde en el desván; tus dedos
entre mi pelo, mi pelo un incendio fuera de control. Cubríamos
nuestras orejas y los berrinches de tu padre se volvían
latidos. Cuando nuestros labios se tocaban, el día se cerraba
como un féretro. En el museo del corazón
hay dos personas sin cabeza que construyen una casa en llamas.
La escopeta siempre estaba sobre
la chimenea. Siempre había tiempo que matar, aunque al final rogábamos
que algún dios nos lo devolviera. Si no era el desván, era el auto. Si no
el auto, el sueño. Si no el niño, su ropa. Si no estaba vivo,
cuelga el teléfono. Pues el año es una distancia
que recorrimos en círculos. Eso quiere decir: así es como
bailábamos: solos en cuerpos dormidos. Eso quiere decir:
así es como amábamos: un cuchillo sobre la lengua volviéndose
una lengua.

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Pablo75
Pablo75
23 ddís hace

¿Qué significará el verso

«Tengo que conducir muchos kilómetros para decir este remate»

que comienza el poema de Ben Lerner traducido por Ezequiel Zaidenwerg?

Hernán Báez
Hernán Báez
22 ddís hace
Responder a  Pablo75

Creo que se refiere a una metáfora muy beat que hace referencia a la conducción como el trayecto de la vida. Por eso , luego habla de la conducción suicida. Y el remate seguro se refiere al remate del poema. Seguramente habría que conocer el libro completo, para entender plenamente el sentido del poema y también, la mención a aquel señor Durán, que no sé quién diantre es.
Saludos

Pablo75
Pablo75
22 ddís hace
Responder a  Hernán Báez

¿Se dicen los remates? 😉

Fernando
Fernando
23 ddís hace

Es interesante constatar la decadencia literaria entre esta segunda selección de contemporáneos y la anterior (que eran contemporáneos pero no tanto). La mayoría de estos poemas dicen y hacen realmente poca cosa. Me parece que la generación anterior (nacidos entre los 20 y los 50) dio una fama a la poesía estadounidense que ya no merece (y no lo digo solo por esta selección). Pero claro, ¿quién domina las agendas culturales?

Última edición 23 ddís hace por Fernando
María
María
22 ddís hace

De cómo se puede traducir «cerca tuyo» y estropear un poema

Pablo75
Pablo75
22 ddís hace
Responder a  María

Lo curioso del caso es que ese poema, con el estropicio de ese «Si alguien se detiene cerca tuyo», fue ya publicado en este mismo sitio en marzo de 2020. Y que ha sido traducido por dos traductores, Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo, que quizás sepan el inglés pero cuyos conocimientos en español parecen escasos. Otra «curiosidad» típica de los países incultos como España: a nadie en la editorial «Kriller 71 ediciones» parece haberle molestado semejante pegote (que además de ser un error, suena como un pistoletazo en medio de un concierto, que diría Stendhal).

Chris Garbelt
Chris Garbelt
22 ddís hace

Faltó mencionar a la admirable Rhina Polonia Espaillat de NY y Boston.

gris
gris
10 ddís hace

El mejor es el de Vuong sin duda