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8 poemas de Paulo Leminski

Paulo Leminski fue un poeta, novelista, traductor y biógrafo nacido en Curitiba, Paraná, en 1944. Está considerado como uno de los poetas más influyentes en la poesía de Brasil desde los años ochenta hasta hoy. Destacó por su trabajo de vanguardia, una novela experimental y poesía inspirada en la poesía concreta, así como abundantes letras cortas derivadas del haiku y formas afines. En 1964 publicó sus primeros poemas en la revista de artes Invenção, fundada por Décio Pignatari, Haroldo de Campos y su hermano Augusto. En 1965 se convirtió en profesor de historia y escritura creativa, aunque nunca había terminado la universidad. También era un experto en judo sensei. Tradujo al portugués obras de Petronius, John Fante, Alfred Jarry, James Joyce, Samuel Beckett y Yukio Mishima. Un entusiasta de la cultura de Japón, Leminski escribió una biografía del famoso poeta haiku del siglo XVII Matsuo Bashō en 1983. También fue autor de biografías de Leon Trotsky, João da Cruz e Sousa y Jesucristo. Algunos de sus libros más destacados son las novelas Catatau (1975) y Ágora É que São Elas (1984) o los poemarios 40 Clics en Curitiba (1976), Polonesas (1980), Não Fosse Isso e Era Menos / Não Fosse Tanto e Era Quase (80 poemas) (1980), Caprichos e Relaxos (1983) y Distraídos Venceremos (1987). Leminski murió el 7 de junio de 1989 de cirrosis hepática. Presentamos una selección de Yo iba a ser Homero, antología bilingüe publicada por Kriller71 Ediciones en 2018 con selección y traducción de Aníbal Cristobo.

***

un día

uno iba a ser homero
la obra nada menos que una ilíada

después
las cosas complicándose
se podía ser un rimbaud
un ungaretti un fernando pessoa cualquiera
un lorca un éluard un ginsberg

al final
terminamos el pequeño poeta de provincia
que siempre fuimos
detrás de tantas máscaras
que el tiempo trató como a flores

***

Dudé durante horas
antes de matar al bicho.
Al final,
era un bicho como yo,
con derechos,
con deberes.
Y, sobre todo,
incapaz de matar un bicho,
como yo.

***

suerte en el juego

desgracia en el amor

¿de qué me sirve

tener suerte en el amor

si el amor es un juego

y el juego no es mi fuerte,

mi amor?

***

Surfear bien por las olas

solo papá Dios podrá,

hacer las lunas redondas,

que yo nazca en Paraná.

A las gentes nos fue dada

esa maldita capacidad:

transformar el amor en nada.

***

Marginal es quien escribe al margen,

dejando blanca la página

para que el paisaje pase

y deje todo claro después de su pasaje.

 

Marginal, escribir en la entrelínea,

sin saber nunca en verdad

qué fue primero,

si la gallina o el huevo.

***

Lapida 1

Aquí yace un gran poeta
Nada ha dejado escrito.
Este silencio, medito,
Son sus obras completas.

***

dos hojas en la sandalia

el otoño
también quiere andar

***

un buen poema

lleva años

cinco jugando al fútbol,

otros cinco estudiando sánscrito,

seis cargando piedras,

nueve de novio con la vecina,

siete siendo apaleado,

cuatro andando solo,

tres mudándose de ciudad,

diez cambiando de asuntos,

una eternidad, tú y yo,

caminando juntos

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