La vocación artística de Javier Serena

Fotografía de portada: Magdalena Siedlecki

Esa es la razón por la que sus caminos se unen, gracias al encuentro fortuito en una app de citas. En Apuntes para una despedida se nos narra su relación sentimental, que tiene menos de amor que de necesidad, y funciona más como una tabla de salvación para ambos, como la extraña sociedad que crean dos seres desesperados, a la deriva, que no una verdadera relación de pareja.

Es esta la tercera novela de Javier Serena (Pamplona, 1982), quien dirige asimismo la revista Cuadernos Hispanoamericanos, después de haber publicado Atila: Un escritor indescifrable (Tropo, 2014) y Últimas palabras en la Tierra (Gadir, 2017). Una novela que tiene aroma de nouvelle vague, intimista, en la que se nos ofrece la burbuja de una pareja de post-jóvenes al borde de lanzar sus sueños por la borda y que hablan y hablan y toman latas de cerveza en la madrugada, tratando de convencerse mutuamente y de autoconvencerse de que sí, de que todavía vale la pena. Los vemos y oímos conversar en la noche madrileña, adivinando en la oscuridad de la noche los tejados silenciosos y una ciudad que parece quererles ser esquiva.

Apuntes para una despedida nos habla de las extrañas alianzas que a veces tejemos los seres humanos para tratar de salvarnos y sobre los ideales, los sueños y la fragilidad de las profesiones artísticas.

José de Montfort conversa con Javier Serena sobre todo ello en el hotel Balmes de la ciudad de Barcelona.