Las palabras vienen cargadas con décadas de historia. Pero eso, la mayoría de las veces, no lo sabe ni tan siquiera la persona que las pronuncia. Es probable que sea mejor así, porque la inconsciencia es uno de los caminos más cortos a la felicidad. Pero también es cierto que el conocimiento, en ocasiones, regala alegrías inesperadas.
El motivo del reportaje es la publicación del libro Fabada: Historia y simbolismo de un icono asturiano. El filólogo David Guardado y la periodista Alicia Álvarez lideran una edición muy cuidada —tapa dura y combinando con elegancia los colores de la faba, el chorizo o la morcilla— en la que historiadores, documentalistas o cocineros plantean un interesantísimo recorrido por la historia de la fabada y su conexión con la sociedad asturiana.
“Los asturianos y sus descendientes no comen fabada solo por el hecho de ser asturianos, sino también para serlo y parecerlo. Es una manera de mostrar su identidad”, explica Guardado. El tradicional plato asturiano habría ayudado a miles de asturianos —en la tierrina o en la diáspora— a encontrar su lugar en el mundo. En ese reconocerse frente a la fabada se sentían en casa. Fueron las élites, curiosamente, las que fueron destilando el plato hacia la versión que hoy conocemos: es importante tener en cuenta que la carne no es precisamente barata, y que a finales del siglo XIX y principios del XX era un alimento al alcance de las familias más privilegiadas.
La dictadura de Primo de Rivera apostó por instaurar el discurso oficial en torno a los platos. En el caso de Asturias la fabada tenía todos los puntos y un valor extra: se podía enlatar, lo cual hacía mucho más sencillo el hacérsela llegar a los asturianos que emigraban a América o a Europa. Con el desarrollismo de mediados del siglo pasado y la entrada en Europa, España empieza a mirar hacia sus periferias. Ahí la fabada —y la botellina de sidra que la acompaña— se graban en piedra en la imagen sentimental de Asturias.
Y, a pesar de todo, la presencia de la fabada en el arte no comenzó a explotar hasta nuestros días. “Para lo mucho que la pensamos y lo presente que está en nuestras vidas, no hay tantos testimonios como se podría esperar”. Hay algo en cómic, en teatro, está el maravilloso breviario de Paco Ignacio Taibo I… pero curiosamente donde más encontramos es en la etapa contemporánea, con el diseño gráfico. Creo que tiene mucho que ver con la evocación de una infancia que ya se va alejando en el tiempo”, explica Alicia Álvarez.
El libro cuenta con la colaboración de Xuan F. Bas Costales, José Luis Carmona, Arantza Margolles, Lluis Nel Estrada, David Castañón y Damián Barreiro (fallecido el pasado mes de febrero).
—————————
Autores: Alicia Álvarez y David Guardado (eds.). Título: Fabada: Historia y simbolismo de un icono asturiano. Editorial: La Fabriquina. Venta: Página web de la editorial.


Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: