Anquetil, ascendiendo al Aubisque, asfixiado agoniza. Arriba, algún alarmista anuncia ambulancias. ¿Abandona? ¡Aguanta! Acelera, arriesga abismos, abajo alcanza al adversario: asombro, apoteosis, atuendo amarillo.
Coppi comanda. Cabalgando cuatro cols, conquista corazones.
Dramático despiste de Delgado, demora desastrosa, despedida definitiva.
Egan enciende estrellas enseguida: ¿es el elegido?, ¿euforia excesiva?
Fignon feroz, flamígero Fignon, Fignon furioso, fundido Fignon: fulminante fracaso final.
Gaul gana granizando.
Hinault, hambriento, humilla hasta hundirse.
Indurain impera impávido.
Julio Jiménez junta juramentos.
Kubler-Koblet: kamikazes.
Lapize ladra lamentos legendarios.
Merckx muerde manillares, mastica mil metas, monopoliza maillots.
Nibali navega naufragios.
Ocaña, obsesionado, orquesta odiseas oscuras.
Poulidor pierde por poco.
Quintana quiere quimeras, queda quieto, quiebra.
Roche revienta, revive, remata.
Simpson sucumbe: sobredosis.
Thévenet tritura tiranos.
Usa ungüentos Ullrich.
Vingegaard vence vikingo.
¿Wiggins? ¡Walkowiak!
X (1999-2005).
Yates y Yates: yacen yuxtapuestos.
Zaaf, zumbado, zigzagueando zozobra.


¡Bahamontes, por Dios!