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Series 2025: 31 recomendaciones

Series 2025: 31 recomendaciones

Un repaso a algunas de las mejores series internacionales estrenadas durante 2025, ordenadas por fecha de estreno original.

American Primeval (Érase una vez el Oeste, 9 de enero, Netflix, 6 episodios)
Violento western en miniserie sobre las luchas entre la Iglesia de los Santos de los Últimos Días y varios otros habitantes, blancos y nativoamericanos, en la Utah de 1857. Aunque está ambientada en torno a hechos históricos como la masacre de Mountain Meadows, la trama principal, en torno a una madre fugitiva con su hijo y a un scout blanco y viudo criado por indios, es ficticia.

Asura (9 de enero, Netflix, 7 episodios)
Adaptación de una serie de 1979, basada a su vez en una novela, sobre cuatro hermanas japonesas (Takiko, Sakiko, Makiko y Tsunako) que, en medio de algún que otro desencuentro, intentan vivir unas vidas más bien normales (trabajo, novios, etc), salpimentadas por elementos melodramáticos del pasado de la familia, sobre todo el de su padre. Estupenda fotografía, detalles cuidadosos en el vestir que reflejan la personalidad de cada hermana, mucha comida en pantalla y teléfonos setenteros, que es cuando ocurre la historia. Para quien le apetezca algo diferente y de calidad.

The Pitt (9 de enero, HBO Max, 15 episodios)
Si le gustó y (echa de menos) ER (Urgencias), aunque no viera cada uno de los 331 episodios de sus 15 temporadas, The Pitt le encantará, ya que está creada por parte del mismo equipo, encabezado por R. Scott Gemmill, producida por John Wells y protagonizada por Noah Wyle, que en 1994 era el novato de 23 años John Carter y en 2025 el veterano doctor Michael Robinavitch, de 54 años, jefe del servicio de urgencias del Pittsburgh Trauma Medical Center, el Pitt para los amigos. El hospital y la ciudad son diferentes entre ambas series, pero muchos de los ingredientes son los mismos: casos urgentes de vida o muerte, entrecruzados con problemas personales y rodado todo con grandes dosis de adrenalina. El tempo en el Pitt es un poco menos agitado que en Urgencias, como si la década del house, el trance y las raves ya se hubiera tranquilizado un tanto, y hay un personaje más central que el resto, pero a cambio cada episodio es una hora consecutiva del mismo (y ajetreado) día. Sigue siendo drama médico de primera categoría. Rechace imitaciones.

M: Il figlio del secolo (Mussolini: Hijo del siglo, 10 de enero, Sky Atlantic, 8 episodios)
“Llega siempre un momento en que un pueblo perdido recurre a las ideas simples, la astuta brutalidad del hombre fuerte”. Retrato de seis años en la vida de Benito Mussolini, desde la fundación de los Fasci Italiani en 1919 hasta 1925. Basada en el libro de Antonio Scurati, se buscó adrede a un director inglés, Joe Wright, para adaptarla, buscando comprender las circunstancias que provocaron el auge del dictador sin caer en presentarlo como un héroe, simplemente porque sea el protagonista. De hecho, en la interpretación de Luca Marinelli, a menudo aparece tan ridículo como peligroso.

Miss Austen (BBC/PBS, 2 de febrero, 4 episodios)
En el año de los 250 de su nacimiento no podía faltar una serie sobre Jane Austen, aunque aquí aparece como personaje secundario, ya que la Miss Austen del título, en un equívoco que a la propia escritora británica le encantaría (y que usaba en sus novelas), es su hermana, Cassandra. En concreto se trata de una época de su vida donde visita a los Fowle, cuyo padre, un reverendo (es todo muy Austen), muere y ella ayuda a su hija, Isabella, a encontrar casa. Tambien encuentra unas cartas que Jane escribió antes de morir y que pueden cambiar la opinión que se tenía de varias personas de su círculo. Entreteje ficción y realidad de una manera muy ocurrente, y esta coproducción británico-estadounidense (en EEUU adoran a Jane Austen) fue tan bien recibida que seguramente tendrá continuación.

A Thousand Blows (21 de febrero, Disney+, 6 episodios)
Obligatorio empezar diciendo que es una serie del creador de Peaky Blinders, Steven Knight, esta vez ambientada en torno al grupo llamado The Forty Elephants, un grupo organizado de ladronas y timadoras, compuesto solo por mujeres, en Londres en la década de 1880, mezclado, para añadir testosterona, con el submundo ilegal del boxeo sin guantes, en el que se adentrará un ex esclavo jamaicano. Al igual que en Peaky Blinders, se toma un detalle delictivo real para luego montarse una ficción por su cuenta. Stephen Graham le añade su habitual amenazadora intensidad al papel.

Dope Girls (29 de febrero, BBC, 6 episodios)
Del mismo corte es esta otra miniserie, que parte de un libro de no ficción sobre “el nacimiento del submundo británico de las drogas”, en el que un grupo de mafiosos italianos (¿de dónde si no?) se entrecruzan con una mujer (Julianne Nicholson) que quiere salir de la mala vida montando un cabaret / night club en el Soho londinense. Con dos mujeres dirigiendo al frente y otra como co-creadora, es un intento de dar un toque feminista al tema.

Toxic Town (27 de febrero, Netflix, 4 episodios)
Típica miniserie británica, cortita y al pie, sobre un tema de alcance social, en este caso el asunto de las aguas tóxicas de la localidad de Corby, un pueblo industrial inglés, que comenzó en los años 90. Enfermedades congénitas, abortos inexplicados, cánceres demasiado abundantes, abogados, picapleitos, charcos inmundos y madres coraje. Así contado, parece carne de telefilme, pero cuenta con la garantía de Jack Thorne en los guiones y con Jodie Whittaker, Aimee Lou Wood, Robert Carlyle y Rory Kinnear en la pantalla.

Il gattopardo (El gatopardo, 5 de marzo, Netflix, 6 episodios)
Una de las sorpresas más agradables de la temporada. La película de 1963 de Luchino Visconti ya había entrado por sí misma en el panteón de las grandes adaptaciones literarias (más sobre la novela y la película, aquí), pero esta miniserie italobritánica, rodada en italiano, también raya muy alto, haciendo buen uso de las tres horas extra de las que dispone, para narrar la historia de un aristócrata siciliano del siglo XIX que ve cómo el Risorgimento de los tiempos de Garibaldi seguramente signifique el final de una forma de vida… y el comienzo de una nueva, que protagonizarán su sobrino y la hija de los nuevos ricos del pueblo (interpretada por Deva Cassel, la hija de Vincent Cassel y Monica Bellucci).

Adolescence (Adolescencia, 13 de marzo, Netflix, 4 episodios)
Una de las grandes sensaciones del año. Una miniserie sobre un asesinato y las ramificaciones que provoca el caso en un instituto de secundaria público del norte de Inglaterra. La forma de rodar los cuatro episodios, todos ellos en toma única, añaden virtuosidad técnica a una historia ya de por sí tensa y de alcance social, se esté de acuerdo con lo que expone o no. Ganadora de nueve Emmys, incluyendo mejor “serie limitada”, que es como ahora se llama a las miniseries. Más sobre esta serie, aquí.

The Studio (26 de marzo, Apple, 10 episodios)
Una de las grandes triunfadoras de 2025, ganadora del Emmy a la mejor comedia, que por fin se lo han vuelto a dar a una comedia de verdad. Cocreada, codirigida y coprotagonizada por Seth Rogen (ganador del Emmy a mejor actor de comedia también), es una serie sobre la vida y problemas de un ejecutivo de Hollywood, con el estatus de nombre poco conocido pero sin el cual los proyectos no salen adelante, y teniendo que lidiar con productores, guionistas y estrellas caprichosas (la lista de invitados y cameos es todo un lujo, y es mejor no citar a casi ninguno (¡Scorsese, Theron, Buscemi, Sorkin, Efron!) para no chafar las sorpresas). Una gozada en medio de largos planos secuencia, alguno de los cuales trata precisamente del rodaje de un plano secuencia.

MobLand (Tierra de mafiosos, 30 de marzo, Paramount+, 10 episodios)
A mí no me ha convencido gran cosa Pierce Brosnan como capo de una mafia inglesa de origen irlandés, pero carisma sigue teniendo, al igual que Helen Mirren, que lo goza como matriarca cruel, y Tom Hardy, el fixer de la familia, que prefiere usar su pico de oro antes que la violencia para salir vivo de todos los fregados. A pesar de ello, hay sangre, torturas, traiciones, jugarretas, balaceras y millones cambiando de manos todo el tiempo (sale hasta Jordi Mollà haciendo de narco mexicano), así que no se aburre uno.

Your Friends and Neighbors (Amigos y vecinos, 11 de abril, Apple, 9 episodios)
Con Jon Hamm, Amanda Peet y Olivia Munn en el reparto uno se apunta a lo que sea, y aquí salen juntos en esta comedia negra sobre un gestor de fondos de inversión que, por varios fracasos laborales y familiares, se da a robar a sus vecinos de zona residencial millonaria. Esto, obviamente, le causará más problemas de los que solucionará. Ha sido renovada por una segunda temporada que se estrenará en abril.

Sherlock and Daughter (16 de abril, The CW, 8 episodios)
Poner un nombre famoso en una serie es un truco viejo y conocido… y en el que caigo todas las veces sin remedio. En este caso Brendan Foley le inventa a Holmes una hija postiza y mestiza producto de una de sus aventuras norteamericanas (hay que vender en los USA), que acaba llegando ella solita al 221B de Baker Street, donde nuestro Sherlock de turno, encarnado por David Thewlis, se ve envuelto en las redes de un “sindicato criminal” llamado El Hilo Rojo, que tardará toda la temporada en resolverse (es un único caso, no hay uno diferente cada episodio). La serie proviene de la cadena generalista The CW, cuyo mayor éxito, aún hoy, es Buffy Cazavampiros, así que una chica joven como coprota es casi de rigor. No es una maravilla, se deja ver y, para completistas del personaje, no se alarga demasiado.

Towards Zero (Hacia cero, 16 de abril, BBC, 3 episodios)
…y el mismo día exacto se estrenó otra de Agatha Christie, que nunca está ausente de las pantallas británicas demasiado tiempo. Las adaptaciones de la Gran Dama del Crimen se dividen principalmente entre las que respetan el momento histórico en que se escribieron y las que se lo llevan a otra parte, y esta es de las primeras: años 30, un jugador de tenis (Matthew Rhys) de vacaciones en la casa de su tía (Anjelica Huston) en la costa sur, que es una aristócrata de las de mirar por el visillo. Correcta, bebecera y digna de formar parte de la ya extensa colección junto al resto.

The Narrow Road to the Deep North (El camino estrecho al norte profundo, 18 de abril, Amazon, 5 episodios)
Basada en la novela de Richard Flanagan, está protagonizada por el australiano de ascendencia vasca (y nueva criatura de Frankenstein) Jacob Elordi como Dorrigo Evans, un soldado australiano, durante tres momentos de su vida: las semanas anteriores a su participación en la Segunda Guerra Mundial, su estancia en un campo de prisioneros en el extremo Oriente, y luego varias décadas después (encarnado entonces por Ciarán Hinds). ¿El lío? Que está enamorado de su tía. La trama se mueve entre los tres momentos, revelando información y sentimientos con sudorosa lentitud. Elordi a mí me parece un poco cara de palo, pero es uno de los sex symbols del momento y seguramente será estrella absoluta en breve.

Étoile (Amazon, 24 de abril, 8 episodios)
Amy Sherman es una de esas voces que o las tomas o las dejas. Quien haya visto alguna de sus series anteriores, como Las chicas Gilmore o La maravillosa señora Maisel, sabrá a qué me refiero: muchachas jóvenes (alguna ya no tanto) que no lo pasan mal económicamente, pero sí emocionalmente, en busca de hacer realidad sus sueños artísticos o de relaciones personales. Diálogos ágiles, aunque a menudo poco realistas en su chispeante brillantez, y un cierto tono de ensueño, como si lo que de verdad quisiera fuera demostrar que todo esto podría rodarlo con cuatro cachos de decorado y nadie lo notaría. Bunheads es otra de sus series que se pueden recomendar, sobre un grupo de estudiantes de ballet, y en esta otra ese marco se lleva a lo profesional, con una gran estrella internacional entre París y Nueva York (la Étoile del título) mientras enredos varios ocurren a su alrededor.

Duster (15 de mayo, HBO Max, 8 episodios)
¿Que qué ha sido de Josh Holloway, Sawyer en Perdidos (Lost)? Pues por ahí sigue, mostrando mandíbula de vez en cuando en serie tras serie. La última es esta trama de atmósfera setentera y de coches de muchos caballos, envuelto en asuntos criminales, cuando él lo único que quiere es llevar paquetes de A a B, o conducir el coche de la fuga, y que lo dejen en paz. Pero la primera mujer negra en la histora del FBI se lo va a impedir metiendo las narices en asuntos de hace décadas, para demostrar lo que vale aunque la quieran enterrar en una oficina de provincias en Tucson, Arizona. No ha sido renovada.

Murderbot (16 de mayo, Apple, 10 episodios)
Murderbot es una cosa peculiar: es una comedia de acción y ciencia ficción protagonizada por un cíborg (Alexander Skarsgård, perfectamente escogido) que se rebela contra su inhibidor de comportamiento, lo cual puede ser un problema gordo, ya que el bot en cuestión se usa como soldado de seguridad privada, destinado a una misión, en principio de poca monta, protegiendo a un grupo de terraformadores éticos de planetas (nada de esquimarlos o explotarlos para uso militar, etc). La cosa, obviamente, se va a complicar enseguida. El tono, como los vaivenes de comportamiento de la propia SecUnit protagonista, cambia todo el tiempo, pero Skarsgård, con esa mirada suya que siempre ha sabido mostrar que hay fuego por debajo del hielo, logra venderte el paquete, y además, cuando toca escena de acción y explosiones, la serie cumple.

Chief of War (El gran guerrero, 1 de agosto, Apple, 9 episodios)
Jason Momoa interpreta a un guerrero hawaiano a finales del siglo XVIII. Compro. Hay veces que no hace falta saber nada más de las cosas. Es un proyecto que Momoa lleva muchos años cociendo, y ahora que es uno de los grandes nombres del cine de acción hollywoodiense, ha podido permitirse poner en pie este fresco histórico relativo a su patria chica, de guerras civiles, por así llamarlas, entre nativos del archipiélago, con cierta presencia de comerciantes blancos pasando por allí, pero rodada principalmente en idiomas locales. Y con él al frente, cuando tocan batallas hay hostias como panes, por decirlo indelicadamente.

Alien: Earth (12 de agosto, FX, 8 episodios)
Después de dar vida nueva al Fargo de los hermanos Coen convirtiéndolo en una serie de miniseries independientes pero con sabor similar, Noah Hawley aplica su toque a la saga de alienígenas inaugurada por Ridley Scott en los años 70. Apartando toda la hojarasca y las repeticiones de las décadas siguientes, la serie se decide por uno de los temas que llevan tanto tiempo esperando definición oficial: ¿qué pasa si el voraz Alien protagonista llega a desembarcar en la Tierra? Todavía no se va a pasear por Central Park o la Gran Vía, pero en principio comenzamos por una isla más o menos secreta donde un joven billonario obsesionado con encontrar maneras de alargar la vida humana cree que puede controlar a estos especímenes. No es espóiler decir que no va a poder.

King and Conqueror (Rey y conquistador, 24 de agosto, BBC, 8 episodios)
1066 es el equivalente inglés de 1492: es una fecha histórica que todo escolar del país aprende debido a su importancia, en este caso por la conquista normanda que cambió las leyes, las costumbres y hasta el idioma del lugar. El conquistador (Guillermo) está interpretado por Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister en Juego de tronos), lo cual es muy apropiado, ya que a pesar de que los invasores normandos vinieran desde Francia, eran escandinavos en su origen. Sigue los hechos básicos con cierta fidelidad, aunque se toma varias licencias por el camino, y bueno, lo del reparto “sin distinción de razas” en algunos casos ya ni es noticiable.

Task (7 de septiembre, HBO, 7 episodios)
En principio es una serie sobre un agente del FBI que investiga a un grupo de moteros que trafican con drogas y a una banda que a su vez les roba con violencia, todo ello en las afueras rurales de Philadelphia, pero en realidad está más preocupada por los efectos de un trabajo tan exigente sobre personas normales y falibles, lejos de los superagentes casi sobrehumanos de la mayoría de series y películas sobre el FBI. Tom Brandis, que fue cura antes que agente (y antes que padre, tanto biológico como de adopción) es un personaje que da una vuelta de tuerca al género y que hace a Task interesante por sí misma, y no es extraño que sea Mark Ruffalo, uno de los actores más socialmente comprometidos de Hollywood, quien lo encarne.

The Lowdown (23 de septiembre, FX)
Sterlin Harjo es uno de los creadores más interesantes de Estados Unidos ahora mismo. Nacido en Oklahoma, de etnia semínola, ya mencionamos su anterior serie, Reservation Dogs, entre lo mejor de 2021 (y años siguientes). En esta ocasión encuentra una nueva forma de contar historias alrededor del despojo que el hombre blanco hizo de las tierras de los nativoamericanos, a través de una trama neonoir con toques trágicos y cómicos en la que brilla Ethan Hawke como un periodista de pueblo, librero en sus pocos ratos libres, y pestoso como pocos, tras la pista de un asunto poco claro de herencias, tierras, maniobras políticas y grupos racistas, mientras su vida privada se va al garete. Y a pesar de todo, su hija de trece años, Francis (no Frances) lo admira y le echa un cable. Entre el maremágnum de nuevo contenido cada semana, HBO sigue siendo el primer lugar donde buscar algo de calidad.

The Hack (24 de septiembre, ITV, 7 episodios)
Jack Thorne es un nombre que se debe seguir. Especializado últimamente en miniseries que detallan escándalos recientes de la sociedad y la política británicas, aquí se ocupa del asunto de las escuchas telefónicas hechas por periodistas a famosos entre 2002 y 2012, y que llevaron a la desaparición del periódico News of the World, propiedad de Rupert Murdoch. Lo peculiar de esta serie es que está contada a través de dos tramas que a veces tienen muy poco contacto entre sí: la del periodista del Guardian que investigó las escuchas (Nick Davies, interpretado por David Tennant), y la de un caso recién resucitado, llevado por el veterano David Cook (Robert Carlyle) sobre el asesinato de un investigador privado con contactos en la policía de Londres. Puede ser un poco dura de seguir para espectadores poco familiarizados con algunos nombres que el público británico no necesita que se les explique, pero es tan absorbente o más que cualquie caso ficticio de guion milimetrado.

House of Guinness (25 de septiembre, Netflix, 8 episodios)
También es de Steven Knight, también con tono piquibláinder, y esta vez con irlandeses añadidos y un toque a lo Succession. Tomando un simple grano histórico, aquella vez en que un patriarca de la familia Guinness, la de la cerveza, murió dejando cuatro herederos, la serie se monta una trama ficticia llena de prototerroristas fenianos, deseos de expansión internacional, secretos de alcoba, tensiones políticas y otras dificultades para el cuarteto de retoños. Masacrada por la crítica irlandesa, ha funcionado mayormente bien en otros lugares.

Down Cemetery Road (29 de octubre, Apple, 8 episodios)
Si les gusta Caballos lentos (Slow Horses), su creador, Mick Herron, presenta aquí una nueva serie, ya renovada, que presenta una visión marca de la casa, menos glamurosa, de los espías, las conspiraciones y, en esta ocasión, los investigadores privados que se acercan demasiado a casos que ya no son de poca monta. Emma Thompson, con su pelo corto y canoso, se marca un personaje memorable que no llega al Jackson Lamb de Gary Oldman pero casi, y Ruth Wilson le da una vuelta de tuerca a la madre coraje que mete las narices donde no debe y luego pasa lo que pasa.

Robin Hood (2 de noviembre, MGM+, 10 episodios)
Ve uno a Sean Bean y Connie Nielsen en el tráiler y la cabecera, y a Robin Hood en el título y piensa que también es de esas veces en que hay que comprar sin hacer más preguntas. Y bueno, algo nos ofrecen, pero no es ni mucho menos un Robin y Marian otoñal como el que se marcaron Sean Connery y Audrey Hepburn, por ejemplo. Bean es un sheriff de Nottingham que ni siquiera es el malo principal, y Nielsen es Leonor de Aquitania, como suena, aquí metida con calzador para expandir las consecuencias de la acción más allá del bosque de Sherwood. Ambos son secundarios, mientras gente más joven dispara flechas, se enamora contra los deseos de su padre y roba a los ricos para gastárselo en la taberna… ¿o no era así? Cuando un personaje es tan conocido como este, la mitad de la diversión con cada nueva adaptación es ver qué han hecho con sus personajes, aquí gente como Little John, fray Tuck o Will Scarlett, así que ya verán. Competente a secas, aunque un tanto demasiado moderna en sus diálogos (¿Robin un revolucionario?) y de ambientación un tanto estilo fiesta de disfraces, aunque eso, ya desde los tiempos de Errol Flynn, es ya casi parte de la propia tradición de este mito.

Death by Lightning (Muerte por un rayo, 6 de noviembre, Netflix, 4 episodios)
Cuatro presidentes estadounidenses han sido asesinados mientras ejercían su cargo, y otros tres han sido heridos por atentados contra su persona. Uno de ellos, Andrew Garfield, estuvo en el cargo solo unos seis meses durante 1881, y esta miniserie de apenas cuatro horas, lo que dura la versión extendida de Bailando Con Lobos, cuenta esta historia con brío y estupendas interpretaciones de Michael Shannon como Garfield (“el último presidente del país en nacer en una cabaña de troncos”) y de Matthew Macfadyen como su asesino, Charles Giteau, que le disparó porque no le daba un cargo (y por otras cosas que ya se verán). Hablando de la Casa Blanca, ni siquiera falta Bradley Whitford (Josh Lyman en El ala oeste), porque el algoritmo de Netflix, que no se pierde una, decía que le tocaba. Muy bien hecha, fiel a los hechos (aunque con algunas cosas suavizadas y otras recortadas) y muy recomendable.

Pluribus (7 de noviembre, Apple, 9 episodios)
Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad y Better Call Saul, trabajó antes en Expediente X (The X Files), y podría decirse que hay ADN de ambas cosas en su nueva creación, una historia de ciencia ficción sobre un mundo distópico, sí, pero consistente en una persona que ha de reaccionar a un mundo donde las demás personas se han convertido de repente en una especie de mente colmena que busca la felicidad mutua a base de supereficiencia y disponibilidad inmediata para lo que se pueda desear. El otro hilo del ADN es Rhea Seehorn, que tendría que haber ganado 53 Emmys por su abogada Kim Wexler en Better Call Saul, y que es aquí la protagonista principal, demostrando de nuevo su valía. Además, la trama se centra primordialmente otra vez en Albuquerque (Nuevo México), y la manera de rodar escenas que desarrollan largos y deliberados planes que acaban dando fruto tras varios minutos es ya marca de la casa. De lo mejor del año, si no lo mejor directamente.

The Beast In Me (La bestia en mí, 13 de noviembre, Netflix, 8 episodios)
A veces una trama que podría ser digna de un simple telefilme o de uno de los trescientos episodios de una franquicia de intriga queda elevada si se le pone un poco de calidad a las actuaciones, y eso es lo que ocurre en esta miniserie con Claire Danes y Matthew Rhys, sobre una escritora en pleno bloqueo y su nuevo vecino, famoso por su familia rica y por la misteriosa desaparición de su esposa. Una necesita algo que contar y el otro tiene mucho que contar… o que ocultar. Un buen thriller psicológico, con la cantidad apropiada de vueltas de tuerca y una duración justa.

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