“Every film is kind of a revolution. If you are making a different film, you have to make it differently.” Richard Linklater
(Cada película es una suerte de revolución. Si estás haciendo una película diferente a las otras, debes hacerla de manera distinta)
Richard Linklater estrenará Nouvelle Vague en España el 9 de enero de 2026, un homenaje al cine francés de finales de los 50 y la década del 60; un homenaje a Godard, uno de sus maestros espirituales durante sus inicios como director. La cinta es un “detrás de cámaras” de la filmación de À bout de souffle / Sin aliento (1960), cuando Godard no era aún Godard. El primer acto es un discurrir sobre la premura de Jean-Luc de convertirse en un realizador serio, elegir el proyecto apropiado y convencer a los productores de que estaba hecho de la misma pasta que sus colegas ya afirmados: Truffaut, Chabrol, Rohmer y Rivette.
Sin aliento fue la primera película que Linklater vio sobre la nueva ola francesa. Recuerda el interés que le despertó, aunque dice no haberla entendido muy bien hasta que volvió a verla. Pienso que cuando se está en presencia de un nuevo lenguaje, ante una forma de codificar las ideas a la cual no estamos acostumbrados e irrumpe nuestra normalidad, es necesario un periodo de adaptación que nos permita digerir y asimilar el nuevo fraseo. Richard Linklater aprendió a hacer cine con la Nouvelle Vague. Comprendió, al ver las películas de Godard, Chabrol, Truffaut, Varda y Bresson, que era posible jugar con las ideas, transformar lo ya hecho con el propio impulso y crear con una libertad indispensable.
El encuentro con Roberto Rossellini en los primeros minutos de la película certifica simbólicamente una trasmisión de mando, una continuidad del cine de autor. El neorrealismo de Rossellini y De Sica fue los cimientos de un cine que apuntaba hacia el camino menos transitado. Todos los que nacimos después de la Nouvelle dimos por descontada la presencia y el impacto de esas películas; para nosotros eran ya un referente indiscutible. Sin embargo, como lo muestra la película de Linklater, Godard tuvo que hacerse camino y mantener la confianza del productor Georges de Beauregard, que amenazó inclusive con cancelar el rodaje. Jean Seberg quería colaborar con Truffaut o Chabrol y no con un desconocido que además ocultaba sus inseguridades detrás de un hermetismo poco ortodoxo.
En una entrevista Godard confesó que lo asaltaba la idea de no saber filmar y citaba a Antonin Artaud, que decía que “no sabía escribir pero que de todos modos tenía que hacerlo”. Linklater apunta a esa perplejidad de muchas formas, inclusive con una cierta comicidad, resaltando las extravagancias del joven director ante un proyecto que no seguía parámetros tradicionales.
Lo que para un público contemporáneo es algo usual en el modo de hacer películas, en aquel momento fue toda una revolución que comenzó a gestarse durante el final de la guerra con los primeros indicios del neorrealismo italiano y que fue expandiéndose por el resto de Europa y Asia para luego convertirse en tendencia global. Técnicas como la cámara en mano, los cortes abruptos de montaje, los diálogos espontáneos (mas no improvisados), la mezcla de géneros, locaciones reales, las historias de gente de a pie, la disrupción de la temporalidad narrativa y otros elementos que en el caso de los franceses se fueron afianzando a través de la crítica que se generaba en las oficinas de la revista Cahiers du Cinéma, donde uno de los lemas más reiterados era: “el mejor modo de criticar una película es haciendo una”. La coyuntura en Francia tuvo un gran respaldo político con la designación de André Malraux como ministro de cultura en 1959 por Charles de Gaulle: Les affaires culturelles fueron una razón de Estado.
Los paralelismos estéticos, técnicos y emocionales entre la recreación del set de Sin aliento y el rodaje de 1959, aunado a ciertas analogías entre ambos repartos crearon un ambiente de filmación muy particular. Para el director norteamericano fue como un retorno a sus inicios: revivir la atmósfera del rodaje de su(s) primera(s) película(s). Esto lo vinculó emocionalmente a la trama de lo que significaba recrear la opera prima de Godard. La actriz Zoey Deutch, al igual que Seberg, era la única figura con una carrera a las espaldas, en contraposición a un grupo de jóvenes actores franceses desconocidos. Deutch y Seberg no hablaban francés y aprendían el idioma durante sus respectivos rodajes. Todo el equipo de producción era local, a excepción de Linklater.
El actor que interpreta a Godard, Guillaume Marbeck, actuaba por primera vez en un rol protagónico. ¿Cuáles son las probabilidades de que tu primer rol como actor sea el de dirigir una película? Y no cualquier película, ni tampoco cualquier director. Aubry Dullin, el actor que interpretó a Belmondo, tenía en el currículo un cortometraje y una aparición televisiva. Sumémosle aparte que nunca había visto una película de Belmondo. Esa soltura mezclada con su sinceridad y un toque de desfachatez convencieron al director: “¡Tu eres Belmondo!”. Esa tranquilidad tan genial y desinhibida era muy característica de Belmondo.
El cine se afianza en esas corazonadas, en esos actos de fe, en esos pequeños accidentes que van registrándose y que luego se revelan insustituibles. El cine es fuerza explorativa, y en el período de la nueva ola el medio gozaba de un protagonismo como arte disruptivo que luego fue amainando.
La cámara de Linklater se convierte en una máquina del tiempo y nos transporta a la París de 1959. Los cineastas eran los “creadores de contenido” de aquel entonces. Todo era nuevo, impetuoso; la continuidad con el pasado había sufrido una ruptura y no quedaba otra que mirar hacia adelante.
Nouvelle Vague (2025) subraya la fuerza del factor humano en el cine como algo irreemplazable. Es una característica del cine de Linklater, en donde prevalece un proceso vivaz y dinámico; de integración plena. Lo que conecta a Linklater con Godard y el resto de los directores de la Ola es el sentido de independencia en la elección de los temas y un espíritu de colaboración e integración presente en cada proyecto.




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