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Así empezó la fiesta

La vida está llena de encuentros personales, y esos son la sal o el vinagre de la vida. En el caso de Lorena y un servidor, cuando nos conocimos yo estaba en un momento profesional y personal muy bajo, por cuestiones que no vienen al caso, y ella andaba queriendo montar una editorial y necesitaba escritores con algo de nombre que pudiesen tirar del carro. Ya tenía a Abdul Hadi Sadoun, autor de Memorias de un perro iraquí, con quien había trabajado en Calambur, y me planteó republicar con Bala Perdida mis novelas de la época Kronen.

Yo siempre he sido osado, pero hete aquí que me encontraba con una mujer a punto de cometer una enorme locura. Se me enarcaron las cejas: “¿Fundar una editorial? ¿Ahora mismo?” Corría el 2017 y el sector atravesaba uno de sus peores momentos. Le dije que era una insensatez, pero ella me aclaró que estaba dispuesta a todo, y a mí me deslumbró su empecinamiento suicida. Comprendí, efectivamente, que estaba lista para tirarse al vacío, y algo de aquel sentimiento que irradiaba se me contagió y activó el kamikaze que llevo dentro.

—Si tú te tiras al vacío, yo me tiro contigo.

Igual no fueron las palabras exactas, pero fue la idea. La decisión estaba tomada. Dicho y hecho. Ella se tiró y yo me tiré con ella. Publicamos Ciudad rayada primero, y a continuación preparamos en Bala Perdida una reedición de Historias del Kronen para conmemorar sus veinticinco años de vida. Y de paso empezamos hablar de montar algo en torno a la efeméride.

—Un par de actos de temática noventera. Algún coloquio y, si se puede, un concierto… Joder, a Chimo Bayo podría estar bien invitarle —dijo Lorena.

Nos dio por calentarnos los cascos, y lo que iban a ser un par de actos se convirtieron en una semana de eventos. Chimo Bayo —a quien siempre se lo agradeceremos— tocó en la sala Sol: ese fue el primer concierto emblemático de la Semana Kronen. Todos los presentes —y entre ellos mi futuro coautor Jordi Ledesma, que se vino a Madrid por aquellas fechas, y a quien se ve abajo, junto a mí, con la cerveza en alto (nótese lo felices que estamos los dos en esta imagen captada en la sala Sol durante el concierto y en la otra, justo después, en el Wurlitz)— disfrutamos como enanos bailando el “Esta sí… Esta no…”. Por aparecer, en la fiesta apareció hasta Un Tío Blanco Hetero, que se puso la careta para bailar con nosotros (algunos, entonces, todavía no sabían quién era). Más amigos presentes que recuerdo: Eme, la mujer de Chimo, Luis Mancha, Maica Rivera, Javier Puebla, Jaime Cedillo, Ester, Adela, Benjamín y Alejandro LCL… No los puedo citar a todos, entre otras cosas porque me cogí una cogorza de las memorables, de las felices.

***

¿Punk de nuevo? ¿Kronen por fin?, por Juan Santaner

Estos últimos días he escuchado a varias personas decir: “¡Pero si yo soy más Kronen que nadie!” Y me ha hecho gracia. Me ha recordado demasiado a aquello de: “Yo estuve en París en el 68”. Si semejantes afirmaciones fueran ciertas, en París se habrían manifestado cuatro millones de personas y en Malasaña se habrían emborrachado por lo menos otros dos millones. Cada noche. Así que me temo que alguien se está tirando un farol y de los gordos.

"Vancouvers llegamos hasta el 1996. Luego toqué con Jet Lag. Para los amantes de la numerología, con idénticas cifras pero una década más tarde"

Allá por el 92 (Historias del Kronen no se publicaría hasta 1993), Vancouvers habíamos editado dos discos y un servidor andaba todo el día por Malasaña: especialmente, en el Flamingo (con Rafa, Montse y Kiki), en La Vaca Austera (con Ramón), en El Sol de Mayo (con todos ellos y otros)… Menos, pero también, caíamos por La Vía Láctea, por el Malandro (¡ese Bólido!)… Pero por el Penta, la verdad, íbamos poco: era demasiado blando para nosotros, los punks. Y vimos a Australian Blonde un par de veces. Además, pinché con cierta frecuencia en el Flamingo. Algo menos en La Vaca Austera. También en el Moby Dick, pero creo que eso no es Malasaña. Ni Kronen.

Allá por el mismo 92, estábamos más preocupados (o no, la verdad) por ver si se consolidaba aquello que habían llamado el “Malasaña Sound” (Enemigos, Sex Museum, Pleasure Fuckers, Vancouvers, etc.). Pero al poco tiempo llegó el “noise pop” y lo sepultó todo. O casi todo. Sinceramente, en la burbuja del barrio no lo vimos venir. Ni lo entendimos mucho. Pero seguíamos siendo punks.

Vancouvers llegamos hasta el 1996. Luego toqué con Jet Lag. Para los amantes de la numerología, con idénticas cifras pero una década más tarde que la de aquellos “enanos intelectuales del rock” (como nos llamaban en algún fanzine del barrio): 1990-1996 y 2000-2006. Sin dejar de ir por Malasaña, por supuesto. ¿A dónde si no?

Mientras tanto, fui metiéndome en lo de ser manager. No de Huelva, pero casi. De Mallorca.

Primero, en Love To Art. Esa maravillosa aventura basada en traer a grupos estadounidenses, británicos, canadienses, australianos o suecos que nadie se atrevía a contratar: Gigolo Aunts, Radio Birdman, Matthew Sweet, Buzzcocks, Undertones, Steve Wynn, Hoodoo Gurus, Sloan, Ivy, Steve Earle, Big Soul… Una lista interminable.

Luego, en I’m An Artist, pude trabajar con Nacho Vegas, Christina Rosenvinge, León Benavente, Sidonie… Y fue un honor y una suerte ayudar a lo más granado, sin duda.

También tuve la fortuna de ser parte de festivales como el Sonorama, el Monkey Week, el Azkena. Y alguno más. Ahí siguen y siento que una parte de mí les pertenece. Y están en mi corazón.

"Vista la inmensidad de las pruebas que puedo presentar, he decidido que ¡yo sí que soy más Kronen que nadie! Y cada día más. Y nadie podrá refutarlo"

Ahora, en Industrias Bala, he decidido convertirme en francotirador (¿punk de nuevo?, ¿Kronen por fin?), y me dedico en cuerpo y alma a artistas incorruptibles como Crudo Pimento, Pablo Und Destruktion, Doctor Explosión, La Costa Brava, Sofía Comas, Dan Millson, Side Chick… Y más. Como Francisco Nixon. Como Australian Blonde, a quienes vi hace treinta años en el sótano de El Sol de Mayo (donde ensayaba Manu Chao) y con quienes sigo trabajando a día de hoy. Milagros de la “industria” musical. Chup chup.

Ante todo lo cual, y vista la inmensidad de las pruebas que puedo presentar, he decidido que ¡yo sí que soy más Kronen que nadie! Y cada día más. Y nadie podrá refutarlo. Seguramente, ni mi amigo Mañas.

Así que es un placer absoluto poder estar participando de esta Semana Kronen y ser parte de su equipo, junto a Lorena Carbajo y toda la gente de Bala Perdida Editorial, y junto a José Ángel Mañas, mi alter ego (o algo así, con perdón) literario.

Yo soy Kronen. Más que nadie.

***

Programa Kronen 2022

Jueves 13 de octubre

  • Tapakronen – Concurso de tapas y platillos por los bares de Malasaña (hasta el domingo 23). Tapas inspiradas en los noventa que los propios comensales podrán votar a través de la web de Semana Kronen
  • 19.00 – Inauguración de la exposición “Y los noventa, ¿qué?” en la Biblioteca Benito Pérez Galdós (c/ Conde Duque, 9). Comisariada por Almudena Eslava

Lunes 17 de octubre

  • 19.00 – Pregonen, a cargo del poeta y músico Diego Mattarucco en el Aleatorio (c/ Ruiz, 7) al que acompañarán los organizadores, Lorena Carbajo, José Ángel Mañas y Juan Santaner. La velada acabará con el humor de Emilio González y un monólogo pensado para los nostálgicos noventeros

Martes 18 de octubre

  • 19.00 – Charla sobre “Literatura rompedora”, capitaneada por el autor David Vicente y en la que participarán las jóvenes escritoras Aroa Moreno y Alba Carballal en la Librería La Imprenta (c/ Monteleón, 5)
  • 20.30 – Coloquio “Y tú, ¿de quién eres?”, sobre tribus urbanas de los noventa, en la que el propio Mañas moderará una mesa con Iñaki Domínguez, Lorena Carbajo, Paco Gómez Escribano y Juanma El Terrible a la que dará el colofón la música de Dan Milson. En en Picnic (c/ Minas, 1)

Miércoles 19 de octubre

  • 19.00 – Charla “Mujeres al borde: cineastas en los noventa”, en la que se debatirá sobre la situación de las mujeres en los noventa en la gran industria audiovisual. Lugar: Sala de Música de la Biblioteca Benito Pérez Galdós de Conde Duque

Jueves 20 de octubre

  • 20.30 – Ciclo “La poesía también es Kronen”. Presentación de la antología La tierra y la nada, con Nacho Escuín, Jaime Cedillo y Celia Prieto, entre otros poetas. Después del recital la artista musical Musgö deleitará al público con un par de sus últimos temas. Librería La Imprenta (c/ Monteleón, 5)
  • 21.30 – Concierto de Crudo Pimento. En la sala Maravillas (c/ san Vicente Ferrer, 33)

Viernes 21 de octubre

  • 19.00 – Charla sobre “Garitos noventeros” con los protagonistas de la escena malasañera de la época, moderada por Juan Santaner. En la Sala Moloko (C/ Quiñones)
  • 20.00 – Ruta Kronen, paseo organizado junto con Carpetania Madrid, que va desde la plaza Barceló, pasando por el San Mateo, la corredera de San Pablo, el Tupperware, las tiendas de segunda mano de la calle Velarde, el bar Vía Láctea, la plaza Dos de Mayo y la calle Palma, revisando todas las facetas socioculturales de los noventa.
  • 22.00 – Concierto de Parquesvur en Sala Sol.

Sábado 22 de octubre

  • 12.30 – Presentación del poemario Impreso 451, de Ferkie López, en la librería La Fabulosa (c/ del Barco, 40)
  • 21.00 – Concierto Kronen: Capitán Sunrise y el reencuentro de La Costa Brava. En la Sala SHÔKO (c/ Toledo, 86)

Todos los eventos, excepto los conciertos, son gratuitos, aunque se recomienda reservar plaza por el límite de aforo a través de la web www.semanakronen.com, en la que también se pueden adquirir las entradas para las actuaciones musicales.

José Ángel Mañas. Foto: Asís G. Ayerbe.

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