A los cuarenta años empezó a escribir, a los cuarenta y siete a publicar y a los cuarenta y ocho se hizo escritor, es decir, dejó el trabajo de maquinista en la fábrica en la que, según todos los indicios, estaba destinado a jubilarse. Desde entonces, paradójicamente, escribe menos
David Monteagudo es de Viveiro, un bonito pueblo de La Mariña de Lugo, pero su madre era maestra: la familia iba de un lado...
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