Marcelo Birmajer
Publicaciones del autor
El último mate
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—¿Por qué los palmitos? —pregunté. —Nunca lo entendí —replicó Genzo—. Creo que debe haber sido algún tipo de broma. Quizás apostó con otro colega...
Reikiavik
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—Es algo sobre lo que no tengo la menor influencia. Pero cuyo resultado puede determinar completamente mi vida. Es como mi relación con mis...
La caída de Saigón
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—¿Te acordás del novio coreano de mi hermana? —me preguntó Ginder. Yo no sólo no recordaba al novio coreano, tampoco a la hermana. Ni...
Cacho y Hanna
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—¿Usted habla alemán, cierto, Kotz? Kotz asiente, sorprendido. No se tutean. Se respetan, e incluso se aprecian. Kotz le está interminablemente agradecido por darle...
La conversión
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En este momento de la carta yo interrumpo debido a que, por motivos que ignoro, me acomete un ataque de risa. Y recuerdo un...
Dos cartas
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Ayana había participado del desesperado intento del grupo de exiliados cubanos por derribar a la dictadura castrista, en 1961: el fracaso de Bahía de...
El tour de Romeo y Julieta
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Debo confesar que no soy particularmente afecto a las vacaciones. El verbo “disfrutar” no figura a la altura de su letra en las entradas...
La diferencia
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Gladis Guvur tenía 51 años. Fabricio Dépole 25. Ella lo había contratado como damo de compañía. Gladis, la animadora cultural de su tiempo, había...
El anfitrión
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Finalmente, cuando sobrevenía el segundo plato, sabiendo que me arriesgaba a un momento políticamente incorrecto (no sería el primero ni el último de mi...