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Cabaret, Liza Minnelli, una historia de amor

Cabaret, Liza Minnelli, una historia de amor

Berlín, años 30, Europa está en pleno proceso de desintegración: los nazis pronto acabarán con la democracia que les ha subido al poder y harán caer la República de Weimar, hogar e inspiración de Bach, Goethe, Schiller, Nietzsche, Walter Gropius, Fritz Lang… En 1933, Adolf Hitler, primo hermano de Nosferatu, decide provocar una orgía infernal que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de las tensiones que produce esta gran crisis, los berlineses eligen vivir el sueño que cada noche empieza en el Cabaret.

Esta es la crónica de una película mítica, de un musical que cuenta y canta la vida de unos seres humanos que deciden no decir adiós a todo eso, y embarcarse, a pesar de todo, en las mieles del deseo. Un filme que yo también admiré (Miguel) y que después de tantos años sigue permaneciendo en mi recuerdo como un desafío cinematográfico de indudable calidad. Claro que el cuento, como diría Guillermo Cabrera Infante a su mujer, Myriam Gómez, mejor que lo cuente Chema, quien la ha visto más de 50 veces más que yo.

Así que, como dice Joel Grey al invitarnos a pasar al Cabaret: “Willkommen, Bienvenue, Welcome…».

Cabaret en la retina y en el corazón

Basada en la obra teatral de John Van Druren, que a su vez se inspiró en la novela de Christopher Isherwood Adiós a Berlín, la historia de Cabaret tuvo un precedente cinematográfico en 1955: I am a camera (Soy una cámara), dirigida por Henry Cornelius y protagonizada por Julie Harris (no musical).

"A lo largo de la vida nos enamoramos con mejor o peor suerte, pero mi amor por la película Cabaret permanece hasta el día de hoy"

La versión de 1972, con Liza Minnelli, fue dirigida por el coreógrafo Bob Fosse, que más tarde dirigiría otro hito del género: All That Jazz. Cabaret obtuvo ocho premios Oscar, incluyendo mejor director, actriz y actor de reparto para Joel Grey por su genial interpretación del maestro de ceremonias. Así se convirtió en el único actor que obtuvo una estatuilla por interpretar un personaje que solo canta.

A lo largo de la vida nos enamoramos, con mejor o peor suerte, pero mi amor por la película Cabaret —vista por primera vez en el cine Campoamor de Oviedo, siendo menor de edad y teniendo que recurrir a tretas varias para poder entrar (alzas en los zapatos, un libro de COU en la mano, el abrigo sobre los hombros y, lo principal, no mirar a los ojos del portero)—, permanece hasta el día de hoy. Un amor compartido con Liza Minnelli, su estrella, de la que la prensa de la época, al recibir el Oscar, dijo que no solo había igualado a su madre, sino que la había superado. La gran Judy Garland no pudo obtener la preciosa estatuilla, habiendo estado nominada por la segunda versión de Ha nacido una estrella. Se lo dieron a una joven Grace Kelly por La angustia de vivir, como recompensa por su retirada del cine para convertirse en princesa de Mónaco. Otro de los grandes robos de la Academia.
Cabaret adapta de una manera libre la novela de Cristopher Isherwood, Adiós a Berlín, ciudad a la que el escritor se trasladó en el año 1931. En esa ciudad el escritor dio clases de inglés, aprendiendo a vivir como se podía en aquella época donde los nazis andaban al acecho.

Así surgió Cabaret, llevada por primera vez a los escenarios de Broadway en 1966, producida y dirigida por Harold Prince. La obra obtuvo diez premios Tony, siendo representada en todo el mundo desde entonces. En España se estrenó en el Teatro Alcalá Palace en 2003 y, posteriormente, en 2015 en el Lope de Vega de la Gran Vía de Madrid.

La película la dirigió Bob Fosse, un grande de la escena, reputado coreógrafo con estilo propio que procedía del mundo del teatro, donde hizo prácticamente de todo, obteniendo importantes éxitos, como Malditos yanquis, junto a su esposa y musa Gwen Verdon. Tres años antes Fosse había dado un salto al cine con Sweet Charity (Noches en la ciudad), adaptación de una obra de Broadway que él dirigía con éxito y que en su paso al cine supuso un fracaso comercial. Al terminar Cabaret, Fosse vuelve a dirigir a Liza Minnelli en un espectáculo para televisión: Liza con Z, que logra el Emmy al mejor espectáculo televisivo de ese año, y cuyo DVD está a la venta en los países anglosajones. Una joya imprescindible para amantes del género.

"Los números musicales de la película, que han quedado ya para la historia, tienen mucho que ver con la realidad del momento que se vive"

Cabaret está estructurada en dos niveles: los que transcurren en el interior y en el exterior del Cabaret. Dos historias de amor, donde predomina la formada por el personaje de Sally Bowles, que interpreta Liza Minnelli, y el profesor de inglés que llega a Berlín, Brian Roberts (Michael York), y la de Marisa Berenson como Nathalia Landauer, rica judía dueña de unos almacenes, con Fritz Wender, que esconde su origen para poder sobrevivir en los principios del nazismo. Un amor condenado de antemano cuando Hitler llega al poder.

Sally Bowles —Liza Minnelli— es presentada como “la gran atracción americana del local”. Es una mujer libre, extrovertida y generosa, también con su cuerpo. Los números musicales de la película, que han quedado ya para la historia, tienen mucho que ver con la realidad del momento que se vive. Tiller Girls termina convirtiendo a sus cantantes en soldados que desfilan al paso de la oca.

El maestro de ceremonias, interpretado magistralmente por Joel Grey (al igual que en la versión teatral) afirma en If You Could See, un número musical con una gran chimpancé a la que le confiesa su amor, que si la pudiéramos ver con sus ojos no diríamos que es judía. Todos los números musicales son inolvidables, Mein Herr, que interpreta bailando con una silla; Money Money, o la canción que da título a la película… Tres de los muchos momentos que han quedado en la retina y en el corazón de los que amamos ese gran espectáculo del cine musical norteamericano.

Cabaret obtuvo en 1972 ocho de los diez Oscar a los que estaba nominada. Bob Fosse, mejor director; Liza Minnelli, mejor actriz; Joel Grey, mejor actor secundario; mejor fotografía, mejor decoración, mejor banda sonora adaptada, mejor montaje y mejor sonido. Cuarenta y ocho años después de aquel gran triunfo, sigo manteniendo con esta fastuosa película el mismo amor que sentí con el flechazo de la primera vez.

"En 2003 Cabaret fue elegida por la Smithsonian Institution entre las diez películas que deben ser preservadas para futuras generaciones de espectadores"

En 2003 Cabaret fue elegida por la Smithsonian Institution entre las diez películas que deben ser preservadas para futuras generaciones de espectadores. Y en 2007 la película de Bob Fosse ocupaba el puesto número 67 entre las 100 mejores de todos los tiempos.

Creo que es la película que más veces he visto en mi vida, más de 50, y a la que seguí semana a semana por los pueblos de los alrededores en donde se iba estrenando. Una anécdota que tuve que sufrir: en el año 1979 se repuso en una sesión veraniega en Madrid, en 70 mm, un formato en el que no había sido rodado y deformaba parte de la imagen al hinchar el fotograma.

Después de adorar a la estrella Liza Minneli tuve la gran suerte de verla en directo en el Olympia de París, en el Palladium de Londres y en el Conde Duque de Madrid, recuerdos que atesoraré para siempre.

Cabaret está editada en España en formato digital blu ray (sin extras), con la misma calidad que la de la Warner americana.

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