El bar de Zenda

Aquel escritor no se lo explicaba. El misterio le hacía crujir la cabeza. Le quitaba el sueño. Era un novelista de éxito y sus...

No es una palabra que viva su mejor momento: hombres. Por circunstancias que ustedes conocen perfectamente, hasta el término está puesto en cuestión.

Como Teseo, estoy fuera del laberinto y debo entrar. Y luego, salir. Así que me pongo a ello. Busco en Google el enlace. No...

No se equivoquen con ellos. No son malvados. No adornemos con la palabra maldad lo que sólo es estupidez. Es cierto que a veces...

Lo mejor de leer, o de haber leído, o de ver películas de las de antes, o de haber conocido a quien supo lo...

Una novela nueva, al menos en mi caso, significa lecturas y relecturas, viajes, cine, libretas que se llenan de notas. Trabajo acumulativo y paciente...

Cada año, por estas fechas, Antonio San José y yo nos telefoneamos y pasamos un rato riendo a carcajadas al recordar los viejos tiempos....

Los que tenemos cierta edad y vivimos el franquismo –empecé a colaborar en periódicos muy jovencito, hacia 1967– recordamos la importancia que los medios...

Era rollizo, feo y patoso. Lo llamaré Pablo, aunque algunos –las chicas sobre todo, pues alguna era despiadada– lo apodaban Grasitas.

Los rojos no usaban sombrero, afirmaba un anuncio —genial de puro eficaz— de la sombrerería madrileña Brave en la posguerra española. Y, bueno. Sin que...