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Cinco poemas de Coraza de barro, de Javier Ruibal

Cinco poemas de Coraza de barro, de Javier Ruibal

Coraza de barro es un autorretrato certero y sin fisuras donde el aclamado músico Javier Ruibal traza, con ayuda de su pluma, un viaje por sus manías, miedos y esperanzas. Un trabajo que juega con los ritmos y la música, con las palabras y las metáforas, con el agua salada y la arena del mar.

Zenda reproduce 5 poemas incluidos en este libro.

EN LA MITAD DORMIDA

Sobre el lienzo marrón de los tejados

apura la niebla su pereza

y la mía se rezaga por mis párpados

plomizos, pesados y entreabiertos.

Volvería si pudiera yo a envolverme

en los oscuros telones de algún sueño

donde no soy ni yo ni lo contrario,

donde no tengo norte ni gobierno,

vacante de mis ansias y mis planes,

regresado así a un punto muerto

donde todos los principios son posibles

y todos los finales aplazables.

Quién sabe qué hay en la mitad dormida,

qué reino de quimera involuntaria

nos lleva de los miedos a la euforia,

nos mece en los divanes de la calma.

Qué suerte de álter ego alucinado

transita por los campos de lo absurdo

donde, a pesar de todos los peligros,

quisiéramos quedarnos para siempre,

vivir eternamente al otro lado.

PRIMER POEMA

Primer poema: vértigo y enigma.

Mudar la piel, luego ofrendar los huesos;

al aire las escuálidas vergüenzas,

el mimbre escaso y frágil donde el ego

tejió su máscara de niebla.

Echar al fuego todas tus soberbias

y al fondo del arroyo sus cenizas,

desde el cero absoluto de los pulsos

dar un salto mortal a los infiernos

y así, mil veces muerto y regresado,

saberse torpe y huérfano de juicio.

CORAZA DE BARRO

Sentarse en la cima y no sentir nada,

subir y subir, quedar sin respiro;

el pecho contiene incontables recodos

y un lastre de lodos y heridas insanas

minaron trayectos, cegaron pasajes,

dejaron su poso de amargos humores.

No te alcanza el aire porque ya no puede

saltar los escollos, romper los anclajes,

perdió en el trayecto su impulso primario.

No fueron los años, no es cosa del tiempo,

es sólo que vives y vives en riesgo

de agotar tus fuerzas en falsas batallas,

combates librados contra un espejismo

que azota y que duele por más que no exista

otro contrincante que no seas tú.

Guardaste del daño memoria indeleble

por toda defensa, coraza de barro,

carne, desgarro y escalofrío.

Así, llegado al punto más alto,

no te conmueve la inmensa belleza

ni te sobrecoge la vista sublime,

el justo trofeo que premia el esfuerzo;

dudas si fue una locura,

un delirio más de tu cabeza,

sentado en la cumbre, exhausto y vacío.

TÚ DECIDES

Entre la necedad

y la necesidad

hay un de diferencia.

Tú decides.

DE LA CEGUERA

Abrir los ojos y ver

que no pasó la ceguera,

que de párpados afuera

todo sigue como ayer,

quien ordena amanecer

nos sigue poniendo a prueba.

Cada cual a lo que deba,

cada uno a su destino;

la vida sirve su vino

y quien quiera que lo beba.

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Autor: Javier Rubial. Título: Coraza de Barro. Editorial: Verso & Cuento. Venta: Todostuslibros y Amazon

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