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Dickens enamorado

Este malhadado 2020 se cumple el sesquicentenario de la muerte de Charles Dickens, y está bien conmemorarlo aquí, pues si algo caracteriza a Zenda es precisamente estar atenta a este tipo de efemérides que tanto nos gustan a los mitómanos. Si de un autor hemos disfrutado —y Dickens está entre los que más—, ¿qué menos que recordarle cuando hay una mínima excusa y aprovechar para releer alguna de sus obras? Renovar estos votos cuando la ocasión lo propicia es pagar en parte la inmensa deuda de agradecimiento que hemos contraído con quien tan estupendos ratos nos ha hecho pasar. Si visitaste el Pickwick Club o conociste a David Copperfield sabes bien de lo que estamos hablando.

Cierto es que el aniversario ha dado de sí menos de lo que sin duda merece. Será la pandemia que nos tiene a todos encogidos, pero apenas recordamos alguna librería con un expositor dedicado, el artículo de Carlos Zanón en El País y un par de entradas en Zenda: la de Paloma González Rubio, Dickens, el hombre que sabía borrar; y una de Arturo Pérez-Reverte desde la Posada de Dickens en Londres —merecido premio Mariano de Cavia— y que registramos aquí con ciertas reticencias… porque en realidad hablaba de Conrad (esperaremos su visita a la Posada de las Dos Brujas para que Dickens reciba el homenaje que merece de quien —nos consta— es otro de sus devotos lectores).

"A Chesterton debemos una conocida biografía de Dickens; la cual, justamente como biografía, es excusable"

Nuestra pretensión con esta breve nota no va más allá de recordar la fecha y compartir con los zendianos habituales nuestro cariño por el escritor, aunque mal estaría que dejáramos pasar la oportunidad de recomendar un libro oportunamente reeditado este año. Nos referimos a Dickens enamorado, de Amelia Pérez de Villar. Hay biografías de Dickens, algunas reconocidas como la de Peter Ackroyd (que se publicó en español en 2012, coincidiendo con otro aniversario, el de los 200 años de su nacimiento), y es muy cierto que, como en el caso de Balzac o —nos queda más cerca— Galdós, estar al tanto de su peripecia vital es absolutamente indispensable para mejor apreciar la obra. Pero este ensayo de Amelia Pérez de Villar, centrado alrededor de dos episodios sentimentales, es un excelente sustitutivo. Lo que se pierde en amplitud se gana en intimidad y cuidado por el detalle y la documentación que maneja, y sobre la que construye el discurso, son cartas; algunas tan dickensianas que podría haberlas firmado Nicholas Nickleby o el propio Copperfield. Todo ello complementado con una puesta en escena, más que de tipo ensayístico, agradablemente novelesca.

A Chesterton debemos una conocida biografía de Dickens; la cual, justamente como biografía, es excusable, pero a la que, sobreponiéndose uno a ese estilo paradójico y aforístico que tan fatigoso resulta, se le puede sacar gusto. En el último capítulo, el creador del Padre Brown profetiza que el paso del tiempo hará de Dickens un escritor mucho más valorado que ningún otro de su tiempo, dejando en un segundo plano a autores que en su momento le fueron equiparables en fama y reconocimiento literario, como Thackeray, Elliot o Brontë. Pues parece que ha acertado.

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Autor: Amelia Pérez de Villar. Título: Dickens enamorado. Editorial: Fórcola Ediciones, 2020. Venta: Todostuslibros y Amazon

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