Inicio > Actualidad > Noticias > El enigma Kolontái, la bolchevique feminista que plantó cara a Lenin

El enigma Kolontái, la bolchevique feminista que plantó cara a Lenin

El enigma Kolontái, la bolchevique feminista que plantó cara a Lenin

Alexandra Kolontái, la bolchevique feminista rusa que plantó cara a Lenin y que sobrevivió a las purgas de Stalin, es la protagonista de la última obra publicada en España de la historiadora francesa Hélène Carrère d’Encausse, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2023.

Carrère d’Encausse, fallecida el pasado 5 de agosto a los 94 años y una de las mayores expertas en historia de la Rusia zarista y de la Unión Soviética, culminó su extenso legado ensayístico con una biografía dedicada a Kolontái, editada ahora por Crítica.

En sus 253 páginas, el libro indaga los vertiginosos altibajos en la trayectoria de Kolontái, nacida en San Petersburgo en 1872 en el seno de una familia aristocrática y que decidió abrazar las tesis revolucionarias, horrorizada por la represión zarista.

Excelente oradora, con buen dominio del inglés, el francés, el alemán y el finés, Kolontái sobresalió en seguida por su poder de convicción en las asambleas de obreros.

Pero más allá de sus dotes oratorias, Kolontái destacó por sus avanzados posicionamientos feministas y sus ideas sobre libertad sexual, que chocaron a menudo no solo con los sectores conservadores de Rusia, sino también con sus correligionarios comunistas, que temían que sus reivindicaciones «dividiesen» a la clase obrera.

Influida por Clara Zetkin y otras figuras feministas del comunismo alemán a las que conoció personalmente, Kolontái era crítica con el matrimonio tradicional monógamo, avalaba las relaciones sexuales más allá de la pareja y sostenía que, a través de guarderías y comedores comunes, las mujeres debían liberarse de las cargas de la maternidad y las tareas domésticas para poder trabajar fuera de casa.

Su agitada vida amorosa, marcada por un divorcio y múltiples amantes, fue a menudo utilizada por sus adversarios, dentro y fuera del partido, para socavar su reputación y su credibilidad política.

Acercamiento a Lenin

En 1915, pese a haber estado hasta entonces más cerca de los mencheviques, ala moderada de los marxistas rusos, Kolontái se acercó a Lenin, con quien coincidía en oponerse a la Gran Guerra, según relata Hélène Carrère d’Encausse, miembro de la Académie Française y madre del laureado escritor francés Emmanuel Carrère.

Aunque jamás llegaron a tener una relación estrecha, Lenin valoraba las cualidades políticas de Kolontái, hasta el punto de que, cuando triunfó la revolución bolchevique en octubre de 1917, ella pasó a formar parte del primer gobierno comunista, como comisaria del pueblo de Asuntos Sociales.

Hélène Carrère d’Encausse

Su experiencia como ministra fue efímera: al cabo de cuatro meses dimitió de sus cargos por discrepancias con diversas decisiones de Lenin, que ya empezaba a desplegar el «terror rojo».

A partir de entonces, Kolontái se erigió en una de las portavoces del ala izquierdista de su partido, la llamada Oposición Obrera, muy crítica con la burocratización comunista, lo que la llevó a enfrentarse directamente con Lenin, que consiguió barrer a los díscolos en el congreso bolchevique de 1921.

Sobreviviendo a Stalin

Y cuando parecía condenada al ostracismo, la biografía política de Kolontái dio un giro sorprendente que Carrère d’Encausse se entretiene en analizar: en 1922, Kolontái escribió a Stalin, hombre emergente dentro del partido, para pedirle trabajo, y él le concedió el deseo: le encargó una misión diplomática en Noruega.

Fue el principio de su periplo como embajadora en Oslo, Ciudad de México y Estocolmo, en una época en la que ver a mujeres haciendo carrera diplomática era una rareza, mientras las viejas glorias bolcheviques iban siendo aplastadas por el rodillo de Stalin.

 

Milagrosamente, Kolontái fue casi la única que se salvó de las purgas estalinistas, y Carrère d’Encausse se pregunta cómo lo logró: ¿fue una revolucionaria intachable, una estalinista encubierta o una oportunista que supo cambiar de bando a tiempo?

El enigma Kolontái —fallecida en 1952, un año antes que Stalin— deja aún incógnitas por resolver, aunque, por las confidencias que ella misma hizo a personas de su más estricta confianza y que la autora rescata en el libro, podemos deducir que optó por callar y adaptarse prudentemente al contexto totalitario, para protegerse a sí misma y a los suyos de la sangrienta paranoia estalinista.

4.8/5 (8 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios