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El final del franquismo

El final del franquismo

Jerónimo Tristante, creador de Víctor Ros, regresa a las librerías con un thriller histórico que revela los secretos mejor guardados del franquismo. Un ex policía español exiliado en París recibe el encargo, realizado por la mismísima CIA, de investigar un asesinato ocurrido en una urbanización de Almería dos años atrás.

En este making of Jerónimo Tristante explica cómo escribió 1973 (Contraluz).

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Cuando publiqué 1969 comprobé al instante que los lectores empatizaban, y mucho, con su protagonista, Julio Alsina. ¿Por qué? Porque la suya es una historia de redención y a todos nos gusta pensar que es posible resurgir de nuestras propias cenizas. Y es cierto. Alsina es un fracasado, tanto, que es un policía manso al que solo dejan hacer DNIs. Por no tener, no tiene ni el valor de ser alcohólico de bourbon o whisky, como los detectives de verdad, tipos duros, sino que vive amarrado a una botella de Licor 43. Los lectores me demandaban más aventuras de este personaje, así que me puse a ello con 1973.

Ya tengo experiencia en escribir series de novelas sobre un detective, como es el caso de Víctor Ros, así que soy consciente de que debes intentar que el lector nuevo pueda incorporarse sin que conozca la novela anterior. Era muy importante que 1973 fuera una historia autoconclusiva e independiente de la primera. Por otra parte, has de ser cuidadoso con el lector que ha leído la novela anterior, porque querrá encontrar continuidad con el personaje, los secundarios y los sucesos anteriores. Para ello intenté recordar algunos retazos de lo ocurrido en 1969, para que el lector nuevo se familiarice con lo que le pasó a Alsina anteriormente, pero sin que esto lastre la lectura de una nueva historia.

"Esto es 1973. Una novela que si intentamos clasificar dentro del género podría ser procedimental y que tiene retazos de novela negra"

Tengo amigos que me dicen que mis novelas son más históricas que policiacas, y en parte estoy de acuerdo. Es verdad que el componente de ambientación histórica en mis novelas es bastante importante y que, a veces, la trama policial no es sino un truco de cuentacuentos para mantener al lector pegado al texto, para hacer que la novela como artefacto funcione y que a la vez me permite que una vez que el lector se ha enganchado a la lectura, poder contar cómo era una época. Esto es 1973. Una novela que si intentamos clasificar dentro del género podría ser procedimental y que tiene retazos de novela negra.

La novela arranca con Alsina como librero en Montmartre, donde es requerido por la CIA con la colaboración del régimen franquista para que acuda a España a resolver un caso frío, de hace dos años, que tuvo lugar en Vera, Almería. Esto me ha permitido describir un fenómeno importante de la época, el turismo. Pude entrar en contacto con un archivero de aquella localidad que me proporcionó muchísimo material: programas de fiestas, fotografías, planos, etcétera. He podido documentar muy bien la época en una localidad de veraneo, sobre todo lo que más me interesaba, y es que el fenómeno del turismo, que ayudó muchísimo económicamente a la España de la época, bien pudo ser un desencadenante de lo que luego ocurrió, porque los ciudadanos veían que los extranjeros traían otra forma de vivir, no solo divisas, sino también libertad, y eso les daba que pensar.

"En la novela también están presentes, porque Alsina es un especialista en meterse en grandes casos sin saberlo, dos magnicidios cruciales: el de Carrero Blanco y el de Kennedy"

Luego, el grueso de la novela está ambientado en Madrid, donde me pude adentrar en el análisis de la pre-Transición y descubrir que el franquismo se autodisolvió. Un Madrid apasionante, con Franco muy tocado por el Parkinson, las luchas intestinas, los movimientos para situarse, que eran tremendos… De un lado el Opus, los camisas viejas (los del búnker) o la propia familia del dictador que, dirigidos por Carmen Polo, querían que Alfonso de Borbón pudiera heredar el poder. Los reformistas, con Torcuato Fernández Miranda y otros, tiraban hacia una transición democrática. Es aquel un Madrid apasionante, el Madrid del proceso 1001 a la cúpula de Comisiones Obreras en el TOP, ETA moviéndose por la capital para atentar contra Carrero Blanco o la influencia de la CIA y los socialdemócratas alemanes en nuestra Transición. En definitiva, un decorado apasionante.

Y por último, en la novela también están presentes (porque Alsina es un especialista en meterse en grandes casos sin saberlo) dos magnicidios cruciales: el de Carrero Blanco y el de Kennedy. Sobre esto simplemente adelantaré que en la novela apuntamos y desvelamos algunas informaciones que quizá la mayor parte de la población no termina de conocer: por ejemplo, quién era Roscoe White, que pasó una gran parte de su vida trabajando codo con codo en inteligencia con Lee Harvey Oswald, o cómo es posible que el comando Txikia que mató a Carrero Blanco no fuera detenido por la policía franquista si en el bar de debajo de su piso de Campamento eran conocidos por los vecinos como “los de la ETA”. Esas y otras incógnitas quedan desveladas en 1973. Os espero.

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Autor: Jerónimo Tristante. Título: 1973. Editorial: Contraluz. Venta: Todos tus libros.

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