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El primer gusto, la primera tentación

El primer gusto, la primera tentación

Este libro explora la fascinación que experimentaron espías, pintores, poetas, botánicos, chefs y perfumistas de todo el mundo y todas las épocas por las frutas. Estos alimentos no solo han acompañado al ser humano desde el origen de los tiempos, sino que también ha modificado su evolución a través de sus efectos sobre la salud, la política e incluso la religión.

En este making of Federico Kukso cuenta el origen de Frutologías (Taurus).

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“De lulo”, me respondió rápido y al paso en un bar de Cali, Colombia. En una agobiante tarde de verano de 2022, la mesera llevaba con la habilidad de un malabarista una bandeja plateada con tres jugos color amarillo radiactivo.

“¿De ulo?”, le volví a preguntar con ingenuidad a su regreso. “¡No!”, replicó. “De lu-lo”. En su tono y en su mirada descifré la incredulidad y también una cuota de sorpresa. La mujer no podía creer que hubiera alguien en el planeta —uno en 8.000.000.000— que no conociera esta fruta anaranjada del tamaño de un tomate, tan habitual en Colombia, Venezuela, Centroamérica y México.

"Fue entonces cuando la pregunta me estalló en la cara: ¿cuántas frutas hay allí afuera que no conocemos, que no hemos saboreado?"

Pero así era. Realmente nunca había oído hablar de ella. Ni en libros, revistas o películas. Nunca la había olido ni mordido. ¿Qué era aquella desconocida tentación? Supe entonces que no podía volver a mi ciudad natal, Buenos Aires, sin probarla, al menos en formato líquido. Y lo hice: en un sorbo, mis papilas gustativas se encontraron con este enigma y descubrieron un continente nuevo.

Fue entonces cuando la pregunta me estalló en la cara: ¿cuántas frutas hay allí afuera que no conocemos, que no hemos saboreado? ¿Cuántos sabores, aromas y texturas nos estamos perdiendo? ¿Cuáles se habrán ya extinguido y corren el riesgo de desaparecer a causa del cambio climático? ¿Qué historias antiguas nos cuentan? ¿Qué papel desempeñaron en religiones, en guerras, en el arte, en asuntos políticos, en exploraciones marítimas? ¿Qué mitos, leyendas, costumbres e ideas se esconden en su deliciosa pulpa?

Y más aún: ¿por qué los libros de historia las han ignorado tanto, empujándolas a notas al pie, a la sombra del maíz, el trigo, las papas (o patatas), el café o chocolate? ¿Por qué no se les ha prestado la atención que se merecen?

"Pacientemente domesticados y alterados por generaciones de desconocidos a lo largo de miles de años, ellas terminaron domesticándonos a nosotros"

Mi deseo de conocer lo que no se conoce, de preguntarme aquello que no suele ser preguntado aún latía después de terminar de escribir mi anterior libro, Odorama: Historia cultural del olor. No tardé en darme cuenta que aquel asombro pomológico —como dirían los botánicos— me acompañaba desde hacía décadas en forma de un pecado capital nuevo: la envidia frutal. Cada vez que viajaba por vacaciones o trabajo a Brasil, Perú, México o algún otro país cercano al ecuador me invadía la fascinación al recorrer mercados rebosantes de colores, texturas, formas, aromas y sabores para mí exóticos, extraños.

Lo supe. Debía redescubrir estos cultivos maravillosos, verlos con otros ojos, conocerlos en profundidad. Recorrí laboratorios y centros de investigación; entrevisté a científicos, sociólogos, historiadores, historiadores del arte. Me sumergí en salas de museos y archivos para reflotar tragedias hace tiempo olvidadas. Me maravillé ante jeroglíficos, poemas, relatos religiosos, documentales. Exploré antiguos tratados médicos y botánicos, crónicas de conquistas y descubrimientos.

Y lo entendí: manzanas, bananas, naranjas, sandías, peras, uvas y un largo etcétera son objetos fantásticos, la máxima tentación, el producto de una increíble estrategia desarrollada durante millones de años por la naturaleza para seducirnos y esparcirse por el planeta. Pacientemente domesticados y alterados por generaciones de desconocidos a lo largo de miles de años, ellas terminaron domesticándonos a nosotros.

"No tengo dudas: conocer su profundidad histórica, su faceta desconocida, expande su sabor, hace que sean mucho más ricas y nos invita a valorarlas antes que muchas de ellas desaparezcan"

Las frutas, comprendí, son más que alimentos. Como artefactos culturales permean todas nuestras actividades: están presentes en logos de famosas discotecas, en expresiones lingüísticas, en nuestros celulares, en las conversaciones digitales que mantenemos, en antiguas tradiciones que nos conectan en el tiempo con nuestros ancestros.

En el mordisco a una fruta hay más que vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes. En ellas se esconde la historia del mundo. Frutologías: Historia política y cultural de las frutas, así, es su biografía secreta, una exploración por un universo de diversidad increíble en la que salen a la luz relatos asombrosos que las tienen como protagonistas.

No tengo dudas: conocer su profundidad histórica, su faceta desconocida, expande su sabor, hace que sean mucho más ricas y nos invita a valorarlas antes que muchas de ellas desaparezcan.

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Autor: Federico Kukso. Título: Frutologías: Historia política y cultural de las frutas. Editorial: Taurus. Venta: Todos tus libros.

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