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Esclavos de nuestros silencios: Conquistar lo que es justo

Esclavos de nuestros silencios: Conquistar lo que es justo

La palabra tiene, en ocasiones, el difícil objetivo de vincular el deseo y la memoria. A diferencia del tiempo, que desgasta las voluntades y erosiona sus firmes propósitos de perpetuidad, ella debe reconstruir la frágil geografía de lo que fue posible, de lo que palpita entre dos amantes separados por el mundo. Con sus múltiples formas y melodías, a veces telúricas, la palabra compone el diálogo de aquellos que ansían desembocar en el océano. Esta es la historia de Eurídice y Orfeo. Sus confesiones no verbales, a través de la música y el arte, vislumbraron la posibilidad de recuperar el amor perdido, de instaurar nuevos códigos que antaño fueron imposibles y que ahora emergen dentro y fuera de la palabra.

«¡Oh, poderosos señores de este reino sombrío, escuchen mi súplica! Por amor, el más noble de los sufrimientos humanos, me veo arrastrado a estas sombras. Mi Eurídice, mi vida y mi consuelo, ha sido arrebatada de mí injustamente. Con mi canto, no busco desafiar las leyes de la muerte, sino implorar por compasión hacia dos almas que el destino ha separado prematuramente».

"Mientras Orfeo pierde a Eurídice por mirar atrás, Gerión navega por el complicado paisaje de su amor por Heracles, marcado por la distancia emocional y la traición"

Si los amantes tienen el deber de desanudar su propia pasión, el poeta debe encontrar el camino que eternice sus efectos, ya sean fatales o milagrosos. La tarea no es fácil. La poeta norteamericana Anne Carson, por ejemplo, ha recurrido a la intertextualidad y a su particular manera de fusionar poesía, ensayo y prosa para profundizar, entre otros temas, en la reversibilidad del amor no consumado y la complejidad de las relaciones humanas. En su afamada Autobiografía de rojo, explorando el género de la novela en verso, Carson narra la historia de Gerión, un joven sensible que navega por las aguas turbulentas de su identidad y su amor por Heracles. Empleando el marco mitológico como punto de partida, aborda con un espíritu contemporáneo temas como el amor, el deseo y la pérdida, todo ello con el uso hábil de diálogos, narrativa y un lenguaje tan poético como fragmentario.

Al igual que el mito, la obra de Carson indaga en la comunicación más allá de las palabras. Mientras Orfeo pierde a Eurídice por mirar atrás, Gerión navega por el complicado paisaje de su amor por Heracles, marcado por la distancia emocional y la traición. A diferencia de Eurídice, quien es pasivamente objeto de deseo y rescate en el mito, Gerión es un personaje inmerso en su deseo de autoconocimiento.

"María J. Mena demuestra, una vez más, su maestría para representar el anhelo y la pureza de quienes han soñado con lo posible, de los amantes que buscan superar el pudor para reclamar lo que es justo"

El diálogo permanente con uno mismo puede generar un sinfín de silencios constructivos. Se trata de la narrativa de lo no dicho, de lo sugerido con gestos, de los múltiples espacios que los amantes ansían conquistar solo con la mirada. Esclavos de nuestros silencios (Impronta, 2024) ofrece un ejemplo extraordinario de cómo la acumulación de silencios confluye en una geografía inesperada de pretensiones y despedidas, de recibimientos y confesiones indeseadas, de epílogos que pueden alterar el futuro de dos amantes. Siguiendo la estela de sus obras anteriores, Poemas ciegos y Poemas sordos, la autora madrileña nos brinda un ejercicio de concisión y profundidad a través de la historia de dos amantes que se adentran en la ciudad nocturna, relatando los múltiples obstáculos que frustran su pasión. Obstáculos materiales y etéreos. Razones que confunden a quienes ahora caminan demasiado cerca, unidos por ese murmullo incandescente que desbarata la razón. En esta procesión de silencios recombinados con la palabra, con el verso desnudo y limpio, con las imágenes que desmienten la memoria y presentan una nueva realidad alcanzable, aunque frágil, María J. Mena demuestra, una vez más, su maestría para representar el anhelo y la pureza de quienes han soñado con lo posible, de los amantes que buscan superar el pudor para reclamar lo que es justo.

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Autora: María J. Mena. Título: Esclavos de nuestros silencios. Editorial: Impronta. Venta: Todostuslibros.

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