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Huret, el asesino del bulevar

Huret, el asesino del bulevar

Sherlock Holmes siempre sintió un gran cariño por Francia. Independientemente de que tuvo importantes ancestros galos en el campo de la pintura y el alpinismo, hay que tener en consideración que de 1855 a 1858 se instaló con toda su familia en Pau, y en ese último año se trasladaron a Montpellier. En 1870 regresaron de nuevo a Pau, donde recibió clases de esgrima de Maître Alphonse Bencin, que dirigía la mejor escuela de esgrima de Europa, muy parecida a la que Jaime Astarloa mantenía en Madrid.

Al regreso del «Gran Hiato», Holmes pasó por Francia, después de realizar el largo periplo por Asia y Europa, y se detuvo en Montpellier, donde se integró en el equipo de investigación de un laboratorio que estudiaba en profundidad todo lo referente a los derivados del alquitrán de carbón, con resultados altamente satisfactorios. A  lo ya expuesto hay que añadir el asunto de la recuperación del más famoso retrato que custodiaba y sigue custodiando el Louvre. También intervino en un caso enrevesado de Marsella que tenía bastante que ver con el dudoso vino claret que se exportaba desde Burdeos a Londres. Y no debemos olvidarnos de su intervención para que la mejor biblioteca particular de Francia saliera con malas artes con destino a Inglaterra.

"En julio de 1894, el presidente Sadi Carnot, en lo más alto de su popularidad, se encontraba dando un discurso en Lyon y fue asesinado a puñaladas por un anarquista italiano llamado Geronimo Caserio"

Todos estos casos dieron lugar a que le fuera concedida la Legión de Honor, y también sabemos que el detective recibió una carta de agradecimiento del presidente de la república francesa. Y como muy pronto el arquitecto Denis Latour, que trabajaba para el famoso estudio de Hector Guimard, le iría a entregar a Holmes, como regalo de agradecimiento, las llaves de una preciosa casita, con granja y colmenas incluidas, en la localidad de Fulworth, al sur de las colinas de Sussex, es preciso que se intente aclarar el caso en el que el detective impidió que se asesinara al presidente Sadi Carnot.

Durante el mandato de Carnot se celebró la Exposición Universal de París y se construyó la Torre Eiffel, pero el presidente se labró muchas enemistades. Tuvo que realizar numerosos cambios en el gabinete y tomar decisiones importantes contra la expansión socialista y el antisemitismo, asunto que culminó con el estallido del caso Dreyfus, sin olvidarnos del escándalo de Panamá. Ferdinand de Lesseps fue acusado de corrupción por el fracaso de las obras del Canal de Panamá, que también afectaba a innumerables políticos y grandes empresarios de la construcción, y sobre todo que arruinó a mucha gente que había invertido su dinero en la empresa, especialmente pequeños ahorradores.

En julio de 1894, el presidente Sadi Carnot, en lo más alto de su popularidad, se encontraba dando un discurso en Lyon y fue asesinado a puñaladas por un anarquista italiano llamado Geronimo Caserio que fue detenido en el lugar de los hechos. Por lo tanto no consta en la prensa ni en ningún otro documento que hubiese una persecución por ningún bulevar, de lo que se deduce que Holmes, con quien Sadi Carnot mantenía una muy buena relación personal, quizá fue salvado por el detective en otro atentado anterior, del que no se sabe cuándo se pudo producir.

"¿Quién fue el presidente que le escribió al detective la carta personal de agradecimiento?"

Se ha especulado mucho con el hecho de quién fue el presidente que le escribió al detective la carta personal de agradecimiento. Los holmesólogos William E. Fleischauer y Jesús Capellán han intentado averiguar su personalidad, y después de muchas especulaciones han llegado a la conclusión de que el intento de atentado de Huret se cometió en realidad contra Casimir-Périer, sucesor en el cargo de Sadi Carnot. Según sus deducciones, Holmes utilizó como «cebo» al primero llevándolo a Montpellier, y como se conocía esa ciudad al dedillo, después del intento fallido persiguió a Huret por los pasadizos de las viejas fortificaciones y logró detenerlo, hazaña que nunca olvidó Casimir-Périer. La prueba más evidente de que los hechos sucedieron de esa manera la tenemos en la página siguiente de este «diario», en la que Denis Latour, el arquitecto que trabajaba en el prestigioso estudio francés de Hector Guimard, que iba a entregarle a Holmes las llaves de la casita-granja de Fulworth, aprovechó la ocasión para depositar en sus manos la carta del presidente francés en la sobremesa del almuerzo en la posada de la Chimenea del Diablo, y Watson vio de reojo la firma de Casimir-Périer al pie de la misiva. Es la prueba más fehaciente que tenemos. Cuando la policía registró la vivienda de Huret y la encontró llena de fotos de ambos presidentes, primero ingresó en prisión, después en un sanatorio, y un día los cuidadores lo encontraron ahorcado en su celda.

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