La extraña manía de querer gustar a los músicos

Supongo que es algo que nos pasa a todos. El problema es que hay ocasiones en las que no te vale con gustar a la mayoría de la gente, quieres complacer a un determinado tipo de personas, y entonces es cuando “lo de gustar” ya se convierte en obsesión.

Los que nos dedicamos a escribir canciones estamos muy expuestos a todo esto: sabemos que cuanto más guste nuestra canción mejor nos irá y será más fácil seguir creciendo. Hasta aquí todo normal. Lo preocupante es cuando no nos conformamos con agradar a nuestro público o a nosotros mismos y también buscamos el beneplácito de nuestros compañeros de profesión. Ahí la cosa se complica. 

¿Es necesario gustar a los músicos?

Está claro que no es necesario, pero ¿a quién no le gusta que después de tu concierto te digan que ha estado viéndote ese músico al que admiras, y que encima pase por tu camerino para felicitarte por el concierto? Menudo subidón de autoestima. Desgraciadamente, la realidad suele ser otra. No quiero generalizar, pero, ¡amigos!, los músicos no van a ir a tu concierto a no ser que alguien les invite. Tampoco les verás dando palmas, y en el remoto caso de que pasen a saludar al backstage, puede que suelten esa clásica y temida frase: “La verdad es que no sois mi rollo, pero ha estado muy bien el concierto”.

Luego está el tema de los discos y las canciones. Hacer un disco para gustar a tus amigos músicos es contraproducente, más que nada porque no se lo van a comprar. Reza para que gracias a las redes sociales escuchen 10 segundos de tu canción. 

El otro día hablaba con David Summers sobre este tema, y me contaba lo importante que es centrarte en hacer canciones para tu público, que es el que compra tus discos y va a tus conciertos.

Bandas de éxito y radiofórmulas

Aunque vamos mejorando con los años, en este gremio todavía existe mucho purismo musical. Solemos juzgar a muchas bandas sin conocerlas, solo por el simple hecho de sonar en la radio y tener una legión de fans. En los casi 20 años que llevo dedicándome a la música, he visto inversiones de mucho dinero en artistas que luego se han quedado en nada y otras que poco a poco, y gastándose sus ahorros, se han ido abriendo camino y ahora llenan estadios. Con esto quiero decir que si estás sonando mucho en la radio es porque tus canciones gustan a la gente. Hoy en día ninguna radio te va a poner si sus sistemas de audiencia no le indican que tu canción da buenos números, por mucho dinero que tengas.

¿Y por qué hablo de todo esto? El otro día, escuchando una entrevista de Dani Martín, contaba que su anterior disco, La montaña rusa, era un disco de esos que haces para gustar a los músicos. Me sorprendió bastante que uno de los artistas más importantes de este país, después de haberlo conseguido todo con su anterior grupo y ahora en solitario, se preocupe por esto. A lo mejor a ese músico no le gustan sus canciones, pero si le ha visto alguna vez en acción, nunca podrá decir que no es un gran artista, “aunque no sea su rollo”.