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La hostil hospitalidad

La hostil hospitalidad

Hannah Arendt escribe en 1943, dos años después de llegar a Nueva York, Nosotros, refugiados (Altamarea, 2024), un revelador ensayo político basado en su propia experiencia migratoria, donde reflexiona en primera persona en torno a la apatridia y el extrañamiento. La acogida y asimilación por parte del nuevo país se enfrenta desde la reconstrucción de una nueva identidad, acomodada a las expectativas del país anfitrión, cuyas consecuencias franquean el hecho histórico del exilio, en tanto consecuencia del nazismo, para adentrarse en lo individual: “Perdimos la casa; la intimidad de la vida cotidiana” (p. 10). No obstante, lo personal también es político. La poeta y dramaturga británica de ascendencia india Bhanu Kapil nos propone en el poemario Cómo lavar un corazón (La Uña Rota, 2025) con traducción de Carlos Bueno Vera, una reflexión sobre la migración y los vínculos a partir de las vivencias de una inmigrante con un estatus impreciso acogida por una pareja de raza blanca.

La imagen de lavar un corazón nos sugiere cuidado y ternura, delicadeza y protección de sentimientos, afectos y fragilidades encarnados en ese corazón, metáfora de la parte más vulnerable del cuerpo, porque Bhanu Kapil escribe desde esa superficie transfronteriza que es el cuerpo y su piel. Así se evoca la hospitalidad, cuyas normas debe aprender la huésped. A ellas alude el “cómo” del  título, remitiendo a las directrices neocolonialistas de la anfitriona sobre cómo ha de vivir aquella en su espacio y cultura. Cómo lavar un corazón, premiado en 2020 con el T. S. Eliot de Gran Bretaña, uno de los más prestigiosos del país, se desplaza a través de las tensiones entre la anfitriona y la huésped, voz narrativa, y disecciona el deterioro de su convivencia.

"Con un lenguaje inestable e interrumpido, vacilante en los pronombres y una fractura sintáctica, Bhanu Kapil trata de trasladar a la propia lengua la inseguridad de los inmigrantes"

Una literatura que no está hecha de literatura, sino de realidad. Una fotografía en una noticia de prensa y una performance son el germen de esta ficción poético-narrativa, dividida en cinco secciones —cuatro secciones en la edición española— por medio de unas pausas-páginas en blanco, cada sección con ocho poemas de alrededor de 22 versos cada una. Con un lenguaje inestable e interrumpido, vacilante en los pronombres y una fractura sintáctica, Bhanu Kapil trata de trasladar a la propia lengua la inseguridad de los inmigrantes; la traducción de Carlos Bueno Vera acierta en cada matiz. Esta ruptura y desafío discursivo obliga a una lectura fragmentaria en cuyos vacíos el lector debe convocar y construir la tersura incómoda de la huésped. No todo está dicho, pero sí intuido. La potencialidad poética del lenguaje explora sus límites políticos, revelando la capacidad de la poeta para adentrarnos con sutileza en este hostil entorno.

La narradora es una artista acogida con un visado provisional en la casa de una pareja nativa de raza blanca con una hija adoptada, refugiada asiática. La relación entre la huésped y la anfitriona se delinea a partir de una hospitalidad que deforma sus significados con el fin de visibilizar los márgenes vetados por lo políticamente correcto. En cada poema la hospitalidad reverbera sus múltiples acepciones desde la acogida sincera y gratitud por ser recibida:

Me hicisteis hueco en vuestra casa, para mis libros y mi ropa, y
nunca lo olvidaré.
(…) Me sentí feliz.
Y menos como un fraude.

Hasta la hostilidad abierta, infantilización y control, como una madre intrusiva, hacia la huésped:

Verbalmente, manifiestas ideales
igualitarios.
Económicamente, tienes prendida
a esa cría
de piel morena.
Pero en privado, cuando nieva
o cuando el sol se
vuelve rojizo, una masa amorfa
especulativa,
dices que no.
No a la toalla mojada
en la barandilla.
Ya he tenido bastante

La contradicción entre la realidad y la imagen social, la caridad disfrazada de generosidad vertebra el cuestionamiento de la hospitalidad; no es altruismo, sino el resultado de un egoísmo neocolonial, plagado de racismo, ya que se tolera al otro, pero no se le acoge: “Haz una lista de lo que necesites, / iré por ello, cerda desagradecida”. La hospitalidad es una experiencia desigual en la que una parte ejerce el poder del vínculo, desnudando la hipocresía desde la que, supuestamente se establece: la anfitriona se siente con la potestad de encerrarla con llave un día en casa —un accidente—, le compra un sujetador, que no ha pedido ni necesita; al romper un jarrón, la castiga con el silencio; le da un lavado vaginal y polvos medicinales; la reprende cuando su amante pasa la noche con ella en su habitación y se lo reprocha; le lee su diario personal, violando su intimidad, para finalmente desplegar su odio por no poder dominarla, ejerciendo tal violencia en su venganza que, al final del poemario, sientes en ti el impacto corporal y emocional de la migración.

"No hay nostalgia en sus versos, sino la toma de conciencia de los límites de la piel y de los territorios de la casa, habitaciones custodiadas"

Cada una de las cuatro secciones realza un aspecto de la compleja relación siempre desde el prisma de la narradora. La llegada, adaptación a la nueva vida, y la gratitud: “Como vuestra invitada, me entrené / para embellecer / nuestro trauma colectivo”, que va diluyéndose según evoluciona la convivencia: “Es agotador estar / siempre / como huésped en casa de otro” de la primera sección —la más extensa, con 16 poemas—, en la que hay un recuerdo a sus padres y abuelos a través de historias y la alusión a la comida, topos de la literatura de la diáspora. No hay nostalgia en sus versos, sino la toma de conciencia de los límites de la piel y de los territorios de la casa, habitaciones custodiadas. En la segunda, la anfitriona pregunta sobre su viaje y cada poema es el relato de uno de los ocho días en la casa, donde va exponiendo situaciones distintas y los sentimientos provocados: el miedo, la desconfianza, el desarraigo, la ansiedad, la incertidumbre, la vergüenza, la sensación de deshumanización —“recuerdo cuando fui una mascota querida” o “Esta es la dosificación: unos instantes para sentirme como / un ser humano completo”—. La narrativa de la hospitalidad escapa a lo previsible, se pliega en una urdimbre de sentimientos en la tercera sección. El hogar anfitrión ha dejado de ser un refugio para convertirse en un espacio hostil en el cual la creatividad se alza como sostén emocional:

¿Cómo vivir cuando el vínculo
entre creatividad
y supervivencia
no puede discernirse
con facilidad?

Sin duda, que la narradora sea una poeta, dramaturga y artista de performance posibilita la identificación con Bhanu Kapil. De este modo, el proceso migrativo no sólo se escribe desde la vivencia, sino desde la respuesta artística al mismo, aunque “mi identidad como escritora era precaria / en la época / en la que viví contigo”:

Cuando veas mis obras de teatro, tu corazón
formará un circuito uniéndose a la sombra densa
de la parte superior de la atmósfera.

La narradora se pregunta si es ella la obra de arte de su anfitriona, intercambiando los roles y señalando la pérdida de aquel rasgo definitorio de su esencia en el proceso de alienación y cosificación de la huésped.

La crisis estalla en la última sección. El asedio a través de microagresiones xenófobas alumbra los límites éticos de la inclusión, el cuidado y la hospitalidad que van menguando según van desapareciendo los límites de la privacidad en el espacio físico. Si ha habido en algún momento armonía, ésta es ya inexistente, a pesar del intento de reconciliación. El poemario concluye de modo abrupto y violento, dejando al lector sin certezas y abocándolo a reconsiderar los valores y principios monorraciales desde los que estandariza e iguala a una migración diversa, supeditada al interés, obediencia y pensamiento del anfitrión. Este poemario es una incisiva mordedura en la estructura social occidental y sus prejuicios. Incomoda y subvierte los patrones y presupuestos. Cómo lavar un corazón de Bhanu Kapil es más necesario que nunca en estos días, donde la retórica antiinmigración regresa violentamente a nuestra realidad cotidiana, y devuelve a la poesía su valor.

_____________

Autor: Bhanu Kapil. Título: Cómo lavar un corazón. Traducción: Carlos Bueno Vera. Editorial: La Uña Rota. Venta: Todos tus libros

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SABRINA ANALIA CABRERA
SABRINA ANALIA CABRERA
4 meses hace

(Bhanu Kapil) Escribir “desde esa
superficie transfronteriza que es el cuerpo y su piel”.
Cuando no hay qué leer: VACÍOS.
“Convocar y Construir. No está todo
dicho, pero sí intuido”.

El silencio como castigo
Violación

Violencia

Venganza

Proceso de alienación y
cosificación

Xenofobia

La toma de conciencia de los
límites de la piel

“Para finalmente desplegar su
odio por no poder dominarla”
Patricia Crespo sobre la
la obra de Kapil

Reafirmo: Pensar autónomamente da miedo / terror / pánico; despierta
al mostruo y lo violenta.
La piel puede romperse, las ideas NO.

SABRINA ANALIA CABRERA
SABRINA ANALIA CABRERA
4 meses hace

La narradora ideada por
Bhanu Kapil es POETA –
DRAMATURGA – ARTISTA DE
performance. Ella, inmigrante, es quien Vivencia
la hostilidad de la anfitriona (pareja del país – destino).
Hostilidad = hipocresía- La
hospitalidad políticamente
correcta= Fingimiento.
El fracaso de la opresión.
Interpretación a partir de
Patricia Crespo , su modo de decir.
¿En qué cabeza cabe que una
persona con las herramientas
intelectuales trabajadas por esa narradora pueda dejarse subyugar?

Leonor
Leonor
4 meses hace

Sabrina, te felicito por tu comentario. Muy acertado. Te lo agradezco.

SABRINA ANALIA CABRERA
SABRINA ANALIA CABRERA
4 meses hace
Responder a  Leonor

Muchas gracias Leonor !!! Espero que TODOS podamos reconocer que el
PODER VERDADERO no está en el Ser Humano. Fuimos Creados, Aptos para pensar libremente; Es innato.
Asociamos ideas, conceptos ,
imágenes. LA PALABRA SIEMPRE ALCANZA. De nuevo, Pensada o Hablada o Escrita.
NADIE nos puede convencer de lo
contrario. Así lo intenten, es
absurdo e imposible.
Sos muy dulce Leonor!! Gracias y
Abrazo gigante !!!!!

SABRINA ANALIA CABRERA
SABRINA ANALIA CABRERA
4 meses hace

Libertad.
Responsabilidad.
Conciencia: Bien y mal.
Consciencia.
Valores.
Respeto. Límites.
Causa- Consecuencia.
Apariencia versus Imagen Real.
La Hipocresía que muchas veces esconde lo POLÍTICAMENTE CORRECTO.
La Humanidad (nosotros)solita se encargó de
desdibujarlo TODO.
El falso Poder envenena.

Última edición 4 meses hace por SABRINA ANALIA CABRERA