Inicio > Firmas > Hotel Z > Mbappé, la Greta Thunberg del área chica

Mbappé, la Greta Thunberg del área chica

Mbappé, la Greta Thunberg del área chica

Hace una semana, Kylian Mbappé homenajeó a Diogo Jota tras marcar un gol en el Real Madrid – Borussia Dortmund del Mundial de Clubes. Mbappé se acercó a la cámara y formó con sus dedos el número 20, dorsal del jugador fallecido en accidente de tráfico. El gestó salió en numerosos medios al día siguiente. Diríamos que fue una muestra rutinaria de solidaridad futbolística, sumada a algunas otras de otros futbolistas y de otros deportistas en los días previos. Sin embargo, el gesto de Mbappé me dio que pensar.

En el partido contra el Borussia se marcaron cinco goles. Primero marcó Gonzalo, que no se acordó de Diogo Jota. Luego marcó Fran García, que no se acordó de Diogo Jota. Luego hizo gol un alemán, que, como estaba a lo suyo, remontar el partido, no se acordó de nadie. El cuarto gol fue obra de Mbappé, titular en todos los periódicos porque se acordó de Diogo Jota. Los alemanes consiguieron un segundo gol (lo que se conoce encantadoramente como “recortar distancias”), pero este quinto tanto no fue dedicado a Diogo Jota.

Le pregunté a Grok (la IA de X) si los futbolistas que habían marcado antes y después de Mbappé no sentían la menor pena por Diogo Jota, muerto a los 28 años en una carretera de Zamora. Grok me dijo que “no había pruebas” de que no les diera pena. Seguramente les daba pena, consideré, pero, por lo que fuera, no se les ocurrió manifestarla mundialmente.

"Si Mbappé hubiera sospechado que todos los jugadores que marcaran gol iban a acordarse de Diogo Jota, tal vez habría ideado una forma superior de recuerdo"

Imaginemos que todos los jugadores del Real Madrid – Borussia Dortmund tuvieran en la cabeza, no el lucrativo campeonato en el que participaban, sino la muerte de Diogo. Imaginemos que, por ello, todos los que marcaran un gol decidieran hacer un gesto o exhibición de su tristeza ante las cámaras y los espectadores. Esto crearía una extraña sensación en el público, muy funeral, y hasta iría perdiéndose la gracia del homenaje y su sentido solidario cada vez que se marcara un gol. El fútbol, además, quedaría orillado, meramente instrumental de los panegíricos sucesivos que irían apareciendo. El cuarto gol, el de Mbappé, sería ya demasiado; demasiado como obituario. Si Gonzalo, Fran García y el alemán hubieran formado con sus dedos el número 20, Mbappé se habría quedado sin nada que hacer, y quizá no hubiera hecho nada. Con todo, si Mbappé hubiera sospechado que todos los jugadores que marcaran gol iban a acordarse de Diogo Jota, tal vez habría ideado una forma superior de recuerdo. Por ejemplo, tirarse por el suelo y llorar desconsolado. O llevar una camiseta con el rostro impreso del jugador fallecido debajo de la equipación oficial, para mostrarla al marcar gol. Sin embargo, Mbappé no tuvo que llegar a tanto.

¿Cuántos goles pueden acordarse de Diogo Jota en un solo partido? Diríamos instintivamente que uno. Así, en el Real Madrid – Borussia Dortmund, era necesario que Mbappé marcara gol para que Diogo Jota recibiera su homenaje. El homenaje dependía de que a Mbappé le fuera bien. ¿Tenía Mbappé en la cabeza hacer exactamente ese gesto que hizo si marcaba gol, o se le ocurrió de pronto? Lo cierto es que, en unos pocos segundos, se acordó de Diogo. También, en ese breve espacio de tiempo, consiguió encontrar una manera de hacer saber al mundo entero que se acordaba del futbolista fallecido. No era fácil. Otros jugadores homenajearon al caído sentándose en el suelo, como hacía él tras marcar gol. Quizá Mbappé quería hacer algo distinto.

"Mbappé también está en el juego periférico, no futbolístico, estrictamente autopromocional. Tiene que meter esos goles mediáticos, goles sin gol, sin portero, sin red, sin balón, pero que parecen dársele incluso mejor que los otros"

La naturalidad con la que Mbappé hace su gesto, y la normalidad con la que los periódicos la difunden, señala algo interesante: sólo Mbappé o Messi o Ronaldo pueden hacer algo así. A nadie le importa que lo haga un defensa central, un lateral cualquiera o un portero suplente. Tiene que ser Mbappé. Hay como una jerarquía en el éxito, que permite este tipo de privilegios: ser el que capitaliza el bien, la solidaridad y la ética. Si lo hiciera, ya decimos, un portero suplente, pensaríamos que quiere hacerse promoción aprovechando una desgracia. Lo tiene que hacer alguien famoso, es fama sobre fama, matices de la fama. Es como Alejandro Sanz dando lecciones sobre el cambio climático. Nos parece normal. Es como esa gente que puede aparcar el coche donde quiera.

En su primera temporada con el Real Madrid, Mbappé ha conseguido un solo título o premio o trofeo para el equipo: ser él el máximo goleador de Europa, o algo así. O sea, el único que ha ganado algo en la nefasta temporada del conjunto color harina ha sido el propio jugador. El resto del equipo ha fracasado. En eso de meter más goles que nadie, hace falta mucho egoísmo. Normalmente ese egoísmo es bueno para el equipo; pero este año no.

"Hay poca gente en el mundo con este olfato, y me acuerdo sobre todo de Greta Thunberg. Dónde hay que estar, y cuándo. Ella lo sabe. Lo importante es que allí también esté la prensa"

El caso. Mbappé también está en el juego periférico, no futbolístico, estrictamente autopromocional. Tiene que meter esos goles mediáticos, goles sin gol, sin portero, sin red, sin balón, pero que parecen dársele incluso mejor que los otros. Hay que pensarlos, sobre todo. Hay que pensar, no en ganar al Borussia y pasar a semifinales, sino en hacer un gesto publicitario si marcas gol, relacionado con la desgracia de otro. Llevar eso en la cabeza es mucho trabajo. Necesita uno estar atento al fluir de lo actual, al corazón latiendo de la bondad del momento. No se puede uno solidarizar con cosas que no están de moda, muy originales, ni con asuntos divisivos, sino con algo que todo el mundo aplauda, como la muerte de un joven en la carretera.

Hay poca gente en el mundo con este olfato, y me acuerdo sobre todo de Greta Thunberg. Dónde hay que estar, y cuándo. Ella lo sabe. Lo importante es que allí también esté la prensa. Conseguir la foto. Hay mucho talento en hacer estas cosas, las de Greta, las de Mbappé.

Es un talento deleznable.

4.1/5 (71 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

6 Comentarios
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
ricarrob
ricarrob
4 meses hace

El futbol. De nuevo. ¡Qué hartazgo!

Todos estos personajillos que lo rodean no tienen el más mínimo interés. Ni lo que hagan. Ni lo que digan. Analfabetos en pantalón corto (alguna excepción hay), que despilfarran lo que malamente se ganan por dar patadas a un esféroide y que los engañan y se arruinan en un parpadeo.

¿Qué nuevo medicamento han inventado? ¿Qué libros han escrito? ¿Qué tecnología han desarrollado en beneficio de la humanidad? El único mérito es saber jugar al juego más aburrido que existe.

A mucha gente, lo que diga el tal Mbapé o cualquier otro de los balonpedistas me la trae al pairo. Como si dicen misa.

Además, el tal Mbapé, en este caso, de lo cual me congratulo, será el mayor fiasco en la historia de este absurdo deporte. La florentinada va a ser épica.

tiquismiquis
tiquismiquis
4 meses hace
Responder a  ricarrob

Qué aburrimiento! El discurso de “intelectual” contra el futbol, opio del pueblo, más antiguo que la tos. Además de ser un pedante (esferoide, balonpedista, uff…) ¿que ha hecho usted?. ¿Donde están las medicinas que ha descubierto o su sublime obra literaria?. Y además miente como un bellaco porque de el último párrafo (mayor fiasco, florentinada) se deduce que usted está perfectamente informado de futbol y que es seguidor de cierto equipo del noreste español.

ricarrob
ricarrob
4 meses hace
Responder a  tiquismiquis

Le voy a contestar a usted con respeto, cosa que usted no ha hecho. Me congratulo y me regodeo en ser pedante, en las ocasiones que me da la real gana, porque me sale y cuando me sale de los testículos (palabra pedante que figura en la Rae como sinónimo de cojones). Como ve usted, esto va de esferoides.

Estoy en mi derecho a ser pedante como todo hijo de vecino. Y, si a usted no le gusta, pués no lo lea. No me voy a comparar, ni mucho menos con ellos, pero decirle que pedantes eran Quevedo, Cervantes, Lope de Vega, Valle-Inclán, Ortega y Gaset… Para mi la pedantería no es un calificativo peyorativo sino elogioso y laudatorio (añado otra pedantería), por lo que le doy a usted las gracias. Agradecido le estoy, aunque quizás le escueza mi agradecimiento. Porque los agradecimientos, a veces, escuecen más que los insultos. Pero, bueno, esto es cosa de pedantes como yo.

El estar informado del futbol, señor mío, sobre todo en mi caso respecto a las cuestiones económicas y las sociológicas, como es el comportamiento de las masas, no está reñido con odiar profundamente ese estercolero que no es deporte ni nada parecido.

El tercer aspecto de la cuestión, señor mío, es que, permítame que le diga, mi disgusto contra ese deporte no se adscribe a ningún equipillo concreto, tampoco al Barcelona, en el que el famoso Yamal va a ser un fiasco igual que el de Mbapé. Precisamente, uno de los aspectos que más odio de este no-deporte es la polarización que ha traído consigo en España, que alcanza aspectos sociales y políticos.

No, efectivamente, a pesar de ser un pedante, todavía no he descubierto ninguna medicina. En mi sublime obra literaria… estoy en ello. Con más de siete décadas a mis espaldas, creo que todavía estoy a tiempo… sin pegarle patadas a nada ni a nadie.

Le recomiendo que lea a Marx. Cuando se refiere a “opio del pueblo” no se refiere al futbol, precisamente.

Saludos de un pedante impenitente.

ricarrob
ricarrob
4 meses hace
Responder a  tiquismiquis

Se me ha olvidado, perdón.

Mire usted respecto a haberme llamado “bellaco”, sin conocerme (ni tengo el gusto ni espero tenerlo), tengo que entender, juzgándole a usted de forma muy benévola, cosa que usted no ha hecho conmigo, que se refiere a la segunda acepción de eta palabra en la RAE: astuto, sagaz. Es una acepción, que aunque no sea cierta, no me corresponda, tampoco es peyorativa ni insultante. Si es así, también le doy gracias por ello.

Lo dicho, saludos de un pedante.

tiquismiquis
tiquismiquis
4 meses hace
Responder a  ricarrob

Resumiendo: reconoce ser un pedante, reconoce no haber inventado nada pese a lo cual exige a los demás que si lo hagan. A pesar de su inteligencia superior y desde la torre de marfil que habita no es capaz de entender que las hormiguitas que pasamos por abajo necesitamos distracciones banales para soportar el horror del mundo. Y no hace falta haber conocido a Gengis Khan para sospechar que era un malandrín. De los Marx, solo he leído a Groucho, que es el más divertido. A usted no le gustará porque tampoco inventó nada.
En fin, no se enfade que tampoco era para tanto. Hala, a seguir viendo fútbol a escondidas, so pillín. Saludos cordiales.

ricarrob
ricarrob
4 meses hace
Responder a  tiquismiquis

¡Qué simpaticón el chico!

Yo siempre reconozco lo que debo reconocer, por supesto. Pero usted, señor mío, no ha reconocido que se ha pasado un tanto con sus insultos y que se ha equivocado en unas cuantas cosas.

Lo siento, no tengo a nadie de quien esconderme, para mi desgracia. Solo puedo esconde4me de mí m8smo y no lo hago nunca. Aún así, nunca veo un partido de futbol aunque me interesen las noticias que lo rodean. Reflejan muy bien lo que es esta sociedad. Lo siento, me aburro. También es muy aburrido que a todos, por obligación nos tengan que gustar las mismas cosas.

Como a buen pedante que soy, no tengo contratadas las cadenas de futbol. Solo veo documentales.

Podrá usted creerme o no, es su problema: nunca he asistido a un partido de futbol. De joven sí he jugado y bastante bien pero me aburría. Mi deporte era la pelota a mano, la pala (en frontón) y el tenis.

Y no me enfado por estas fruslerías, me divierten… más que el futbol.

Saludos de un pedante.