Hace unas semanas, en una charla en la Universidad de Barcelona, la escritora Gabriela Polit expresaba que el género de la crónica “tiene un pie en el estilo y otro en la política”. La escritura femenina tiene la reivindicación en los genes. Es política. Es una mirada que ha tenido que luchar para ver reconocidas su importancia, su particularidad e incluso su mera existencia. Las vidas femeninas observan de otra manera, prestan su atención a otros detalles, escuchan otras voces. Otros, otras, la alteridad; ese terreno fuera de los cánones desde donde las autoras dan representación a quienes, de otra manera, yacerían hoy en el olvido. Escribe la autora Gabriela Wiener que las mujeres cronistas han tenido que “recuperar nuestra voz y desentrañar cómo estábamos representadas las mujeres, las disidencias y otros sujetos en los márgenes”. De ahí que la crónica periodística escrita por mujeres esté aún trazando sus genealogías y encontrando sus espejos.
Criaturas fenomenales: Antología de nuevas cronistas es un libro que pretende cumplir con esta misión política. Para dar forma a esta compilación, María Angulo Egea y Marcela Aguilar Guzmán rastrearon a veintiuna mujeres cronistas de América y España. Todas son nacidas después de 1980 y han publicado sus textos en pleno siglo XXI: Amalia del Cid, June Fernández, Daniela Rea, Marcela Ribandeira, Ana Teresa Toros, Ángeles Alemandi, Margarita García Robayo, Dunia Orellana, Natalia Sánchez Loayza, Irlanda Sotillo, Mónica Baró, María Fernanda Cruz, Hulda Miranda, Carolina Méndez, Elena Salamanca, Luisa Salomón, Ana Fornaro, Andra Ixchíu, Irma Oviedo Paredes, Indhira Suero y Arelis Uribe. Se trata, pues, de veintiuna voces que han construido, a golpe de verbo, esta perspectiva femenina con la que también el periodismo ha aprendido a ver y narrar el mundo. Estas profesionales de la narrativa en castellano han puesto el foco en subjetividades que el canon no consideró importantes: las migrantes, las lesbianas, las que trabajan el campo y construyen las ciudades, las que cuidan, las que se manifiestan, las que expresan su sexualidad, las violentadas, las ancianas. El libro está organizado en cuatro temáticas: tránsitos, cuerpos, violencias y huellas. De esta manera, resaltan no sólo las autoras sino también los temas y sucesos en los que han puesto el foco.
En la crónica femenina, el cuerpo está presente de una manera significativa. Refiriéndose a ello, en el prólogo de Criaturas fenomenales Wiener escribe: “Había que escribir crónicas con todo el cuerpo”. El cuerpo de la cronista es un cuerpo inclinado. La filósofa Adriana Cavarero propone en su obra Inclinations: A Critique of Rectitude que el cuerpo femenino que escucha, que cuida y que se acerca al sujeto de su interés o afecto, es un cuerpo que se arquea hacia adelante. Nunca está en completa verticalidad. Así, la crónica femenina es curva, exuda vulnerabilidad y se detiene a sentir las emociones y los dolores, no sólo a contemplarlos. De ahí que se tome su tiempo y se inscriba en lo que ahora se ha dado por llamar slow journalism.
En la nueva crónica, nacida en el ocaso del siglo XX y a raíz del auge de la narrativa periodística latinoamericana, los textos no buscan el titular, el resumen simplista, el tan actual clickbait. Las cronistas se toman el tiempo para indagar en la historia y sus protagonistas, entretejerla en su contexto y construirla a manera de relato. Aquí, el estilo se mezcla con la política, según lo planteado por Polit. Las escritoras recogen sus herramientas literarias y sus estrategias estéticas para entremezclarlas con las del periodismo. El resultado es este híbrido narrativo en el que el testimonio y la autobiografía son parte intrínseca de la experiencia textual sin que esto reste verdad o valor periodístico. En una “buena” crónica, se revela la maestría de la mano que escribe: narrador/a y periodista, personaje y mensajero/a. Escritoras mestizas, fronterizas, siempre en tránsito.
Criaturas fenomenales: Antología de nuevas cronistas es un excelente ejemplo de escucha atenta, de mirada afectuosa, de compromiso político y reivindicación estética. Tiene un marcado tono decolonial, descentralizado y feminista. Las historias son variopintas: una manifestación a ritmo de reggaetón, una ruta por una gran urbe latinoamericana a bordo de uno de los pocos taxis conducidos por una mujer, la pandemia del Covid en un entorno rural, la maternidad de una pareja trans, entre otras. Todas son historias conmovedoras y enriquecedoras y la pluma, rica en léxico, información y emoción. Este libro es tanto una experiencia lectora, como un manual de praxis periodística para el siglo XXI.
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Autor: VVAA. (Antología a cargo de María Angulo Egea y Marcela Aguilar Guzmán). Título: Criaturas fenomenales. Editorial: La Caja Books. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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