Qué pena

Para ponerse a escribir en los periódicos hay que disculparse previamente por la petulancia que esto supone, y la única disculpa válida es la de contar, relatar, reseñar. Contar y andar es la función del periodista.

La vuelta a Europa en avión, de Manuel Chaves Nogales (Libros del Asteroide, 2012)

Las líneas anteriores las escribía el periodista Manuel Chaves Nogales en 1928. Pensaba el sevillano que la superioridad moral con respecto a la audiencia que se desprendía de las páginas de los periódicos era cosa del pasado y que, por fin, se estaba asentando el periodismo como un oficio dedicado simplemente a contar historias. La petulancia a la que hace referencia le parecía cosa del siglo anterior, el XIX.

En esto, como en otras cosas, se equivocaba Chaves Nogales. Su modo de hacer periodismo, sin ánimo de pontificar, dando testimonio de lo que sucede, es, al menos en España, algo que tiene más que ver con la ficción que con la realidad en 2017. Él mismo ha acabado convirtiéndose con los años en un personaje, un ideal al que recurrimos algunos para seguir creyendo que es posible el periodismo puro y duro.

En algún momento se asentó la idea de que la misión de un cargo medio o alto de un medio de comunicación es influir, no limitarse a contar historias. Así surgió, probablemente, la eterna crisis del periodismo. Chaves Nogales era redactor jefe cuando cogió el avión para contarnos el viaje de «un pequeño burgués en la Rusia roja». Ahora un redactor jefe rara vez coge un avión si no es para dar una conferencia, y eso que los aviones no son, como en 1928, un invento aún por explotar de un modo masivo.

De la prosa de Chaves Nogales, en la misma semana, he saltado a la vorágine aventurera de los periodistas de ficción de la última novela de Javier Bernal, Por un puñado de letras (SUMA, 2017). Se trata de una historia de acción pura y dura enmarcada en un escenario que se presenta utópico: Un periodista español crea junto a un compañero estadounidense un medio de comunicación independiente, digital y económicamente sostenible, dedicado al 100% a las noticias generadas por la propia redacción a través de la investigación y la colaboración de los lectores.

Dan ganas de que exista un medio así, a Chaves Nogales le parecería lo normal si le hubiera tocado vivir en 2017, pero es un hecho que al menos por ahora sólo forma parte de la ficción. Qué pena.

0/5 (0 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios